sábado, 11 de julio de 2015

Más que tarea, los docentes recomiendan disfrutar de buenas lecturas y espectáculos

Las historietas de Mafalda para leer, una recomendación de espectáculos y no temer preguntarles a los chicos qué tienen ganas de hacer son algunas de las sugerencias para los próximos 15 días sin clases que ofreció un grupo de maestras.
La Capital | 
Más que tarea, los docentes recomiendan disfrutar de buenas lecturas y espectáculos
 Las historietas de Mafalda para leer, una recomendación de espectáculos y no temer preguntarles a los chicos qué tienen ganas de hacer son algunas de las sugerencias para los próximos 15 días sin clases que ofreció un grupo de maestras consultado por La Capital. Desde su oficio y experiencia, afirman que las vacaciones de invierno son también una oportunidad para encontrarse en las familias.
  Marcela Medina enseña lengua y sociales en el 7º grado de la Escuela Nº 816 de la zona oeste de Rosario. “Son preadolescentes, están en una etapa difícil, donde además los mandan las madres y las maestras”, describe de sus alumnos para explicar por qué busca ofrecerles alguna propuesta que respete este tiempo de crecimiento, la búsqueda de autonomía. “Les recomendé que visiten la Biblioteca Cachilo, que está cerca, es del barrio y ofrece una serie de espectáculos gratuitos. También que se acerquen a la Vecinal Juan XXIII, donde habrá una oferta similar”, relata sobre las alternativas con las que cuentan cerquita de sus hogares.
  Durante el año, Marcela prefiere las clases sin exámenes, más bien se inclina por una evaluación constante del trabajo que se hace en el aula. Consecuente con esta idea de aprendizaje colectivo sostiene que “si hay tarea no son vacaciones”. “No les dí una tarea en fotocopias porque seguro que la terminan haciendo el fin de semana antes de volver a clases”, comenta sobre una situación conocida para muchas familias que deben correr a último momento a completar lo que no hicieron los chicos en el receso escolar.

Leer y disfrutar.  En cambio, sí les ofreció aprovechar las historietas de Mafalda (Quino) que llegaron a la escuela por el Plan Lectura Nación para que las disfruten en sus casas. “Es una manera también de continuar con la lectura que hacemos en clases”, dice y comenta que por estos días leían en el aula “Mi planta de naranja lima” (José Mauro de Vasconcelos). “La verdad es que leemos y lloramos, cuando eso ocurre, alguno toma la posta y sigue con la lectura en voz alta de la historia”.
  También Teresa Ojeda se inclina por considerar que más que una tarea escolar para estas vacaciones hay que pensar en la oportunidad de “aprovechar y hacer un aprendizaje mutuo en familia”. Teresa es docente, pero actualmente trabaja en el Programa de Formación Continuidad de los Aprendizajes (depende del Ministerio de Educación provincial), que le permite estar en contacto con directivos y docentes, y por tanto desde otro lugar con los escolares.
  Opina que el tiempo de vacaciones de los chicos “es un tiempo a respetar sus intereses” y en consecuencia no está nada mal preguntarles a ellos “qué quieren hacer”. Considera que los padres suelen pedir tarea como “algo para hacer” más que para afianzar aprendizajes. “Este es un gran debate que nos debemos todos los docentes: cuál es el sentido de la tarea. Es una oportunidad para reflexionar junto a los padres”, propone a modo de discusión al interior de las escuelas.
  Teresa está convencida que el receso escolar es tiempo de disfrute, de ponerse al día con las relaciones familiares y hasta de no hacer nada. “A veces hay miedo como padres a que los chicos no hagan nada. Más que respuestas hay que generar preguntas. A lo mejor ese momento (de descanso) cada chico  lo aprovecha para hacer algo distinto a lo que lo cargamos a diario y ese «nada» resulta algo realmente creativo”, invita a pensar.

