ROSARIO Reinauguran con música el renovado Galpón 11

A partir de un convenio entre el municipio y la empresa San Cristóbal, que realizó una inversión cercana a los cuatro millones de pesos, el espacio de Paseo de las Artes y el río reabrirá con un acondicionamiento de primer nivel.

Rosario 12 | 

 A partir de un modelo de asociación público-privada superador a anteriores experiencias, el Galpón 11 reabrirá mañana sus puertas con un reacondicionamiento técnico que viene a saldar algunas falencias históricas. Es que, a partir de una inversión de la aseguradora San Cristóbal que ronda los cuatro millones de pesos (con tres cuartas partes del monto destinado a equipamiento), el espacio de Paseo de las Artes y el río atravesó un proceso de reacondicionamiento técnico y acústico que le agregará calidad a su histórica funcionalidad. Bastión de la escena rockera local, el viejo galpón portuario se ampliará además a diversas expresiones musicales, con la propia reapertura como claro ejemplo: programada para desarrollarse mañana, desde las 15.30, la inauguración del flamante Galpón de la Música incluirá la actuación del grupo local Maquiavelos y Estafados y de Fernández 4, proyecto de jazz alternativo liderado por Cirilo Fernández y Daniel "Pipi" Piazzolla.

Proponiéndose como un nuevo modelo de interacción entre el Estado municipal y el sector privado, el convenio de refacción del Galpón 11 tendrá características disímiles a propuestas como las que se llevaron adelante, por caso, en La Casa del Tango. Es que, a partir del interés demostrado por San Cristóbal Seguros (que impulsó experiencias similares en Córdoba y Mar del Plata), el antiguo galpón portuario afrontó una renovación integral a cambio de un convenio beneficioso para el municipio, que durante cinco años deberá ceder el uso a la empresa en 19 oportunidades (durante los primeros dos años San Cristóbal podrá desarrollar seis actividades culturales por temporada, mientras que en los tres restantes completará otras nueve funciones). Además, la aseguradora tendrá el sponsoreo exclusivo del Galpón únicamente durante el primer año.

Con un trabajo de acustización de primer nivel, construcción de camarines, sala de producción, sala de ensayo y estudio de grabación, el Galpón de la Música reabrirá con una capacidad ocupacional adaptable a dos módulos (para 300 o 700 personas), lo que permitirá atender a la demanda de grupos con convocatoria intermedia. Y si bien históricamente el espacio estuvo vinculado al rock (convirtiéndose incluso en sede de la Escuela de Rock municipal), la programación estará abierta a distintas expresiones musicales. "Lo meritorio de esta nueva etapa es que no estará destinado sólo al rock --distinguió a Rosario/12 el secretario de Cultura, Horacio Ríos--. Buscamos que sea para la música en general, por eso se le dará participación a agrupaciones musicales independientes para que todos los estilos puedan tener cabida".

Por otra parte, la reapertura del espacio amplía la oferta para una escena musical rosarina que se vio afectada por los conflictos que los bares culturales debieron afrontar para intentar adecuarse a normativas municipales obsoletas. De hecho, previo a la última elección el grueso de los candidatos a concejales mantuvieron reuniones con el sector, comprometiéndose a avanzar en nuevos marcos legales que reemplacen el decreto 2474, sancionado en 2014.

Al respecto, Ríos consideró: "Estoy de acuerdo con que tiene que haber una nueva ordenanza. Pero también creo que el decreto que se sacó, hasta tanto salga la nueva normativa, es muy superador. Es muy importante que, mientras tanto, los bares culturales puedan funcionar. Lo digo como intermediario, porque no somos el Concejo ni el Ejecutivo, sino que como representantes del Ejecutivo lo que hicimos fue intermediar para encontrar normativas que flexibilicen contenidos que no están en la normativa actual, donde la figura de los bares culturales no existe. Eso se trabajó en conjunto, hay un mérito muy importante de gente de los bares que trabajó y ayudó mucho para que se llegara a este decreto, que funciona. Pero es necesaria una nueva normativa, ya no sólo por los bares culturales, sino porque hay que hablar de la nocturnidad, que ha cambiado. Hay que abordar problemas como la relación entre el vecino y el espacio, la seguridad y la zona, el espacio cultural y el afuera. El espectáculo artístico no molesta a nadie, pero hay que trabajar en una ordenanza que aborde la nocturnidad en general".