sábado, 1 de agosto de 2015

El Papa urbanista: iniciativas de vanguardia en El Vaticano

Paneles solares a metros de la cúpula de San Pedro, obras para los suburbios de Roma, revinculación de las periferias al centro... Un sitio especializado llamó la atención sobre un aspecto poco comentado de la Encíclica verde


"El papa Francisco es más de avanzada que nosotros los europeos, porque muchos de los problemas urbanos que enfrentamos muestran primero sus consecuencias en las metrópolis y megaciudades emergentes del sur del mundo", fue la conclusión de Valeria Martano, representante de una asociación solidaria romana tras asistir a la presentación de la Encíclica Laudato Sii, rebautizada Encíclica verde.

Este comentario fue citado en un informe del sitio especializado en problemática urbana, Citiscope, que destaca un aspecto "sorprendente" del documento papal: las definiciones sobre el deterioro de las condiciones de vida en las grandes ciudades y la necesidad de resolverlas mediante una adecuada planificación urbana, que tenga en cuenta aspectos tan amplios como la vivienda, el transporte, los espacios verdes, el patrimonio cultural, etcétera. Todo imbuido de la preocupación de Francisco por subrayar la relación entre lo social y lo ambiental.

Pero la cosa no queda ahí: Citiscope sostiene que el Papa no sólo ha incluido estos temas en Laudato Sii, sino que El Vaticano, tanto por iniciativa suya como de sus antecesores, Juan Pablo II y Benedicto XVI, ha tomado medidas para dar el ejemplo, que se detallan más adelante.

En Laudato Sii hay una veintena de puntos dedicados al urbanismo, en especial en los subtítulos "Ecología cultural" y "Ecología de la vida cotidiana", en los que Francisco advierte acerca del "crecimiento desmedido y desordenado de muchas ciudades que se han hecho insalubres para vivir, debido no solamente a la contaminación (...), sino también al caos urbano, a los problemas del transporte y a la contaminación visual y acústica".

"No es propio de habitantes de este planeta vivir cada vez más inundados de cemento, asfalto, vidrio y metales, privados del contacto físico con la naturaleza", escribió el Papa en su Encíclica verde.

El texto hace mucho hincapié en la necesidad de considerar todas las dimensiones del problema: "Junto con el patrimonio natural, hay un patrimonio histórico, artístico y cultural, igualmente amenazado. Es parte de la identidad común de un lugar y una base para construir una ciudad habitable. No se trata de destruir y de crear nuevas ciudades supuestamente más ecológicas, donde no siempre se vuelve deseable vivir. Hace falta incorporar la historia, la cultura y la arquitectura de un lugar, manteniendo su identidad original. Por eso, la ecología también supone el cuidado de las riquezas culturales de la humanidad en su sentido más amplio".

Luego de dar a conocer Laudato Sii, el Papa puso manos a la obra. Además de convocar a intendentes del mundo entero a un encuentro en El Vaticano, acordó con el alcalde de Roma, Ignazio Marino, –no se debe olvidar que el Sumo Pontífice es obispo de la diócesis romana- la realización de obras de infraestructura en los barrios más postergados de la capital italiana, en el marco del próximo Jubileo.

El Jubileo es un Año Santo que los pontífices decretan, a lo largo del cual se llevan a cabo diferentes celebraciones religiosas. Pero la tradición también quiere que sean la ocasión para grandes trabajos de infraestructura en la Ciudad eterna que se adorna especialmente para recibir a cientos de miles de turistas atraídos por estos festejos. Sin embargo esta vez los cambios no serán tan visibles: Francisco le ha pedido a Marino que las obras –circuitos turísticos arqueológicos, mejoras en el transporte, espacios verdes, entre otros- se concentren en barrios periféricos de Roma, que los extranjeros habitualmente no visitan.

El último Jubileo tuvo lugar en el año 2000 y atrajo un total de 25 millones de turistas a lo largo de esos doce meses. Normalmente se decreta uno cada 25 años, pero el papa argentino sorprendió anunciando en marzo pasado un Jubileo de la Misericordia que comenzará en diciembre próximo. Muchos ya lo llaman Jubileo de las Periferias.

En la web del municipio de Roma se avisa que pronto estará listo el plan de obras y se define a este Jubileo como "una ocasión para reconectar las periferias más extremas de la ciudad, que se extienden del otro lado de la circunvalación, con el tejido urbano de Roma, y para que obras y servicios lleguen allí donde con frecuencia sólo hay casas".

