sábado, 8 de noviembre de 2014

La peor noticia: confirmaron que los 43 estudiantes mexicanos fueron asesinados e incinerados

La fiscalía general mexicana confirmó que los tres detenidos reconocieron su participación en el asesinato.

La fiscalía general mexicana confirmó que los 43 estudiantes desaparecidos el pasado 26 de septiembre en el estado sureño de Guerrero fueron asesinados por miembros del grupo criminal Guerreros Unidos, según declaraciones de los tres nuevos detenidos que se declararon autores del crimen.

El fiscal Murillo Karam, realizó el anuncio en una conferencia de prensa en la que anunció la detención de Patricio Reyes "El Pato"; Jonatan Osorio "El Jona"; Agustín García "El Chereje", miembros de ese grupo criminal que reconocieron su participación en el asesinato de los 43 estudiantes, reportó la agencia Efe.

Previamente, Felipe de la Cruz, familiar de un joven que sobrevivió a la violencia del 26 de septiembre, informó que se encontraron seis bolsas con restos humanos y cenizas, pero no confirmó que se trate de "los muchachos".

La reunión entre el procurador y los padres se realizó en privado en un hangar de la aeropista de Chilpancingo, capital del estado de Guerrero, 280 kilómetros al sur de la capital, durante unos 40 minutos.

Al salir, el abogado de las familias, Vidulfo Rosales, se limitó a decir que Murillo Karam les había dado noticias "delicadas". La procuraduría general de la república convocó para más tarde a un mensaje a la prensa.

Los familiares salieron en grupo y se subieron a autobuses para dirigirse hacia la escuela de sus hijos, la Normal Rural "Raúl Isidro Burgos", ubicada cerca de Chilpancingo. También tienen previsto informar más tarde a la prensa, reportó la agencia DPA.

Los estudiantes desaparecieron el 26 de septiembre después de ser perseguidos y atacados por policías municipales en alianza con narcotraficantes del cartel de Guerreros Unidos en la ciudad de Iguala, unos 200 kilómetros al sur de ciudad de México. Esa noche hubo, además, seis muertos y 25 heridos.

Los estudiantes habían ocupado en Iguala unos autobuses para usar en su traslado a la capital de México donde iban a participar de la conmemoración de la masacre de Tlatelolco de 1968, y la policía los interceptó por órdenes del alcalde José Luis Abarca para evitar que sabotearan un acto de su esposa. Ambos están detenidos como presuntos autores intelectuales.

Fuente: Télam

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