sábado, 13 de septiembre de 2014

Rosario disminuyó el consumo de energía y la contaminación

Las acciones realizadas en Rosoario durante los últimos años en materia de alumbrado urbano permitieron un ahorro equivalente al consumo energético de tres hospitales público. Uno de los sectores donde la Municipalidad decidió el cambio de luminarias con vistas al ahorro de energía eléctrica en Boulevard Avellaneda.
La Capital | 
Rosario disminuyó el consumo de energía y la contaminación

 Las acciones realizadas en Rosoario durante los últimos años en materia de alumbrado urbano permitieron un ahorro equivalente al consumo energético de tres hospitales públicos. Además, la ciudad es la primera del país que implementó la disposición final controlada de componentes de lámparas que contienen mercurio. Lo logró aplicando protocolos técnicos para su tratamiento.
Diferentes trabajos puestos en marcha a través del Programa de Eficiencia Energética que se llevan adelante en la ciudad desde mediados de los 90 por la Municipalidad permiten ahorrar 4,88 gw-hora al año, cantidad que representa el consumo del Hospital de Emergencias Clemente Alvarez (Heca), la Maternidad Martin y el Hospital de Niños Víctor J. Vilela a la vez.
"Durante los últimos años y de manera sostenida, la Dirección General de Alumbrado Público lleva adelante un ambicioso programa de eficiencia energética centrado en nuevas tecnologías, que mejora el perfil del consumo energético del servicio. Pero además se sostienen los niveles lumínicos en calles, veredas y espacios verdes de nuestros barrios", explicó el subsecretario de Servicios Públicos, Diego Leone.
Las acciones planificadas para el uso racional de la energía anticiparon la agenda ambiental del país. Así, y a medida que se fue extendiendo la red lumínica a nivel territorial, se logró conjugar ahorro en el consumo y protección del medio ambiente, sin que esos condicionamientos atentaran contra la calidad del servicio e inclusive, lo mejoraran.
La utilización de modernas y eficientes lámparas de descarga y la reciente incorporación del sistema LED, así como otras tecnologías que apuntan al alumbrado inteligente, han permitido realizar ahorros significativos y, al mismo tiempo, satisfacer la necesidad de los vecinos.
Las tecnologías que sustentaron el ahorro energético en el sistema de alumbrado público a lo largo de estos años fueron: sustitución de lámparas de descarga de vapor de mercurio por vapor de sodio, instalación de sistemas controladores de flujo lumínico, sistemas de doble balasto y la reciente instalación de luces LED.
Si se considera el consumo entre la actual red lumínica incrementada a lo largo de los años (que responde a estrategias de eficiencia) y el escenario anterior (sin acciones que contribuyeran al uso racional), se observa una diferencia de 4,88 gw-hora por año.

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