sábado, 13 de septiembre de 2014

ROSARIO: Una joven familia decidió irse del barrio tras sufrir un escruche en su casa

Se toparon con que desconocidos habían violentado la puerta y le habían revuelto todos los rincones buscando cosas de valor que se llevaron junto a una suma de dinero.
La Capital | 
Una joven familia decidió irse del barrio tras sufrir un escruche en su casa

 Para un matrimonio afincado en una casa de Zeballos al 4500, en el barrio La República, el jueves fue un día nefasto. Cuando en horas de la noche regresaron a la vivienda desde el Hospital de Niños, donde su pequeña hija es atendida por un grave problema de salud, se toparon con que desconocidos habían violentado la puerta y le habían revuelto todos los rincones buscando cosas de valor que se llevaron junto a una suma de dinero.
Carolina, de 26 años, y Rolando, de 30, son una pareja joven que a fuerza de trabajo lograron comprar elctrodomésticos y alguna ropa de marca. Eso fue precisamente lo que les robaron los cinco hombres que entre las 20 y las 21.30 del jueves estuvieron en su vivienda, a la que ingresaron tras romper la puerta a patadas y con ayuda de una barreta. Un pequeña hija del matrimonio sufre de osteogénesis imperfecta, la enfermedad conocida como "huesos de cristal", con lo que la familia tiene horarios fijos para entrar y salir de la vivienda a fin de asistir al hospital donde la nena está internada.
Carolina, visiblemente angustiada, contó ayer: "Cuando nos fuimos dejamos una luz prendida y al llegar, tipo nueve y media, ya vimos desde la esquina que la luz estaba apagada. Eso nos llamó la atención. Yo venía contenta por que mi hija, de un mes, está evolucionando bien de su enfremedad y queríamos festejar amasando una pizzas. Pero cuando llegamos al jardincito que está en el frente de la casa vimos la puerta rota y pensamos que nos habían robado", dijo desconsolada.
Patas para arriba. El matrimonio y su otro hijo, de 6 años, entraron a la casa que estaba "patas para arriba" y, según la joven, "habían tirado todo, los juguetes de mi hijo estaban rotos y él se puso a llorar. En el comedor dejaron armados varios paquetes como para venir a buscarlos más tarde". Y agregó: "Me agarró un ataque, casi me desmayo".
Al entrar y recorrer la pequeña casa de dos dormitorios, Carolina y Rolando notaron que les faltaba un televisor led de 32 pulgadas, una notebook, una consola de juegos, ropa de marca, distintas prendas deportivas del muchacho, ropa de bebé, anillos de oro y unos 3 mil pesos destinados a pagar el alquiler de la casa. Quedó como parte del botín un aire acondicionado split: "Tenían un montón de herramientas como para desarmar el aire, pero no hicieron tiempo", ilustró Carolina.
Según algunos testimonios, la pareja llegó a la casa apenas "cinco minutos después de que se fueran los ladrones", y la conclusión la sacaron a partir de que un vecino pudo obeservar la escena, aunque no tuvo tiempo de llamar a la policía.
Según este testigo, eran cinco hombres que se trasladaban en un Renault 11 azul, y por lo que pudieron saber a partir de otros vecinos que pasaron por su casa momentos antes del robo, primero entraron dos personas que barretearon y derribaron la puerta para hacer "una radiografía de la vivienda" y llamaron luego a los otros tres. Después, entre los cinco, embalaron y cargaron lo robado en el Renault que estaba parado en la puerta y huyeron.
Carolina está desesperada y junto a su marido tomaron la desición de dejar el barrio. "Hace dos años que estamos acá. A mí en este tiempo me robaron ya cinco veces en la calle y anoche no dormí pensando que alguien podría entrar". Mientras la joven contaba su desilusión con el barrio en el que han ocurrido varios hechos delictivos en los últimos días (ver aparte), Rolando, hincha de Newell\'s y empleado de comercio, armaba cajas y valijas para apurar la mudanza. Se van al barrio donde vivieron toda su vida, en el extremo norte de Rosario.

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