El anuncio hecho por el secretario de Transporte de la Nación, Alejandro Ramos, despertó entusiasmo en todos los municipios del oeste. Bonfatti dijo que Santa Fe impulsó el plan.
.La Capital |
Ni una voz en contra. Tampoco ninguna reacción tímida. El gobernador Antonio Bonfatti, todos los intendentes de las localidades comprendidas entre Rosario y Cañada de Gómez, incluida Mónica Fein, e impulsores incansables de la recuperación del tren celebraron con euforia el anuncio de que se reactivará el ramal ferroviario del oeste, "una vieja deuda de la democracia". Y apenas un día después de que el secretario de Transporte de la Nación, Alejandro Ramos, admitiera que se trata de una "posibilidad muy concreta" cuya puesta en marcha requerirá unos 240 millones de pesos, todos se mostraron dispuestos a sentarse a una mesa para trabajar juntos en busca de financiamiento.
"Es que todos nuestros pueblos y ciudades nacieron al calor del tren y tienen un espíritu romántico y un fuerte sentido de pertenencia hacia lo ferroviario", sintetizó Ramón Soques, el intendente de Carcarañá, una de las localidades por las que pasará el ramal Rosario-Cañada.
Y de hecho, apenas llegado de Australia, el propio Bonfatti recordó que ya el año pasado la unidad ejecutora ferroviaria de la provincia había presentado a la Nación un estudio de costos y trayectos para el tramo ferroviario Rosario-Cañada de Gómez, con potencialidad de extenderse a futuro, y comprometió sus esfuerzos.
En declaraciones a La Ocho, el gobernador admitió que si bien aún no se habló "en términos económicos" sobre cómo solventar el ramal, es clara la voluntad común de los gobiernos por recuperarlo.
La intendenta Mónica Fein fue otra que expresó muy fuerte apoyo al proyecto, al que definió como de "altísimo impacto por su conectividad", y prometió poner a disposición a todos sus equipos en materia de diseño, licitaciones y gestión. "Como de hecho ya venimos demostrando con el tren Rosario-Retiro, donde a veces vamos más rápido que los recursos que llegan de Nación", alardeó.
En ese sentido, no descartó (teniendo en cuenta las diferencias de escala presupuestaria con provincia y Nación) que el municipio pueda hacerse cargo de relocalizar familias y de rehabilitar plenamente la estación de Fisherton, Antártida Argentina, de valor patrimonial. "Estar viviendo la vuelta del tren demuestra que nunca hay que abandonar los sueños, sino que hay que pelear por ellos", afirmó.
Sus pares del "cordón oeste", vecinos y no tanto, mostraron similar alegría. "Estamos realmente muy contentos", dijo la intendenta de Funes, Mónica Tomei, quien adelantó que ya están desocupando un predio destinado a operar como playón para que estudiantes y trabajadores que tomen el tren pueden dejar estacionados sus autos y bicicletas.
Entusiasmo. "El tren, verdaderamente un sueño funense, va a tener un fuerte impacto para los pobladores que van y vienen, pero también en materia turística", se entusiasmó.
El intendente de Roldán, José Pedretti, recordó que su ciudad "nació al paso del tren" y recobrar el servicio, después de varias décadas, será "algo fundamental" incluso ante las severas "deficiencias que hoy muestra el transporte de pasajeros". Y saludó el papel jugado por Ramos, "que ya demostró con la línea Sarmiento y las formaciones Rosario-Buenos Aires-Mar del Plata", dijo.
"Somos muchos intendentes los que venimos pidiendo este proceso", dijo Soques, al frente del municipio de Carcarañá, quien sostuvo que "siempre" acompañó las gestiones en ese sentido, por ejemplo las que llevó adelante el diputado Pablo Javkin (ver aparte) para la sanción de la llamada ley ferroviaria en Santa Fe.
Y como no podía ser de otro modo, la intendenta de Cañada de Gómez, Stella Maris Clerici, en la otra punta del ramal, resumió su postura frente al tema recordando que su "primer sueño" se cumplió al inaugurarse la interminable autopista a Córdoba. "Y el tren cumpliría el segundo".
"Hija, sobrina y nieta de trabajadores ferroviarios", que en directa e indirectamente en la ciudad superaron los mil, Clerici enumeró los múltiples beneficios que traería el servicio a su comunidad: "un transporte alternativo, más seguro y económico que el de colectivos" (al que coincidió con sus pares en calificarlo de pésimo); "mayor accesibilidad y competitividad para las empresas". Clerici recordó que hoy Cañada tiene dos casas del estudiante en Rosario, cuando la implementación del tren permitiría que los alumnos fueran y vinieran diariamente con facilidad. "Para nuestra ciudad el tren fue, es y será importantísimo", afirmó.
No caben dudas: para el corredor de la ruta 9, el ferrocarril es toda una causa.
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