sábado, 10 de enero de 2015

SANTA FE: En la requisa a la Seccional 3ª hallaron hasta una ruleta

En el operativo del martes se encontraron elementos de lujo en las celdas de los presos como aires acondicionados, celulares, televisores y el juego de azar. Hay tres policías en disponibilidad. “Estamos investigando para castigar a los que corresponde", dijo Ignacio del Vecchio, secretario de Control de Asuntos Internos.

Autor:Juan baialardo / Diario UNO Santa Fe -


Autor:Juan baialardo / Diario UNO Santa Fe -
El hallazgo de una ruleta y otros objetos de lujo en los calabozos de la Comisaría Tercera fue el detonante para que el flamante jefe de la Unidad Regional I, Adrián Rodríguez –quien asumió el miércoles pasado–, inicie un sumario administrativo a siete agentes de esa dependencia policial y a tres de ellos los pase a disponibilidad.
En la seccional ubicada en la esquina que forman las calles Balcarce y Lavalle, del tradicional barrio Candioti de la capital provincial, durante una requisa se encontraron objetos prohibidos entre las pertenencias que tenían los detenidos. Las celdas en las que se encontraban unos 20 presos vinculados a la Justicia Federal estaban equipadas con aires acondicionados, televisores de alta tecnología y también se secuestraron, entre otros elementos, teléfonos celulares y hasta una ruleta.
Si bien fuentes allegadas a la causa, en principio, descartan que en el lugar haya funcionado un minicasino o una sala de juego clandestino, todavía es materia de investigación cómo llegó ese elemento a las celdas y si solo se trataba de un mero pasatiempo para los detenidos.
El operativo realizado el martes pasado se realizó a partir de un llamado anónimo que advertía sobre un presunto intento de fuga de los presos alojados en esa dependencia. En el lugar se hicieron presentes efectivos del Grupo de Operaciones Especiales y del Cuerpo Guardia de Infantería junto al fiscal Roberto Apullán, quien pidió la intervención de Asuntos Internos debido a las irregularidades con las que se encontró desde un primer momento.
La inspección de aquella mañana estuvo comandada por Juan Pablo Garro en sus últimos minutos como jefe de la Unidad Regional I, antes de tomarse una licencia forzosa debido a las acusaciones de organismos de derechos humanos y entidades judías sobre su admiración al nazismo. Cuando los comandados por Garro ingresaron al lugar a hacer la requisa en busca de boquetes o fallas edilicias que pudieran permitir la fuga, fue que se observó que los detenidos tenían en sus celdas varios bienes que les estaban absolutamente prohibidos.

Materia de investigación
Para deslindar responsabilidades, actualmente se están analizando los libros de guardia de la Comisaría 3ª correspondientes a los últimos seis meses. Eso se debe a que, como el jefe de esa seccional cambió hace un mes y medio, esos documentos servirán a los investigadores para determinar si las irregularidades en esa dependencia se vienen dando desde hace 45 días o más.
Pero como las faltas detectadas fueron muy grandes no habría que descartar que en las próximas horas se le inicie un sumario y se pida el pase a disponibilidad del exjefe de zona, que dejó su cargo el lunes 5 de enero, justo un día antes de la requisa a la Seccional Tercera. Por lo general, lo que está estipulado, casi como una regla no escrita dentro de la fuerza, es que los jefes de zona realicen ese tipo de procedimientos dentro de las celdas de los detenidos con determinada periodicidad de tiempo.
En ese sentido, las fuentes consultadas por Diario UNO sostienen que “normalmente cada dos meses” los calabozos de las seccionales deberían ser objeto de inspección. Sin embargo, en este caso eso no sucedió durante un largo período. Sí se realizaba un control administrativo de la dependencia, pero los jefes de seccional y de zona no habrían hecho lo propio con los lugares donde estaban alojados los presos.
Las primeras informaciones surgieron a partir de la documental secuestrada en la dependencia policial más los testimonios que se le tomaron a todos los agentes que prestan servicio en el edificio de Balcarce esquina Lavalle. La lista de agentes en problemas se ampliaría notoriamente en los primeros días de la semana que viene. En total habrían sido 18 los efectivos policiales que tuvieron que declarar y es casi un hecho que se pedirá el sumario administrativo de ese personal porque no es normal que en un penal haya aires acondicionados, televisores, ruletas y celulares. Los efectivos lo sabían y por omisión, por no denunciar a sus superiores, una vez que se terminen de estudiar las 600 fojas de los libros de guardia –trabajo que se estima concluir el martes que viene– se sugeriría que se les inicie el sumario administrativo.
Una de las patas de la investigación está tratando de determinar desde cuándo se estaba dando esta situación plagada de irregularidades que incluía bienes prohibidos en manos de los internos, visitas fuera del horario y una extensa cadena de controles que todo haría indicar que nunca se hicieron. Por ese motivo, el factor sorpresa de la requisa del martes pasado parece haber sido vital para dar con todos los elementos prohibidos ya que tampoco hubo posibilidades de hacer desaparecer esos bienes como podría suceder ante un procedimiento de rutina.
Otro de los puntos que llamó la atención fue que en esa dependencia casi todos los detenidos estaban vinculados con causas de la Justicia Federal. “Lo más lógico sería que terminen alojados en una unidad penal como Coronda”, admitió a Diario UNO una fuente que pidió reserva. El “detalle” de que la mayoría de los detenidos tengan cuentas pendientes con la Justicia Federal no es menor. Entre los presos que pasaban sus días en esa dependencia se encontrarían al menos tres nombres vinculados a causas por narcotráfico, y uno de ellos sería uno de los policías que fue pasado a disponibilidad por el escándalo del camión hallado en Arroyo Leyes con 1.600 kilos de marihuana.
Que al menos tres procesados por drogas cuenten con teléfonos celulares en sus celdas hace pensar que puedan seguir en plena actividad delictiva desde el cómodo penal de barrio Candioti. De hecho, una de las primeras actuaciones que habría tomado el fiscal sería una requisitoria sobre las llamadas que se hicieron desde esos aparatos.
Ante la consulta de Diario UNO sobre todas estas irregularidades que se habrían detectado durante la requisa del martes pasado, Ignacio del Vecchio, secretario de Control de Asuntos Internos, confirmó que están trabajando desde el primer momento a las órdenes del fiscal Apullán y agregó: “Más allá de las actuaciones que disponga la Justicia, desde Asuntos Internos se va a profundizar la investigación administrativa y se va a llegar hasta las últimas consecuencias”.
El funcionario dijo, también, que ante este tipo de hechos “siempre se intenta priorizar el buen accionar de los policías y dejar de lado a los efectivos que no ayudan” a la fuerza. “Estamos investigando para castigar a los que corresponde y para que a la cabeza de la Policía queden los buenos policías”, concluyó.



Por Hipólito Ruiz / Diario UNO de Santa Fe

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