jueves, 29 de enero de 2015

ROSARIO Denunció a un chofer de un micro porque "sacó un arma y disparó"

Un automovilista dijo que, tras sufrir un altercado, el conductor del colectivo le dijo que se fuera porque lo "iba a matar". Ocurrió el pasado lunes en Circunvalación y Eva Perón. Héctor González estaba al mando de un Chevrolet Asta color gris. Viajaba junto a su pareja.
La Capital | 
Denunció a un chofer de un micro porque

 Héctor González nunca imaginó que la noche fuera a terminar así. El hombre venía conduciendo su automóvil por avenida de Circunvalación, cuando al llegar a la altura de calle Eva Perón (ex Córdoba) un colectivo de larga distancia lo encerró. El incidente derivó en una violenta discusión en la cual, según denunció el automovilista, el chofer del micro sacó un arma y disparó al aire. Gendarmería demoró el ómnibus en Totoras, lo requisó y no encontró el arma. Un móvil de la policía provincial nunca llegó al lugar porque "le había surgido otro inconveniente", según consta en el acta de la fuerza de seguridad nacional.
Todo se desató el lunes pasado, antes de las 23, cuando González regresaba a su casa junto a su pareja. Iban en su automóvil, un Chevrolet Astra color gris que ayer todavía exhibía los signos de un golpe en la parte trasera.
La pareja circulaba por Circunvalación con destino al barrio Cristalería. Apenas habían pasado la ex Córdoba cuando un colectivo de la firma Expreso del Oeste lo encerró.
Una maniobra que provocó el intercambio de reproches. "El colectivero me insultó, puse la baliza, lo pasé y coloqué al auto adelante del micro para que parara. Entonces, el colectivero me choca y me levanta. Frena, avanza y cuando bajamos el vidrio de la ventana para preguntar qué hacía, el conductor sacó un revólver por la ventanilla del micro y tiró un tiro", contó González.
Después, según el relato del automovilista, el conductor se bajó del ómnibus, con el arma en la mano. "Yo quería que me diera los papales del seguro. Pero me dijo que me vaya porque me mataba, que me iba a cohetear. Y mientras tanto me apuntaba con una pistola calibre 22".
El incidente quedó asentado en un parte de la subcomisaría 2ª, con jurisdicción en la zona, hasta donde la pareja llegó en medio de un ataque de nervios. El día siguiente, el hombre denunció también el hecho en la oficina que la delegación local de la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT) tiene en la estación de ómnibus Mariano Moreno.
González, también chofer de micros de larga distancia ya jubilado, aseguró que todavía no puede creer lo que vivió. "Son conductores profesionales, están al frente de un servicio público y transportan personas. No pueden comportarse como delincuentes", advirtió mientras mostraba las huellas que dejó el choque en la parte trasera de su auto.
Demorado. Informada del episodio, una patrulla de Gendarmería detuvo el micro en la localidad de Totoras, a las 23.40. Los efectivos identificaron a los choferes del micro que llevaba 36 pasajeros desde la terminal de Retiro (Buenos Aires) hacia Tucumán.
De acuerdo al acta, los uniformados requisaron el micro y el equipaje de los conductores donde no encontraron armas de fuego ni de puño. Al mismo tiempo, se revisaron los paragolpes delantero y trasero y los costados del colectivo "sin encontrar indicios de haber colisionado con otro vehículo".
Pero lo más curioso, llegará sobre el final del documento. Allí se deja constancia que, sobre la medianoche, la guardia de Gendarmería asentada en el puente Rosario Victoria pide que se demore al ómnibus porque tiene una denuncia del conductor del coche, y que "personal de la policía de Santa Fe del 911 enviaría un patrullero para que el micro regrese a Rosario".
Sin embargo, una hora más tarde, el jefe de la guardia del puente indicó un cambio de planes ya que, siempre de acuerdo al acta, "el personal del 911 no podrá hacer su presencia en el lugar porque le había surgido otro inconveniente, haciendo que el micro continúe su destino".
Calles violentas. No es la primera vez que las crónicas periodísticas registran hechos de violencia que se produjeron como consecuencia de discusiones de tránsito.
El 29 de julio pasado fue noticia el caso de un hombre de 44 años que terminó internado en el Hospital de Emergencias Clemente Alvarez (Heca) tras recibir una seria herida cortante en una pierna en medio de una pelea con otra persona por un incidente de tránsito. La pelea había comenzado en avenida San Martín y Ayolas, sobre las 21.30.
En mayo. Cuatro meses antes, el 12 de mayo, se contó lo sucedido frente al colegio "Vivir y convivir", de Magallanes y Mendoza. Al mediodía, justo cuando los chicos ingresaban a clase, el padre de un alumno reprochó a un vecino que había ingresado con el auto a alta velocidad a la cortada. Sin mediar otras palabras, el conductor lo atacó con un arma blanca en el abdomen.
No obstante, el caso más grave se registró el 10 de julio cuando, un hombre de 30 años murió en Seguí y Avellaneda. El muchacho había rozado con su vehículo a otro coche y se enfrascó en una discusión con su conductor que fue subiendo de tono hasta que pasaron a la agresión física. Al recibir una trompada, el joven cayó al piso y se golpeó la cabeza contra el cordón de la vereda, lo que le causó la muerte en el acto.
La firma de transporte negó el hecho
Frente a la consulta de La Capital, desde la oficina de prensa de la empresa Expreso del Oeste se descartó que sus choferes hubieran amenazado con una pistola conductor de un vehículo particular. Según explicaron, la Gendarmería no constató la existencia de armas de fuego cuando efectuó la requisa a la unidad y a los conductores, como así tampoco notó daños en el micro. Al mismo tiempo advirtieron que, de haberse generado una discusión de ese tenor, los 36 pasajeros que viajaban en la unidad lo hubieran notado y denunciado ante los gendarmes. “Para nosotros se trató sólo de una discusión de tránsito. No hubo nada más”, indicaron a este diario voceros de la compañía de transporte.

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