viernes, 25 de septiembre de 2015

Semana de la Hipertensión en la Ciudad de Santa Fe

Se realizará del 28 de septiembre al 2 de octubre en espacios públicos para concientizar sobre los riesgos de la Hipertensión Arterial y promocionar de qué manera prevenirla.

Del 28 de septiembre al 2 de octubre se realizará la “Semana de la Hipertensión” en la Asociación Vecinal del barrio Roma y en diferentes espacios públicos y comercios de la ciudad, a fin de informar y concientizar a los vecinos sobre los riesgos que ocasiona la Hipertensión Arterial (HTA) en la salud, además se brindará información sobre formas de prevenirla.
Las actividades se realizarán en el marco del proyecto “Construyendo saberes en hipertensión arterial y ayudando al control de la enfermedad”, que la Secretaría de Extensión y la Facultad de Ciencias Médicas llevan adelante junto a la Asociación Vecinal del barrio Roma.
Héctor Musachio, director del proyecto y especialista en el tema, señala que uno de los mitos más frecuentes instalados en la sociedad referidos a la HTA es que la presión arterial elevada produce diversos síntomas, como dolor de cabeza o de nuca, mareos, rubicundez en la cara, sangrado por la nariz, etc. “La Hipertensión Arterial, que consiste en un aumento crónico y sostenido de la presión arterial, no produce ningún síntoma. En realidad la presión arterial cambia permanentemente; cada latido cardíaco tiene una presión diferente. A veces muy diferente, aumentando en situaciones como el ejercicio y las emociones; otras veces disminuyendo como durante el sueño y la digestión”, aclaró el especialista.
“Si la presión arterial sube pero luego baja espontáneamente, esto no constituye Hipertensión Arterial y la persona no debe recibir medicación que baje la presión. Esos aumentos y disminuciones rápidos de la presión arterial son regulados por el sistema nervioso, principalmente el sistema nervioso llamado autónomo, que es inconsciente e involuntario. Es la regulación rápida, que no tiene nada que ver con la Hipertensión. En cambio, la regulación a largo plazo, que la hace un sistema hormonal del riñón, produce un aumento sostenido de la presión, y esto es la verdadera Hipertensión, la que produce daño en el organismo, pero a largo plazo”, explicó Musachio. Por eso es importante que la consulta se haga a un especialista en Clínica Médica o a un Cardiólogo.
Las complicaciones de la Hipertensión en la salud
Musachio señala que las complicaciones de la Hipertensión Arterial son muchas, pero deben destacarse fundamentalmente dos: el infarto de miocardio y la enfermedad de las arterias del corazón por un lado, y por otro algunos tipos de accidentes cerebrovasculares. El más típico es la hemorragia cerebral, en que una pequeña arteria se rompe y la sangre produce grave daño en el cerebro. Esto ocurre porque la sangre sale a gran presión y el cerebro es de una consistencia blanda, por lo que se destruye tejido nervioso por la salida de la sangre.
Otra complicación es la insuficiencia renal crónica, en la que la presión aumentada durante décadas termina por lesionar a los riñones, que dejan de funcionar y se requiere de la diálisis para sobrevivir.
“Hay que destacar que todas estas complicaciones no ocurren de un día para el otro sino que son el producto de muchos años en que cada latido cardíaco tiene una presión elevada. Es como la gota de agua que horada la piedra. Por eso casi nunca un aumento de la presión arterial es una emergencia”, advierte Musachio.
Todo lo expuesto se refiere a la llamada Hipertensión Arterial Esencial, que es aquella en que se desconoce la causa y es la que afecta al 25% de los adultos.
Hay un 5% de hipertensos en los que se encuentra una causa definida, y en esos casos suele haber síntomas (no como la esencial que no los tiene), no hay antecedentes en la familia, la hipertensión aparece en edades en que habitualmente no ocurre (antes de los 30 o después de los 50 años) y el daño al organismo es mucho más rápido.
¿De qué manera prevenir la HTA?
Entre las medidas preventivas Musachio destaca dos que resultan fundamentales: la disminución en el consumo de sal y la realización de actividad física.
Comer con sal es un gusto adquirido recientemente por los seres humanos; en la mayor parte de la historia de la humanidad no existía el hábito de agregar sal a la comida y de hecho el organismo no necesita incorporarla. El riñón tiene un sistema de control muy estricto, y cuando hay pérdidas de sodio (la sal es cloruro de sodio) se produce una restricción en la excreción por la orina. Es decir, cuando falta sodio el riñón se encarga de no eliminarlo hasta que se equilibra la situación. Podemos vivir perfectamente sin consumir nada de sal.
Nuestra civilización ha ido incorporando cada vez mayores cantidades de sodio; en parte como sal de mesa (cloruro de sodio) y en parte en otros compuestos como los edulcorantes (sacarina sódica, ciclamato de sodio) o intensificadores de los sabores, como el glutamato de sodio. Hasta las conservas dulces contienen sustancias ricas en sodio.
Cabe aclarar que no todas las personas que consumen mucha sal desarrollan hipertensión arterial; es necesaria una predisposición genética. La manera más sencilla de saber si se puede tener esa predisposición es averiguar si los padres son o no hipertensos. En el caso de que lo sean, es una buena idea restringir el consumo de sal, aunque no se haya desarrollado hipertensión. De este modo se puede prevenir su aparición.
Un efecto más modesto tiene el ejercicio físico moderado rutinario, que tiende a disminuir la presión arterial a largo plazo.
Los controles necesarios
Para el especialista lo razonable es controlar la presión arterial cada 2 años a partir de los 20 años. “Podría surgir la pregunta de qué pasa si se desarrolla hipertensión entre 2 controles; pues bien, como ya dije el daño en el organismo aparece luego de muchos años, no rápidamente”, aclaró Musachio.
En los ancianos puede ocurrir lo que se denomina seudohipertensión y es que cuando se endurece la pared arterial y que al tomar la presión resulta necesario ejercer una fuerza mayor para que desaparezca la onda de pulso, que es el principio físico en que se basa la determinación habitual de la presión. En ese caso, la lectura que da el tensiómetro es falsamente elevada, ya que dentro de la arteria en realidad la presión es menor. El médico tiene maneras sencillas de diagnosticar este problema, con lo que se evita que un anciano sea sometido a tratamiento con medicamentos que bajen su presión cuando no es necesario hacerlo; es más, eso puede ser perjudicial al disminuir el flujo sanguíneo al cerebro por ejemplo.
Además de los controles adecuados Musachio destaca la importancia de realizar la consulta médica con un profesional especializado en Clínica Médica o a un Cardiólogo a fin de contar con un correcto diagnóstico y evitar complicaciones.
Actividades
En el marco de la semana de la hipertensión y en conmemoración del Día del Corazón, que se celebra el 29 de septiembre, desde la Facultad de Ciencias Médicas, el Programa de Equidad en Salud de la Secretaría de Extensión y a través del Proyecto de Extensión "Construyendo saberes en hipertensión arterial y ayudando al control de la enfermedad" se realizarán las siguientes actividades:
El martes 29 de septiembre, de 9 a 12:30, habrá una posta de medición de la presión arterial y entrega de folletos en la Peatonal San Martín, frente al Teatro Municipal 1º de Mayo.
28 y 29 de septiembre y 1 y 2 de octubre, de 9 a 13, habrá actividades en Barrio Roma, en la intersección de las calles La Rioja y San José.
El 29 de septiembre también se instalará una posta en la Vecinal Mariano Comas, en Urquiza y Cándido Pujato.

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