viernes, 26 de diciembre de 2014

Este año, 2.076 alumnos enfermos pudieron seguir estudiando en la provincia de Santa Fe

Se trata de niños, jóvenes y adultos que continuaron sus trayectos escolares a través de la modalidad domiciliaria y hospitalaria. El balance de 2014.

La posibilidad de que niñas, niños, jóvenes y adultos completen cada una de las etapas de la educación obligatoria es uno de los desafíos centrales de la provincia y el país. Por eso, modalidades como la educación hospitalaria y domiciliaria se convierten en ejes centrales para garantizar la continuidad de la escolarización aun en situación de enfermedad.

A lo largo de este año, 576 alumnos estudiaron desde sus hogares mientras se recuperaban de alguna enfermedad o intervención. Pero, además, otros 1.500 lo hicieron en los hospitales. Por lo que, para los responsables de la modalidad, el balance es sumamente positivo y plantea objetivos de superación para el próximo ciclo lectivo.

La modalidad domiciliaria está pensada para que los estudiantes que deben pasar largas enfermedades, tratamientos o recuperaciones en sus hogares no pierdan el vínculo con la escuela ni se atrasen con los contenidos. Para ello, el Ministerio de Educación ha establecido que sean docentes de su escuela sede –a la que asiste cuando está sano– los que se encarguen de darles clases especiales y mantener el ritmo que tiene el resto de sus compañeros de curso.

En 2014 fueron 576 los alumnos que recurrieron a esa modalidad, 441 de ellos pertenecen a escuelas de gestión oficial y 135 a privadas. Para ofrecerles las clases necesarias para garantizar su escolarización se convocó a 750 docentes de escuelas públicas y 249 de privadas. En los casos en los que los chicos obtuvieron el alta se ha garantizado su reinserción en sus respectivos cursos.

La estrategia de que sean docentes de las escuelas de origen de los estudiantes enfermos, a los que se les asigna horas a término para que atiendan a sus alumnos fuera del horario escolar, en sus hogares, se realiza con el criterio de que lo mejor para un alumno al que le toque vivir una situación de enfermedad es poder mantener un vínculo con sus docentes, sus compañeros y su escuela, mientras no pueda asistir a clases.

Por otro lado, en la provincia funcionan dos escuelas hospitalarias: una en Santa Fe y otra en Rosario. Allí se recibió a 1.500 alumnos este año. En la capital provincial fueron 878. De ellos, 122 corresponden al nivel inicial, 614 al primario, 113 al secundario y 39 a la modalidad especial.

La directora provincial de Programas Socioeducativos, Carolina Bittel, explicó a Diario UNO: “La modalidad, año a año, nos llena de satisfacción porque implica poder pensar que vamos alcanzando los objetivos de la política inclusiva que estamos pensando. El servicio nos permite estar pensando y concretando trayectorias alternativas para alumnos que se enferman y eso, en los distintos niveles, tiene un impacto importante”.

Y agregó: “En el campo del nivel secundario nos sirve para acompañar situaciones en el marco del plan Vuelvo a Estudiar con adolescentes que habían interrumpido su trayectoria por una situación de enfermedad. Y, sin dudas, nos permite avanzar en otro de los ejes de la política que es la escuela como institución social. Trabajar con docentes que los chicos tienen en sus escuelas nos permite hacer un vínculo con el territorio que es muy importante. Por lo tanto hacemos un balance positivo del trabajo de este año”.

Perspectivas e integralidad
La modalidad hospitalaria y domiciliaria se implementa desde 2011 y se garantiza de dos maneras: a través de las escuelas primarias hospitalarias Nº 1391 en Rosario y Nº 1392 en la ciudad capital, y a través del servicio hospitalario y domiciliario provincial, que se ofrece para todos los niveles de la educación en todo el territorio provincial. Antes de ese año, la escuela de Santa Fe dependía del Sadop.

Consultada sobre el balance del trabajo realizado, Bittel indicó que se reforzó el vínculo en los hospitales de niños de Santa Fe y Rosario, en la realización de encuentros provinciales y en establecer líneas de capacitación para el personal. “Sin dudas, la modalidad ha crecido por la misma demanda. Se ha dado a conocer un servicio que forma parte de una herramienta con la que cuentan la escuela y la familia para garantizar las trayectorias escolares”, explicó la funcionaria.

Y añadió: “El próximo año el objetivo es “seguir consolidando el sistema para que no haya ninguna persona que no sepa que existe esta herramienta; proyectar más encuentros de intercambio de experiencias; y, entendiendo que es un trabajo multidisciplinar, seguir vinculándonos y articulando con otras áreas como Salud para pensar la integralidad de las situaciones que atraviesan los chicos”.

Según datos oficiales, desde 2011, se ha atendido a cerca de 4.700 alumnos tanto en las escuelas hospitalarias como en el servicio educativo domiciliario. En el mismo período, unos 1.770 maestros, de todos los niveles y modalidades, participaron de la experiencia.

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