jueves, 7 de mayo de 2015

Un masivo derrame de cloro en una fábrica dejó dos operarios graves

Están internados en terapia intensiva con pronóstico reservado con quemaduras, irritación ocular severa y neumonitis química. Más de 15 mil litros de agua y casi cinco horas necesitaron los Bomberos Zapadores para limpiar el enorme derrame de cloro que se produjo en la empresa Cromo Chemical SRL, una fraccionadora de productos de limpieza que funciona en San Luis 4437.
La Capital | 
Un masivo derrame de cloro en una fábrica dejó dos operarios graves
     La rotura de un tanque con 9 mil litros de cloro provocó quemaduras y afectó las vías respiratorias de tres empleados del lugar que fueron derivados a un centro de salud privado —dos de ellos internados en terapia intensiva—, además de quemaduras menores, irritación ocular y afecciones respiratorias leves en otra veintena de personas, algunos también trabajadores de la firma y otros vecinos del lugar. El depósito contaba con la habilitación municipal, aunque ayer se le impuso una clausura preventiva. Sin embargo, para algunos vecinos "los malos olores y las molestias" eran cosa de todos los días (ver aparte).
    El pedido de auxilio ingresó al cuartel de Bomberos Zapadores a las 8.45, por un estallido. Según detalló horas más tarde el subdirector de Policía y responsable del cuerpo de bomberos, Andrés Lastorta, un tanque de fibra de vidrio con 18 mil litros de capacidad se rompió y derramó los 9 mil litros de cloro que tenía en su interior.
    "Al romperse tumbó una pared del depósito y tomó contacto con otros productos que había en el lugar, como del detergente, provocando una nube tóxica que no sólo afectó a los empleados que estaban en el lugar, sino que también alertó a los vecinos", indicó Lastorta.
    Los bomberos trabajaron durante más de cinco horas para disipar el cloro expandido por todo el lugar, y para eso requirieron más de 10 cubas de agua, por lo que estiman que tiraron en el lugar por lo menos 15 mil litros de agua. Así y todo, pasado el mediodía el olor persistía en la cuadra de San Luis al 4400, y los propios bomberos recomendaron a los titulares de la empresa mantener el espacio aireándose por varias horas más.
    Si bien no cuestionaron el material del tanque en el que se almacenaba el cloro, el titular de bomberos aclaró que la fibra de vidrio "tiene un tiempo de vida útil y habría que ver en qué estado estaba"; del mismo modo que recalcó que era un espacio donde "no se puede trabajar sin protección y hay que hacerlo con mascarillas, guantes y botas de seguridad, por el tipo de sustancias que se manipulan".
    Estallido. El ruido, el olor y los gritos de la decena de empleados que se encontraba en el lugar alertaron a los vecinos. "Eran impresionantes los gritos de los muchachos que salían corriendo de ahí adentro porque se estaban quemando con los químicos. Y el olor no se aguantaba", contó Diego, un operario que trabaja en una obra que está ubicada sobre el pasaje Sicilia, a 50 metros del portón de ingreso a la empresa.
    Al lugar concurrieron cinco ambulancias de la empresa privada de emergencias Ecco y otras tres del Sistema Integrado de Emergencias Sanitarias (Sies), que sólo en el lugar atendieron a unas 20 personas con diferentes afecciones leves.
    Según detalló el director del Sies, Adrián Pafundi, "empleados de la firma y vecinos fueron asistidos en el lugar con quemaduras menores, irritación ocular leve, dificultades respiratorias leves y también crisis de angustia, y no requirieron ningún tipo de traslado".
    Sí hubo tres empleados de la firma que fueron derivados al Sanatorio Mapaci, dos de ellos internados en terapia intensiva y con pronóstico reservado. "Uno de los pacientes, de 28 años, sufrió quemaduras en miembros inferiores, irritación ocular severa y neumonitis química provocada por la inhalación de tóxicos, por lo que está alojado en terapia intensiva; al igual que otro hombre de 31 años, que también sufrió neumonitis química", detalló Pafundi.
    El tercero de los heridos es un hombre de 33 años, que ante el hecho hizo un broncoespasmo severo y quedó alojado en una sala común del sanatorio.
    Habilitada. Empleados y familiares de trabajadores de la empresa estuvieron en lugar durante varias horas. "No sabemos qué fue lo que pasó, porque se trabaja con todas las medidas de precaución", dijo una empleada administrativa, y dejó entrever la preocupación de muchos por la fuente de trabajo.
    La firma Cromo Chemical SRL cuenta con tres plantas en San Luis 4437 y poco más de mil metros cuadrados habilitados por el municipio para funcionar como depósito y venta mayorista de productos de limpieza y sanitación, según confirmó ayer el responsable de Habilitaciones, Rodrigo Gutiérrez.
    Hace una semana, el 29 de abril, el edificio había sido inspeccionado por agentes de la Secretaría de Control de la Municipalidad y se comprobó que las condiciones de higiene y seguridad del lugar estaban en orden. "Contaba con la dotación de elementos de lucha contra incendio (matafuegos); la instalación eléctrica estaba en buen estado con protecciones en llaves térmicas, disyuntor diferencial y puente a tierra; tenía salidas de emergencia en los tres niveles y el entrepiso; contaba con el estudio de las prevenciones de situación, construcción y extinción, y el estudio de cálculo de carga de fuego; y había presentado un plan de evacuación y hojas de seguridad de los distintos productos que se manipulan en el lugar", detallaron desde el área de control.
    Ayer el edificio fue clausurado preventivamente y como ya tenía previsto trasladarse a un predio en Villa Gobernador Gálvez, desde el municipio estimaron que no volverá a abrir en el lugar.
    Gran malestar de los vecinos con la empresa
    El depósito y dos plantas de la empresa Cromo Chemical SRL se levanta en San Luis 4437, en un barrio de casas bajas que ayer no salía de la conmoción que provocó el derrame de más de 9 mil litros de cloro.
    "Pasan las horas y el olor no se va", comentó una vecina. Hacia el oeste del galpón de la la empresa hay dos viviendas, el Centro de Educación Física Nº 6 y el Club Servando Bayo, y hacia el este otras tres casas particulares. "Con sólo mirar el barrio, cualquiera se puede dar cuenta de que éste no es un lugar para que funcione una fábrica así", sumó otro vecino. Los olores, un principio de incendio que se produjo meses atrás y ahora este derrame de cloro, volvieron a encender la queja de quienes conviven todos los días con la empresa. "Los olores a cloro y a las perfuminas que usan a veces son fuertes, y apenas se instalaron yo sufrí una alergia en la piel", afirmó Susana, que vive en la vereda de enfrente, a pocos metros del portón de ingreso. "Este no es un barrio para una fábrica de este tipo, que tiene que estar en un descampado", sumó Ricardo, propietario de un comercio situado en la misma cuadra, a 20 metros de la firma. El hombre reiteró que "hay olores" y recordó que "un viernes a la noche también se armó una nube de humo que no se sabía qué era". A las molestias que causa el propio funcionamiento de la empresa, los vecinos sumaron el hecho de que "es una cuadra con mucha circulación de gente" y entre los argumentos agregaron que "a pocos metros está el club y hay cantidad de chicos de escuelas que pasan por ahí".

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