viernes, 20 de junio de 2014

Crisis en la frontera sur de EE UU: “La ola de niños no acompañados en la frontera es un desafío humanitario”

El vicepresidente de EE UU viaja a Centroamérica para reunirse con autoridades de Guatemala, El Salvador y Honduras y tratar la llegada masiva de menores migrantes al país norteamericano


El presidente de Estados Unidos,Barack Obama, recurre frecuentemente a su número dos, Joe Biden, para que le secunde en las constantes crisis que brotan en el país —o en el extranjero— en el momento más inesperado.
El avezado político de 71 años, largo tiempo senador (1973-2009) y posible futuro candidato a la presidencia, ha sido elegido, entre otras complejas misiones, para lidiar con el Congreso en las duras peleas presupuestarias o ha encabezado grupos especiales como el que formó Obama para buscar cómo limitar la violencia en ele uso de las armas.
Ante la última crisis en pleno desarrollo, el de la masiva entrada ilegal de menores no acompañados por la frontera sur del país, el presidente ha mandado a su número dos a Guatemala, donde este viernes buscará soluciones al creciente problema con los más altos responsables de la región, la principal fuente de esta migración infantil incontrolada.
Biden ha organizado una reunión de emergencia con los presidentes de Guatemala, Otto Pérez Molina, de El Salvador, Salvador Sánchez Cerén, y el coordinador general del Gobierno de Honduras, Jorge Ramón Hernández Alcerro. Tres cuartas partes de los niños que llegan a EE UU, y que según cifras oficiales superan los 47.000 entre octubre del año pasado y mayo, proceden de esos tres países centroamericanos.
Ante la cita guatemalteca, el vicepresidente Biden explicó en exclusiva a EL PAÍS por medio de un cuestionario los planes de Washington para lidiar con esta crisis migratoria, una de las más graves que sufre Estados Unidos en las últimas décadas.
Pregunta. ¿Cómo explica el flujo súbito de inmigrantes menores sin acompañante a los Estados Unidos? ¿Por qué ahora?
Respuesta. Estamos muy preocupados por la ola de niños solos que cruzan la frontera a Estados Unidos. Estos niños son los más vulnerables y muchos se convierten en víctimas de delitos violentos o abuso sexual. También hubo un aumento en la cantidad de familias que están haciendo el viaje. La gran mayoría de estas personas también depende de peligrosas redes de contrabando de seres humanos para que los transporten a través de América Central y México, poniendo en peligro su seguridad o hasta sus vidas. Muchos escapan del abuso, otros escapan de bandas de delincuentes y de la violencia, y otros son víctimas del tráfico de humano o del abandono.

P.
 ¿Qué hará Estados Unidos para detener la crisis actual?El aumento en la cantidad de menores no acompañados que inmigra a Estados Unidos está impulsado por una cantidad de factores, incluidos los serios desafíos de la violencia y la falta de oportunidades económicas. También hay algunas percepciones erróneas en Centroamérica de que se reunirá a los niños de manera segura con sus padres una vez que los funcionarios de Estados Unidos los detengan en la frontera, sin la posibilidad de traslado. Este es un malentendido de la política de inmigración de EE UU, estos niños no pueden optar al proceso de la acción diferida para los llegados en la infancia [procedimiento DACA, en sus siglas en inglés] o las concesiones de ciudadanía incluidas en la legislación de reforma migratoria [actualmente bloqueada en el Congreso]. Todos los niños y las familias están sujetos a los procesos de deportación. Lo importante es que no vale la pena someter a los niños a un viaje peligroso cuando no hay luz al final del túnel.
R. Nosotros vemos esto como una responsabilidad compartida entre todos los Gobiernos afectados. Ningún gobierno quiere ver a sus ciudadanos poner sus vidas en peligro y es nuestro trabajo hacer lo que sea necesario para evitar que la gente siga haciéndolo. Nosotros vemos a esta ola de niños inmigrantes no acompañados a lo largo de la frontera suroeste de Estados Unidos como un serio desafío humanitario. Para hacer frente a esta situación, el presidente dirigió a la Agencia de Administración Federal de Emergencias que coordine una respuesta de todo el gobierno a esta situación urgente. Nuestra primera prioridad es manejar la situación humanitaria asegurando que a estos niños se los aloje, alimente y que reciban cualquier tratamiento médico necesario.
En segundo lugar, el Gobierno de EE UU está trabajando en coordinación con México y Centroamérica para educar a potenciales inmigrantes sobre los peligros de intentar un viaje tan peligroso, mientras que se les informa de que no se beneficiarán de la Acción Diferida (DACA) ni de la posible reforma migratoria. Estamos comunicando activamente este mensaje y estamos trabajando a través de canales internacionales para asegurar que otras voces verosímiles hagan lo mismo.
La responsabilidad es compartida entre todos los gobiernos afectados
El vicepresidente de EE UU
En tercer lugar, vamos a estar aumentando los recursos cerca de la frontera para aumentar nuestra capacidad para detener a personas y manejar el proceso de deportación tan rápida y eficientemente como sea posible. También vamos a incrementar el número de jueces de los servicios inmigración, fiscales y funcionarios de asilo para ayudar con el procesamiento eficiente de estos casos, y al mismo tiempo evaluar si algunos pueden recibir la protección del derecho de asilo.
P. ¿Por qué el Gobierno de Estados Unidos no otorga un estatuto de Estado Protegido Temporal a estos menores (TPS)?
R. El Salvador, Honduras, y Nicaragua actualmente están designados para recibir el Estado Protegido Temporal en base de los desastres pasados. Esto permitió que decenas de miles de personas de estos países que ya estaban en los Estados Unidos durante muchos años permanecieran aquí legalmente con estatus temporal. Las personas de esas nacionalidades que entren a Estados Unidos hoy, no son aptas, sin importar su edad. Creemos que hay soluciones más sostenibles para el desafío actual que TPS, que está diseñado para cosas como desastres ambientales y conflictos armados.
P. ¿Qué medidas específicas va a pedir de sus socios en Centroamérica para desalentar a los menores de que vengan a Estados Unidos?
R. Viajo a Guatemala para buscar una respuesta internacional con los presidentes de Guatemala y El Salvador y también representantes de Honduras y México. Juntos discutiremos medidas para ponerle freno al flujo de inmigrantes que emprenden el peligroso viaje a Estados Unidos mientras trabajamos para mejorar las oportunidades económicas y la seguridad en casa. También nos ocuparemos de algunas percepciones erróneas de la política de inmigración de EE UU. Sabemos, por las discusiones que tuvimos hasta ahora, que nuestros socios entienden nuestro interés en promocionar la inmigración segura y legal, y desalentar la inmigración ilegal que expone a estos ciudadanos, especialmente a sus niños, al peligro.
Durante mi visita espero abordar las maneras en que podemos mejorar nuestro trabajo en la región, para ocuparnos de la raíz de algunas causas, incluyendo la falta de seguridad de los ciudadanos, las oportunidades económicas y la protección para los niños.
EL PAIS DE ESPAÑA.

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