Actividades lúdicas. Carina Ramos es la vicedirectora del Hogar Maternal Nº 2, una escuela donde los chicos pasan nueve horas diarias, desayunan, almuerzan y meriendan. “Aquí trabajamos de otra manera, casi no damos tareas, sólo los fines de semana”, comenta sobre la rutina propia de esta escuela. En ese perfil es que las actividades sugeridas para el receso escolar son todas recreativas. “No nos encasillamos con ningún formato, cada grado propuso alguna idea lúdica, recreativa, por lo general relacionada con el juego de palabras”, dice Carina. Y entre esas recomendaciones para los alumnos estuvo la de disfrutar de la literatura ofrecida a través de los libros que llegaron para la biblioteca del aula a través del Plan de Lectura Nación: “Se llevan los libros a la casa, pero con la intención que sea para hacer una lectura placentera”.
  Carina sabe que las familias de sus alumnos, al igual que pasa en otras escuelas, siguen trabajando y que los días sin clases les implican toda una reorganización. Pero también asegura que el tiempo de descanso es necesario para todos, para cambiar rutinas y sobre todo “refrescarse”, “retomar con fuerzas la segunda mitad del año”. Una mirada sobre la que subraya: “Solas las docentes no hacemos nada, para todo necesitamos de los padres”. Además de las actividades lúdicas, los chicos del Hogar Maternal 2 también tienen la sugerencia de visitar espacios públicos gratuitos, como la Granja de la Infancia.

Que no sea obligación. No mirar a la tarea como una obligación o un reclamo de “hacer algo” es para Patricia Escudero un buen desafío. Es maestra en las Escuelas Nº 114 y 1.318, donde enseña tanto a los de los primeros grados como a los que ya están por terminar la primaria. “Hay papás que piden a gritos tarea de vacaciones, así mantienen a sus hijos en casa, haciendo algo que no sea videojuegos, la compu o la calle, para evitar el ocio, la junta con los problemáticos del barrio”, cuenta de los argumentos que suelen compartirles las familias cuando demandan ejercicios para hacer en casa.
  Patricia se interroga si ese tipo de propuestas tienen sentido. Más porque es conocido que “terminan cumpliéndose a último momento y con los padres refunfuñando”. Piensa que si se trata de ofrecerles alguna actividad será más beneficiosa aquella que refuerce lo aprendido y les “permita desarrollar su ingenio con el tiempo extra que brindan las vacaciones”.
  La maestra que enseña en escuelas de la zonas sur y oeste de la ciudad se detiene a pensar en el debate que se abre con los chicos de primer grado, aquellos que están haciendo los primeros pasos en la lectura y la escritura. Considera que aquí es clave el aprendizaje “con otros, en forma colectiva, complementando la formación individual”. Y es entonces que apela al interés y al acompañamiento necesario de los adultos que conforman el grupo familiar de los más pequeños, para leerles un cuento, ayudarlos con la lectura de un cartel en la calle, mostrarles un interés por lo que aprende, algo que “sería mucho más productivo que hojas de tareas” para hacer.
Calendario escolar
Desde este lunes y hasta el 24 de julio, todos los escolares santafesinos estarán de vacaciones de invierno. El receso escolar en la provincia alcanza a los distintos niveles educativos y modalidades: desde el jardín de infantes a los estudiantes de nivel superior. Para estas mismas semanas también estarán de vacaciones los alumnos de las provincias de Catamarca, Chaco, Córdoba, Corrientes, Chubut, Entre Ríos, Formosa, Jujuy, La Pampa, Misiones, Río Negro, San Luis, Santiago del Estero, San Juan y Tierra del Fuego. En tanto que el receso escolar de invierno ya comenzó para las escuelas de las provincias de La Rioja, Mendoza, Neuquén, Salta y Tucumán, jurisdicciones donde se extenderá hasta el viernes 17 que viene.
  A a su vez, del 20 al 31 de julio el tiempo de descanso será para los alumnos de las provincias de Buenos Aires, Santa Cruz y de la Ciudad de Buenos Aires.

Fin de clases. Por otro lado, y de acuerdo con el calendario escolar de Santa Fe, los estudiantes secundarios terminan las clases del ciclo lectivo 2015 el 11 de diciembre próximo y los chicos de los niveles inicial (jardines de infantes) y primario  el 18 de diciembre.

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