sábado, 28 de junio de 2014

EN EE UU: Una bioquímica de la UNL investiga células madre para crear retinas

Se trata de Natalia Vergara, que trabaja en un grupo de la Universidad Johns Hopkins dedicado al estudio de células fotorreceptoras inducidas. Con este avance se podrán probar medicamentos y tratamientos para enfermedades oculares.
El Litoral | 
Una bioquímica de la UNL investiga células madre para crear retinas

 Un grupo de la universidad norteamericana Johns Hopkins creó por primera vez en laboratorio una retina de ojo en miniatura a partir de células madre inducidas. Formaron parte de ese equipo dos investigadoras argentinas: Valeria Canto Soler y Natalia Vergara, esta última egresada de la Universidad Nacional del Litoral (UNL).
Vergara, que pasó por la Facultad de Bioquímica y Ciencias Biológicas (FBCB) de la UNL y que trabajó en la Universidad Autónoma de Entre Ríos (Uader) antes de ir a Estados Unidos a realizar su doctorado, dijo que, por un lado, estudiaron los genes involucrados en el desarrollo del ojo humano, que forman algo tan complejo como la retina, capaz de percibir la luz y generar una señal posible de ser captada por el cerebro como una imagen. “Tanta complejidad nace de un grupo de células madre en el embrión. Tratamos de estudiar cómo es ese proceso usando como modelo embriones de pollo”, agregó.
Por otro lado, estudian la utilización de células madre humanas pluripotenciales inducidas para crear pequeñas retinas en laboratorio: “Es un proyecto que nos está dando muchas satisfacciones. Son células madre muy especiales, porque no son de origen embrionario, sino que son pluripotenciales inducidas, lo cual significa que podemos tomar células de la piel, de la sangre o de cualquier tejido adulto de una persona y reprogramarlas para que se comporten como si fueran células embrionarias. De este modo, tienen la capacidad de formar cualquier tipo de célula en el organismo, lo cual da la posibilidad de que en un futuro podamos crear terapias específicas para determinados pacientes, formar retinas provenientes de esas mismas personas”, detalló Vergara.
Fotorreceptores
Se trata de un avance que posee tres elementos que superan otro desarrollo logrado hace unos años en Japón, ya que la técnica utilizada es diferente, mucho más sencilla que la nipona, lo cual permite la llegada del avance a la clínica. Por otra parte, las células madre usadas por los japoneses eran de origen embrionario, mientras que las del grupo del que participa Vergara son inducidas, un desarrollo pionero. Además, trabajaron con uno de los tipos celulares de la retina más afectados por enfermedades degenerativas como la retinitis pigmentaria: los fotorreceptores.
“Son células que transforman la señal de la luz en una imagen visual. En este sentido, las retinas que conseguimos en laboratorio tienen fotorreceptores capaces de percibir esa señal y responder a la luz de una manera similar a como los fotorreceptores responden normalmente en la retina. Es la primera vez que se consigue, pero además nos da una muy buena idea de la capacidad que tienen esas células de reproducir los mecanismos que normalmente suceden en la retina. Es importante si uno quiere utilizar esos tejidos sintéticos hechos en laboratorio para estudiar”, manifestó Canto Soler, quien dirige el grupo.
Se trata de un conocimiento que en el futuro podría servir para posibles terapias relacionadas con los problemas en las retinas: “Abre un abanico de posibilidades, pero aún no se encuentra en un estadio en el que se pueda aplicar a la clínica o utilizado por terapias a corto plazo”, aclaró.
Hacia una medicina personalizada
“La ciencia avanza mucho más rápido de lo que se hubiera pensado hace un par de años, por lo cual pienso que estamos cada vez más cerca de una medicina personalizada, que es justamente uno de los aspectos que más nos entusiasman de lo que hicimos en laboratorio. Nos pone mucho más cerca de ese objetivo de la medicina personalizada”, celebró Canto Soler.
Por su parte, Vergara acotó que el estudio de ese tipo de células madre pluripotenciales inducidas aún no permite hacer trasplantes de retina, pero sí probar drogas o tratamientos in vitro en retinas de los propios pacientes y ver cómo reaccionan las células. “Es algo que podremos ver quizás en un futuro más cercano”, finalizó.

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