sábado, 1 de agosto de 2015

EL MARCO DE FESTEJOS NO DEBE TAPAR EL OBJETIVO DE CENTRAL DE GANAR DE LOCAL

Central recibe hoy a Sarmiento con la necesidad de volver a ganar en el Gigante, que promete vivir una gran fiesta luego de otro clásico ganado. A las 20, en el Gigante.
La Capital | 
EL MARCO DE FESTEJOS NO DEBE TAPAR EL OBJETIVO DE CENTRAL DE GANAR DE LOCAL
 La estela de alegría y emoción que generó el triunfazo ante el eterno rival no debe obstaculizar la panorámica frontal deportiva. Transitar al ritmo vertiginoso de los hinchas podría llevar a Central a empantanarse en un círculo peligroso. Se tornaría además tan nocivo como aquellos actores que ahora desfilan con la frente en alto por la alfombra de la victoria. Haberle dado un nuevo golpe sensible a Newell’s en el mismísimo Coloso Marcelo Bielsa es un plus que obtuvieron el plantel y cuerpo técnico en base a los ideales que vienen respetando desde que comenzaron este ciclo sin alardear de su potencial. Pero el equipo canalla sabe que esta noche tendrá que rendir y aprobar sin sobresalto ante Sarmiento. Porque hasta ahora le está costando sacar buenas notas en Arroyito. Es que más allá del cotillón y carnaval que puedan recibir a modo de ofrenda, los jugadores deberán respetar el libreto en busca de abrochar los tres puntos que tanto se hacen rogar en el Gigante. También será una buena excusa para no perderle pisada al líder Boca Juniors.
   El sentimiento y la razón se mueven por caminos diferentes. Paralelos si se quiere. Lo que genera ganar cuatro clásicos al hilo no se mide con palabras en el universo de la masa. Tampoco en algunos casos específicos de jugadores. Aunque Coudet y compañía saben a la perfección que para ganar algo de verdad no se deben quedar solamente con lo que lograron el pasado domingo en el Parque.
   No se puede poner en tela de juicio el peso del triunfo ante la Lepra y sus efectos en todos los frentes de la ciudad. Pero sí hay que remarcar que sólo fue un partido de los que están marcado en el fixture. Y desde lo numérico es matemática pura: otorgó tres puntos. Nada más. Ahora desde lo conceptual, emocional, actitudinal y otras yerbas, cotizan más que el dólar blue en las cuevas de la city.
   No obstante, esto es fútbol. Hay desafíos y objetivos por cumplir. Central tiene uno. Aspira a pelear el campeonato. Sus jugadores fueron los primeros en enarbolar la bandera de la responsabilidad e ilusión. Y como saben que no alcanza con lo que hicieron ante los rojinegros, ellos van por más de verdad. No se detuvieron en el túnel del tiempo. Cortaron los festejos posclásico el mismo martes cuando regresaron para entrenar y comenzar a pensar en lo que será el desafío de esta noche a la vera del Paraná, donde seguramente habrá un gran carnaval.
   Sarmiento llega como punto a esta partida. Pero puede hacer saltar la banca tranquilamente si nota que enfrente hay un Central desconcentrado con su juego. O que está atento a lo que pasa a su alrededor.
  Y el conjunto auriazul no está como para seguir dejando escapar más puntos de local. Hasta ahora no perdió jamás, es verdad y hay que sacarse el sombrero. Pero también es cierto que para aspirar al título también hay que mostrar chapa en casa pese a que en rodeo ajeno es el mejor de todos.
   La noche de hoy promete tener varios condimentos. Desde el habitual gran poder de convocatoria, pasando por el show que seguramente desatarán los fieles por haber ganado nuevamente un derby hasta llegar a la realidad. Esa misma que impone ganar en el Gigante de Arroyito para continuar echándole más leña al fuego de la ilusión y esperanza.

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