sábado, 5 de julio de 2014

Sexo todos los días por un mes: ¿te animás?

Dos parejas se plantearon un reto bastante particular: tener sexo por 30 y 101 días seguidos. ¿El resultado? Te lo contamos.

Dos parejas se plantearon un reto sexual. ¿Vos te animás?

Un artículo de la revista norteamericana Newsweek titulado 'Sin sexo por favor, estamos casados' revela que entre el 15 y 20% de las parejas de los Estados Unidos se consideran parejas asexuales, es decir, que tienen menos de diez encuentros sexuales por año. Este dato comprueba que cada vez son más las parejas estables que no se encuentran en la cama. El trabajo, la familia o los hijos son las excusas más utilizadas a la hora de preguntarse por qué tras un cierto tiempo de convivencia, el sexo empieza a estar en peligro de extinción.

En este contexto, una pareja de Cheshire, Reino Unido, hizo una apuesta sexual. Sarah Kavanagh, de 31 años, y su marido Colin, de 40, se plantearon tener sexo todos los días por un año. En un pequeño diario que publicó el rotativo británico Daily Mail, contaban sus experiencias. Un mes de sexo, algunas veces mecánico y a contrarreloj –para acabar antes de las doce y no entrar en el día siguiente– y también, en ocasiones, sorprendentemente pasional.

Fueron treinta días en los que Sarah perdió 10 kilos, mejoró su autoestima y su aspecto. Su madre, que no estaba al tanto del reto, al verla tan radiante le preguntó si había descubierto una nueva base de maquillaje; mientras una amiga, conocedora del asunto, le prohibió que le diera ideas a su marido. Fue una etapa en la que la pareja empezó a enviarse de nuevo mensajes eróticos, a coquetear, además de comprobar que es prácticamente imposible discutir con alguien con quien acabas de hacer el amor hace apenas unas horas.

Otra pareja, Annie y su marido Douglas Brown, se prometieron que tendrían sexo 101 días consecutivos. El resultado de la experiencia se transformó en un libro, Just Do It (Sólo hazlo). “Me sentía como una estrella del porno o un medallista de oro olímpico”, dice Douglas, “trabajas, viajas, tienes hijos, tienes que limpiar, lavarte los dientes. Mientras todo esto ocurre ya se ha ido la mayor parte del día y solo estás dispuesto para caer rendido. Este fue el gran impedimento, superar la fatiga. Mi cuerpo no estaba preparado para que fuera miércoles, a las nueve y media de la noche y tener todavía que practicar el sexo”.

Los beneficios de este esfuerzo, según cuenta Douglas en su libro, se hicieron patentes sobre todo en el ámbito de la comunicación. “Creo que desde entonces nos comunicamos más claramente y con más honestidad”, decía el autor, mientras Annie hacía un apunte que suscribo al 100%, “hay una especial manera de sentirse amada y deseada que solo puede venir del sexo”.

Detrás de estos experimentos se destierra la idea de que el deseo llega solo. La realidad indica que el sexo regular proporciona una sensación de salud y bienestar que estimula el deseo de tener todavía más sexo. El sexo también es un gran liberador de estrés. ¿Te vas a animar a este reto sexual?

Fuente: SModa

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