viernes, 17 de junio de 2016

Consecuencias de las recientes decisiones en materia de política comercial‏

Apuntes sobre economía argentina
Consecuencias de las recientes decisiones en materia de política comercial
Por: Paco Garibaldi*
 La situación de la economía de nuestro país se encuentra atravesada por graves problemas: caída de la actividad económica, inflación y pérdida de poder adquisitivo de los salarios, aumento de los niveles de pobreza e indigencia son sin dudas los más relevantes y acuciantes. En este marco, las recientes decisiones proclives a la apertura de la economía al comercio internacional instrumentadas por el Gobierno Nacional, que incluyeron medidas tales como la supresión del cepo cambiario, la eliminación de las Declaraciones Juradas Anticipadas de Importación (DJAI) y su reemplazo por el Sistema Integral de Monitoreo de Importaciones (SIMI), entre otras, si bien pueden facilitar el ingreso de insumos estratégicos y bienes que actualmente no se producen en el país, conllevan el riesgo de perjudicar seriamente la situación de numerosas industrias, en particular de aquellas que tienen la característica de ser trabajo-intensivas.
 Un reciente informe de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa alerta sobre la problemática. En efecto, de acuerdo a la entidad y en base a encuestas realizadas a más de 300 industrias pequeñas y medianas del país, un 49,5% manifestó que se vieron perjudicada ante la afluencia de importaciones en el último trimestre. En este sentido, cabe destacar que en el primer cuatrimestre del año las importaciones de bienes de consumo, que afectan particularmente a la industria local, crecieron un 6%, y la de sectores como el de vehículos automotores, en niveles sustancialmente mayores.
 Esta situación impacta en múltiples sectores de la industria de nuestra provincia. Entre ellos se destacan el metalmecánico, el de carrocería, la mueblería, industrias de “línea blanca”, cristalería, broches de plástico y madera, entre muchos otros. Así, los niveles de producción y ventas de estas empresas se ven deteriorados sensiblemente, poniendo en riesgo gran cantidad de fuentes de trabajo. Las declaraciones periodísticas de referentes del sector, y las impresiones de empresarios y trabajadores que recogemos en nuestras cotidianas visitas a las localidades santafesinas nos permiten dimensionar la magnitud del problema. A ello debe sumarse además un frente externo signado por la crisis político-económica de Brasil y el menor crecimiento de la economía mundial.
 No obstante, también es preciso reconocer que el sector industrial argentino arrastra desequilibrios estructurales de larga data: restricción externa, inflación, crisis energética, etc. El perfil industrial de nuestro país es similar al que nos legó el período la Convertibilidad, sin que los años de la post-convertibilidad hayan logrado revertirlos. De acuerdo a un trabajo publicado por María Castells y Martín Schorr*, los cinco sectores más relevantes de la industria argentina (alimentos y bebidas, sustancias y productos químicos, refinación de petróleo, vehículos automotores y metales comunes) tenían en 2013 una participación mayor en el producto industrial que la que tenían en 2001. Y el sector en su conjunto evidencia una sensible heterogeneidad estructural intra e inter sectorial, en el que coexiste un conjunto de empresas concentradas, con fuerte predominio del capital extranjero, junto a un tejido de empresas de menor envergadura y mayor debilidad.
 En Santa Fe, desde 2007, el Estado provincial se encuentra comprometido en la ejecución de políticas y programas específicos (de asistencia técnica, financiamiento, promoción, programas de mejora de gestión, entre muchos otros) destinados a fortalecer las cadenas de valor industriales y diversificar la oferta industrial santafesina, requisito básico para generar empleo y mejorar la calidad de vida de la ciudadanía. Por otra parte, el fomento a la asociatividad empresaria y la articulación eficaz y creativa con el Estado es una política que no se circunscribe a la industria, sino que involucra también a otros sectores de la vida económica santafesina: en el caso del comercio, por ejemplo, a través iniciativas como el Proyecto de Ley de Regulación y Promoción de Centros Comerciales a Cielo Abierto en Santa Fe, que recientemente presentamos para su tratamiento a la Legislatura de la provincia.
 En el plano nacional, entendemos que las decisiones en materia de formulación de política pública y en particular de la política comercial debieran atender a los elementos reseñados anteriormente, y buscar estrategias acordadas y graduales que atiendan especialmente a la situación de las economías regionales y las PyMES, y que no deterioren aún más la situación económica y social que actualmente atraviesa nuestro país. Porque, como decía un poeta catalán, “detrás, está la gente”.
 *Paco Garibaldi: Diputado Provincial. Partido Socialista.
 * Castells, M. y Schorr, M. (2015). “Cuando el crecimiento no es desarrollo. Algunos hechos estilizados de la dinámica industrial de la posconvertibilidad”, en Cuadernos de Economía Crítica, Nº 2.

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