Las ceremonias que jalonarán todo el año de un Jubileo podrán tener lugar por lo tanto en barrios periféricos de Roma. "Hemos seleccionado 38 obras en diez sitios en los que será posible organizar momentos significativos del Jubileo. Se podría incluso pensar en abrir una puerta del Año Santo incluso en alguna de las iglesias presentes en el territorio más allá de la GRA (gran conexión periférica)", explicó el asesor para la Transformación urbana de Roma, Giovanni Caudo.

El compromiso de los alcaldes

"Queremos que nuestras ciudades y asentamientos urbanos se vuelvan cada vez más inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles", dice el documento que firmaron los 65 alcaldes reunidos con el Papa el 21 de julio pasado. Estaban presentes Paulo Haddad (San Pablo, Brasil), Bill de Blasio (Nueva York), Mitch Landrieu (Nueva Orleáns), Manuela Carmena (Madrid), Gustavo Petro (Bogotá), Anne Hidalgo (París), entre muchos otros. "Los alcaldes somos el nivel político más cercano a los vecindarios –dijo Landrieu-; el rol del Vaticano será muy importante: cuando se influencia a los líderes que están cerca del terreno, se influencia también a los que están arriba"

Pero Citiscope asegura que la preocupación por las periferias y la ecología urbana no es nueva en El Vaticano. Además de medidas tomadas para utilizar energía renovable en los edificios de la pequeña ciudad-Estado, como los paneles solares que cubren el techo del Aula Paulo VI que lo vuelven totalmente autosuficiente - el Jubileo del año 2000 incluyó un plan –todavía en curso de realización- para construir 50 parroquias en barrios alejados del centro. Son las iglesias a las que hacía referencia el asesor Caudo.

Tanto arquitectos como urbanistas destacan que estas Iglesias tienen un papel importante como centros comunitarios y residencias sacerdotales, constituyéndose en puntos de referencia para barrios construidos sin demasiada planificación y con grandes carencias en materia de infraestructura social.

"Fueron un elemento de regeneración que nadie más había dado a estos suburbios", dijo el arquitecto Marco Petreschi a Citiscope.

Transporte e integración social

"La sensación de asfixia producida por la aglomeración en residencias y espacios con alta densidad poblacional se contrarresta si se desarrollan relaciones humanas cercanas y cálidas, si se crean comunidades", dice Laudato Sii.

"Es importante que las diferentes partes de una ciudad estén bien integradas y que los habitantes puedan tener una visión de conjunto, en lugar de encerrarse en un barrio privándose de vivir la ciudad entera como un espacio propio compartido con los demás", escribió Francisco en Laudato Sii.

La encíclica sostiene que "la calidad de vida en las ciudades tiene mucho que ver con el transporte, que suele ser causa de grandes sufrimientos para los habitantes".

Por supuesto que el Vaticano es demasiado pequeño para tener problemas de tránsito o de transporte, pero frecuentemente debe coordinar la movilidad y la circulación con la alcaldía de Roma, en ocasión de los acontecimientos de masa que suele convocar.

En consecuencia, de cara al próximo Jubileo, Marino también estudia la posibilidad de reactivar una línea de tranvías que vincula el Vaticano con un área del norte de Roma llamada Vigna Clara y completar la construcción del Grande Raccordo Anulare delle Bici (GRAB), que será la bicisenda más larga de Europa.

Además del ya señalado Jubileo de las periferias, con su propósito declarado de integrar los suburbios al centro de Roma, organizaciones caritativas vinculadas a la Iglesia asisten a los romanos más desfavorecidos y también al creciente número de inmigrantes que llegan a la Capital italiana con carencias de todo tipo. Entre ellas, Caritas, el Centro Astalli y la Comunidad de San Egidio, entre otros.

"Los alcaldes vieron un Vaticano que –incluso antes de Francisco- ha estado llevando a cabo calladamente un récord de innovaciones urbanas. Estas iniciativas tienen lugar parcialmente dentro de las paredes de la propia pequeña ciudad-Estado. Pero otras tienen lugar más allá de las fronteras del área metropolitana de Roma, (donde) El Vaticano mantiene una influencia espiritual, política y económica única sobre los asuntos locales", dice Citiscope.
Fuente: Infobae


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