Fin de la novela El Concejo aprobó tomar deuda por $ 86,5 millones para arreglar baches

Con críticas y reparos, se lograron los votos necesarios para autorizar al Ejecutivo a pedir el préstamo. Se incluyeron equipamiento, maquinarias y otras obras.

Foto de la Sesión. Julio Cesar Palacio.

Finalmente, y tal como informaba sobre el tema anteayer El Litoral, el Concejo concedió en sesión extraordinaria la aprobación al Ejecutivo para que éste salga a tomar deuda con el destino de arreglar la red vial de la ciudad. Los $ 82 millones del mensaje original (el N° 10) ascendieron a $ 86.5 millones, ya que se incluyó la compra de equipamiento, bienes de capital y se añadieron más obras a intervenir.

En concreto, el despacho sancionado autoriza al Ejecutivo a contraer empréstitos y/o a celebrar contratos de fideicomiso ante bancos, cooperativas, inversores institucionales, entidades financieras o crediticias, y a contratar obras (...) por $ 86.500.000”.

Su destino será la ejecución de obras tales como “tareas de reconstrucción de pavimento de hormigón, a realizarse en el norte y en el oeste de la ciudad; áreas de repavimentación de concreto asfáltico y de ejecución de hormigón en paradas de colectivos; Adquisición del equipamiento y maquinaria, entre otras”. 

Para la toma de crédito, el plazo máximo de amortización de la deuda a contraer será de 40 meses. “La tasa de interés de financiación anual no podrá superar la tasa de interés promedio por préstamos al sector privado no financiero, otros préstamos, de 90 y más días”, indica el despacho sancionado.

Control

El Ejecutivo Municipal deberá conformar una instancia de control y auditoría de la ejecución de las obras públicas, y deberá remitir los respectivos informes al Concejo. Además, deberá solicitar al Tribunal de Cuentas Municipal que “realice los controles y auditorías pertinentes de los actos y procedimientos enunciados”.

La sanción contó con el apoyo de todos los concejales excepto de Juan C. Cesoni y Alejandra Obeid (Bloque Justicialista), quienes votaron en contra bajo argumento —en líneas generales— de que el municipio ya no tiene más capacidad para endeudarse.