ROSARIO: Dos hermanitos de 3 y 6 años recibieron perdigonadas cuando jugaban en su casa

El jueves, alrededor de las 18, los niños recibieron el impacto en el patio de su casa de Garibaldi al 200. Están fuera de peligro. El caso recordó tres similares de fines de enero pasado. Afirman que desde marzo, éstos se redujeron. Los niños impactados por las balas fueron atendidos en el hospital Roque Sáenz Peña de zona sur.

Rosario 12 | 

 Dos hermanitos de tres y seis años fueron heridos con perdigones, mientras jugaban anteayer en el patio de su casa de la zona sur. Enseguida cayeron al suelo: uno recibió las perdigonadas en una mano; y el otro, en la espalda. El nuevo hecho, recordó los casos de fines de enero pasado, cuando tres niños fueron alcanzados por balas perdidas. El más grave fue el de Melani Navarro, la pequeña de 5 años que falleció al quedar en medio de un intercambio de tiros, en la zona de Flamarion al 4900. Sus padres aún reclaman justicia. Los otros hechos del verano llevaron a los niños a quedar internados en el Hospital de Niños "Víctor J. Vilela", desde donde indicaron que en lo que va del año, los casos mermaron con respecto al año anterior.

El último hecho ocurrió alrededor de las 18 del jueves, mientras Eloy, de 3 años, y su hermano Benjamín, de 6, disfrutaban el atardecer de vacaciones de invierno en el patio de su vivienda, ubicada en Garibaldi al 200. Su padre, Juan José, de 30 años, relató que estaba dentro de su casa cuando escuchó las detonaciones de un arma y salió rápidamente hacia donde estaban sus hijos: los encontró tendidos en el piso, ensangrentados y con heridas de arma de fuego.

Gendarmería intervino en el hecho, y a las 18.33 le comunicaron del suceso a la fiscal Georgina Pairola, quien pidió informes de salud, cuyos primeros datos arrojaron que fueron heridas leves.

Ambos fueron trasladados de urgencia al hospital Roque Sáenz Peña, donde se constató que el más pequeño había recibido una perdigonada en la mano izquierda y pocas horas después de las curaciones fue dado de alta, mientras que el mayor sufrió heridas en la espalda que motivaron su traslado al Vilela, donde recibió atención específica.

Según la versión policial, los atacantes serían dos jóvenes de la zona, pero el hecho no estaría relacionado con un enfrentamiento, sino más bien con un descuido. Testigos apuntaron a dos jóvenes llamados Franco y Maicol, que estaban siendo buscados.

El caso despertó la preocupación por al problemática de niños inocentes que resultan víctimas de la disputa por el territorio o de la venganza entre sectores enfrentados dentro de los barrios. El más presente es el de Melanie Navarro, que una noche calurosa de enero pasado recibió un disparo en la cabeza, por quedar en medio de un tiroteo entre bandas, en la zona de Flamarion al 4900, cerca de barrio Tiro Suizo. El de la pequeña era para ese entonces el tercer caso registrado en la ciudad, en menos de una semana. En los otros dos hechos, dos nenas -una de 20 meses y otra de 10 años- resultaron heridas en diferentes sucesos.

Por esos días, la directora del Vilela, Estella Binelli, recordó que en 2013 "no hubo reportes de ingresos de ese tipo al área de cuidados críticos; es decir, a terapia intensiva. Esto no quiere decir que no haya habido casos; de hecho recuerdo que se atendieron hechos por heridos de arma", indicó. En tanto, ayer la coordinadora del Grupo de Atención al Maltrato Infantil (Gami) del Vilela, Alicia Giménez, indicó que la cantidad de casos de niños baleados registrados este año, presenta una "tendencia de baja", con respecto a 2013. "Hace meses que no teníamos casos de este tipo. Sí hubo en enero, febrero y creo que en alguno en marzo", dijo.

A fines del año pasado, Rosario/12 publicó un informe del Grupo Atención al Maltrato Infantil (GAMI) del Vilela, en el que se dio cuenta del incremento de los casos. Para marzo del año pasado, la estadística refería que en 2010 ingresaron 12 chicos heridos con arma de fuego, de los cuales 10 fueron internados y 5 de ellos fueron a terapia. En 2011 ingresaron 25 niños, de los cuales 20 fueron internados y 12 pasaron a terapia; mientras que en 2012 se registró una merma con 15 ingresos, 12 fueron internados y 4 fueron a terapia.