sábado, 17 de octubre de 2015

Teletrabajo, ¿opción para madres que no pueden delegar el cuido?

Las plataformas de teletrabajo coinciden en señalar que hay un incremento constante de la cantidad de madres, que este domingo celebran su día, que optan por esta opción como forma de mantener sus actividades laborales con la flexibilidad horaria para también dedicarse a sus hijos.

Desde Freelancer, una de las plataformas dónde las empresas publican los proyectos que requieren de una actividad en línea, aseguran que el 20% de los trabajadores independientes inscriptos en Argentina son mujeres.

También desde Yandiki, otro portal, señalaron que la "plataforma está conformada en un 60% por perflles de mujeres, y si bien no preguntamos si son madres, sabemos que una gran parte lo son, porque lo refleja el feedback que tenemos con ellas".

Justamente en ese ida y vuelta con los usuarios, las mujeres que son madres y que participan de la plataforma destacan la "flexibilidad" que les permite "trabajar desde casa y continuar con sus vidas profesionales sin dejar de atender a sus hijos".

"Las mujeres que trabajan bajo el modelo de 'home office', es decir desde su casa, tienden a elegir, según lo que vemos en nuestra plataforma, trabajos relacionados con la comunicación, el diseño (ya sea gráfico, web, de logos, entre tantos otros), community managers y el marketing digital, sin perjuicio de que hay sobresalientes programadoras, desarrolladoras de aplicativos mobile y tantas otras actividades", comentó el director internacional de Freelancer.com, Sebastián Siseles.

En el día a día, las teletrabajadoras más experimentadas destacan a favor de la modalidad la posibilidad de "cortar el trabajo para llevar a tu hijo al club, para charlar, para jugar" y también "se ahorra mucho en tiempo de viaje al trabajo y en gastos de ropa y comida en la calle".

"Si te gusta lo que hacés, tus hijos ven tu pasión muy de cerca y eso es muy bueno", dijo a Télam la periodista Martina Rua, activa en el teletrabajo.

Por su parte, Andrea Catalano, también periodista, recordó que en los primeros dos años de su hijo "hablaba por teléfono con él a upa cuando tenía que hacer una nota, y también lo tenía a upa mientras escribía".

Esa etapa de trabajo e hijos en casa "lo disfruté mucho, pese a que también por momentos se torna desordenado y caótico. Cuando él dormía era cuando más escribía, y eso significaba que yo no durmiera lo suficiente, especialmente cuando se acercaba una momento de cierre".

Como una verdad corroborada con la realidad, "a medida que los chicos crecen también aumenta la demanda de tiempo, de juego", y teletrabajar permite -por ejemplo- "participar de la mayoría de las reuniones, fiestas y actividades que convocan desde la escuela".

"Claro que el teletrabajo implica que trabaje a deshoras: por la noche, los fines de semana, los feriados", reconoció Catalano como la primera contra de esta modalidad de empleo.

Al respecto, Rua también dijo que "los horarios se desdibujan, hay días que a las 15 podés estar en un picnic y otros que son las 2 de la mañana y estás trabajando".

Caos, es la palabra que aparece cuando las teletrabajadoras describen la situación en los primeros meses de implementación de la modalidad, hasta que logran organizarse para compensar el tiempo dedicado a la casa, los chicos, la escuela y el trabajo.

Otra desventaja "es que se pierde mucho contacto con las personas en vivo y en directo, y mantener las relaciones laborales de frente es tan importante como trabajar tranquila", señaló Catalano.

Asimismo todas coincidieron en que al teletrabajar uno de los riesgos es perder el interés por la apariencia: "Habilita tal nivel de relax que en el caso de las mujeres caemos en la comodidad de estar en joggings todo el día; vestida de la misma manera, sin un mínimo arreglo".

Martina Rua sintetizó esta cuestión al recomendar a las teletrabajadoras "sacarse el pijama para trabajar o se entra en un espiral complicado".

Fuente: Télam

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