sábado, 18 de julio de 2015

Se cumplió un año del derribo del avión malasio en el este de Ucrania

El secretario de Estado norteamericano, John Kerry, pidió una investigación independiente internacional de este hecho sobre cuyo origen aún cruzan acusaciones con Ucrania.

Homenaje. Militares de la autoproclamada República Popular de Donetsk pasan frente al sitio donde cayó el Boeing.
Al cumplirse ayer el primer aniversario del derribo del Boeing MH17 de Malaysia Airlines en el este de Ucrania, se renovaron ayer los reclamos de Estados Unidos, la Unión Europea (UE) y Holanda —de donde provenían la mayoría de las víctimas— para que se juzguen a los responsables de la tragedia que costó la vida a 298 personas. El secretario de Estado norteamericano, John Kerry, pidió una investigación independiente internacional de este hecho sobre cuyo origen aún cruzan acusaciones Estados Unidos y el gobierno ucraniano con los rebeldes prorrusos que luchan en el oriente de la ex república soviética. "Como ya dije el 20 de julio de 2014, creemos que el MH17 fue derribado por un misil tierra-aire lanzado desde el territorio controlado por los separatistas en el este de Ucrania", indicó.

El presidente de Ucrania, Petro Poroshenko, en tanto, aseguró ayer que los culpables del derribo "serán castigados sin falta". Afirmó que "hace un año juramos que los culpables serían castigados sin falta. No fueron palabras vanas. Los asesinos deben saber que el castigo es inevitable", y agregó que la obligación moral de Ucrania con las víctimas consiste en "garantizar que los culpables del derribo del avión reciban su merecido castigo". Para Poroshenko, las milicias separatistas que actúan en las regiones orientales del país pudieron recibir "solo desde Rusia el armamento altamente tecnológico con el que fue derribado el avión". Rusia, por su parte, también reiteró su inculpación de Kiev: Moscú dijo coincidir con parte de la acusación, que señala que el derribo del vuelo comercial se produjo con un sistema de misiles Buk. Sin embargo, sostuvo que el mismo fue lanzado por fuerzas ucranianas.

Holanda, país del que procedía la mayoría de los 298 fallecidos del derribo, vivió en tanto un nuevo día de luto al recordar a las víctimas y la fiscalía se limitó a observar que aún no se esclareció el trasfondo de la tragedia. Más de 1.500 familiares procedentes de distintos países y miembros del gobierno holandés participaron ayer en una ceremonia en homenaje a las víctimas. Las banderas holandesas, de donde procedían 193 víctimas, ondearon a media asta en los edificios públicos, mientras en el aeropuerto Schiphol de Amsterdam, desde donde partió el vuelo siniestrado rumbo a Kuala Lumpur, se depositaron flores y coronas. Australia inauguró además un monumento a las víctimas en la capital, Canberra. En un acto al que asistieron familiares de los 38 fallecidos australianos, el jefe de gobierno Tony Abbot inauguró la obra, que se erige sobre tierra procedente del lugar del accidente.

Paralelamente, la República Popular de Donetsk (RPD), en cuyo territorio cayó la aeronave, recordó a los fallecidos con varios actos en los que sus dirigentes culparon a las autoridades de Kiev por la tragedia. "La RPD sigue dispuesta a ayudar a aquellos que buscan la verdad y castigar a las autoridades ucranianas, que permitieron esa tragedia", afirmó en el pueblo de Grabovo el presidente Alexander Zajarchenko.

La Unión Europea pidió que se juzgue a los responsables "directos o indirectos" del siniestro. "Se tiene que hacer responsables a aquellos directa o indirectamente implicados en el derribo del MH17 y se les tiene que llevar ante la Justicia", dijo la jefa de la diplomacia comunitaria, Federica Mogherini, en un comunicado en nombre de la UE.

Ayer se conoció además un video presuntamente filmado por los separatistas poco después del incidente. En la grabación se escucha a hombres hablando por teléfono que tenían claro que se trataba de un avión civil. Por el momento no pudo verificarse su autenticidad, advirtió la ministra de Exteriores australiana, Julie Bishop. "He visto el material, es repugnante mirarlo".

Los investigadores holandeses, por su parte, responsabilizaron a los rebeldes prorrusos del derribo en un informe distribuido ayer por el Consejo de Seguridad de Holanda a los organismos homólogos de los otros países que participan en las pesquisas, así como a la empresa Boeing, fabricante del aparato.

El vuelo, que cubría la ruta entre Amsterdam y Kuala Lumpur, fue derribado cuando sobrevolaba el este de Ucrania el 17 de julio de 2014, aparentemente por un misil tierra-aire. Holanda solicitó a la ONU la creación de un tribunal internacional para juzgar a los responsables del derribo en el que además de 193 víctimas holandesas, viajaban 27 australianos, 44 malasios, 12 indonesios, 4 belgas, 4 alemanes, 9 británicos, 3 filipinos, 1 canadiense y 1 neozelandés. La petición está respaldada por Malasia, Bélgica, Australia y Ucrania, pero no fue bien recibida por Rusia, miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU y con derecho de veto. El jueves, el presidente ruso Vladimir Putin consideró "prematura" e "inapropiada" la creación de este tribunal internacional, en una conversación telefónica con el premier holandés, Mark Rutte.

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