sábado, 27 de septiembre de 2014

STA FE: Una familia se intoxicó con un veneno mortal en pleno centro de San Lorenzo

Viven arriba de una empresa donde acopiaban cereal, que aplicó fosfina en una desratización. La mujer y dos de sus hijos están internados en Rosario. Interviene la Justicia.
La Capital | 
Una familia se intoxicó con un veneno mortal en pleno centro de San Lorenzo

 Una mujer de San Lorenzo y dos de sus hijos pequeños permanecen internados en el Sanatorio de Niños de Rosario tras una intoxicación con fosfina, el mortal veneno que se riega dentro de los transportes de cereales y que ha cobrado la vida de varios camioneros. La familia quedó expuesta a los gases que emana este químico luego de que en el depósito de maíz que está debajo de su vivienda se esparciera una importante cantidad del producto para erradicar una numerosa población de roedores que había proliferado en el lugar.
A raíz de las quejas de algunos vecinos ante la presencia de ratas y ratones que salían del céntrico galpón cargado de maíz que la firma certificadora de cereales Cotecna posee en bulevar Oroño 743, la gerencia contrató un servicio de fumigación que, ante la gran cantidad de alimañas, habría utilizado una dosis mayor de fosfina a la que se utiliza habitualmente. "No nos avisaron en ningún momento que iban a desratizar; nos cuidaron poniendo cintas en la parte de abajo de la puerta para que no pasara el producto, pero en la cocina tenemos un hueco que da directamente al lugar donde tienen los granos", contó a La Capital Rosana Bresca, de 36 años, que desde hace dos días permanece junto a sus hijos Matías (10) y Joaquín (6), internados en el sanatorio rosarino.
Una semana. La mujer recordó que el tóxico fue colocado el pasado jueves 18, y que al poco tiempo comenzaron a sentir el típico olor nauseabundo de los gases que se desprenden una vez que las pastillas de fosfuro de aluminio toman contacto con la humedad del aire.
"Recién el domingo yo empecé con mucha tos y conjuntivitis. Matías arrancó con estos síntomas el martes y Joaquín ayer (por el jueves último), pero sólo con náuseas, comiendo muy poco y con mucho sueño", comentó esta misionera que hace poco se radicó en San Lorenzo y que trabaja como maestra jardinera en Puerto San Martín. Su tercer hijo, de 15 años, no estuvo sufrió los efectos del producto porque el domingo posterior a la aplicación del tóxico salió de viaje de estudios al cerro Champaquí, en Córdoba.
Rosana, que debería recibir atención en el Sanatorio Parque pero no se mueve de al lado de sus hijos, esperaba al cierre de esta edición los resultados de los análisis de las muestras de sangre que les tomaron anteanoche. "No sabemos todavía bien qué tenemos. A mí me inyectaron un decadrón y me dieron antialérgicos. A los nenes les pasaron suero y a Matías lo están tratando exclusivamente con corticoides. A Joaquín no le están dando nada", detalló.
Clausurado. Ni bien comenzaron a tener síntomas de intoxicación, Rosana y sus chicos fueron evaluados por un sistema privado de emergencias y en consultorios médicos de San Lorenzo. Con los respectivos certificados, la mujer se presentó anteayer a la policía y radicó una denuncia por lo sucedido. El tema recayó en la Fiscalía a cargo de Juan Carlos Ledesma, quien "advirtió al secretario de Gobierno, Iván Ludueña, sobre un posible depósito clandestino de cereal en ese lugar", comentó al diario digital SL24 la directora de Medio Ambiente municipal, Mónica Patricelli.
Así fue como el jueves mismo la cartera ambiental ordenó un operativo en el depósito, donde se detectaron más de 20 bolsas de cereal apiladas, que presuntamente habían sido fumigadas con fosfuro de aluminio, y se clausuró el establecimiento.
Por otra parte, Bresca ya cuenta con dos representantes legales que entre otras diligencias "van a investigar si se cumplió o no con el protocolo que se aplica en estos casos, porque nosotros estamos internados acá desde el jueves a la noche y tenemos puesta la misma ropa con la que nos fuimos de casa, y que estaría contaminada. Tenemos entendido que lo primero que se hace es sacarla y meterla en bolsas", dijó la docente, a quien le toca superar sola este mal momento porque no tiene familiares que la asistan.
En su casa, que debió abandonar abruptamente, quedaron las mascotas de sus hijos: una perrita y una gata. "Espero que estén vivas cuando volvamos", remató, con un gesto de resignación, a escondidas de los niños.
Más efectos. Rosana realizó la denuncia policial junto al ex titular de Derechos Humanos y Defensa del Consumidor de San Lorenzo Marcelo Remondino, quien advirtió que los efectos del tóxico ya puede estar llegando a otros vecinos, al punto que "16 de ellos están presentando síntomas".
El ex funcionario advirtió también que luego de la clausura llegaron al lugar camionetas de la empresa que "comenzaron a sacar bolsas del depósito", y aseguró tener registros fotográficos de esto.
Después de la denuncia, Remondino hizo un seguimiento del caso. En diálogo con este diario, comentó que, de acuerdo a lo que le manifestaron desde Toxicología de la provincia, la planta alta de Oroño 743 "no podrá volver a habitarse hasta que se constate la toxicidad del lugar".
Y para rematar, pidió también que se investigue si la empresa ahora clausurada "cumplía con los procesos de trabajo y destruía las muestras que tomaba del cereal", ante la sospecha de un "acopio ilegal de granos".

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