El gobierno espera que en seis meses esté a la venta la primera cosecha de cannabis que será comercializada en el mercado regulado. Se sembrarán diez hectáreas para satisfacer una demanda de entre 18 y 22 toneladas anuales. El gramo costará poco menos de un dólar
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El gobierno de Uruguay espera que en seis meses esté a disposición de los consumidores la marihuana que será cultivada y comercializada en un mercado regulado, informó hoy la prensa en Montevideo.
El decreto que reglamenta una ley votada a fines del año pasado, que regula la producción y comercialización de cannabis en el país, fue explicado el viernes por miembros del Poder Ejecutivo en una conferencia y, según se anunció, será firmado el próximo lunes por el Consejo de Ministros. Las autoridades uruguayas sostienen que “el prohibicionismo no disminuyó el consumo” de drogas, un enfoque que ha dado lugar a gestos de aprobación y de rechazo de gobiernos de otros países.
Según la regulación, se destinarán unas 10 hectáreas al cultivo de las cinco variedades de la sustancia para satisfacer una demanda que se estima entre 18 y 22 toneladas anuales. En unos 15 días se lanzará un llamado a empresas interesadas en plantar el cannabis, que se espera tengan la producción lista para noviembre.
Los consumidores, mayores de 18 años y residentes en Uruguay, deberán registrarse ante el Instituto de Regulación y Control del Cannabis con su documento y huella dactilar. Cada uno recibirá un número de usuario con el que podrá ir a las farmacias habilitadas a adquirir hasta 40 gramos mensuales y un máximo de 10 semanales.
Se calcula que cada gramo de cannabis costará entre 20 y 22 pesos uruguayos, algo menos de un dólar estadounidense. Parte del dinero por la venta se destinará a financiar campañas para informar de las consecuencias del consumo de la droga.
Los autocultivadores de cannabis dispondrán de 180 días desde la entrada en vigor del decreto reglamentario para registrarse. Podrán tener hasta seis plantas y producir hasta 480 gramos anuales. El nuevo marco legal también permite conformar “clubes cannábicos” con entre 15 y 45 socios, que podrán disponer de hasta 99 plantas y cada miembro podrá acceder a hasta 480 gramos anuales. Sin embargo, quienes planten para consumo personal no podrán comprar en farmacias ni formar parte de clubes.
La reglamentación no permitirá consumir cannabis en lugares de trabajo y habilita a los empleadores a realizar controles a su personal. También prohíbe el consumo en centros de educación o de salud y en medios de transporte como autobuses, aviones o taxis.
El decreto que reglamenta una ley votada a fines del año pasado, que regula la producción y comercialización de cannabis en el país, fue explicado el viernes por miembros del Poder Ejecutivo en una conferencia y, según se anunció, será firmado el próximo lunes por el Consejo de Ministros. Las autoridades uruguayas sostienen que “el prohibicionismo no disminuyó el consumo” de drogas, un enfoque que ha dado lugar a gestos de aprobación y de rechazo de gobiernos de otros países.
Según la regulación, se destinarán unas 10 hectáreas al cultivo de las cinco variedades de la sustancia para satisfacer una demanda que se estima entre 18 y 22 toneladas anuales. En unos 15 días se lanzará un llamado a empresas interesadas en plantar el cannabis, que se espera tengan la producción lista para noviembre.
Los consumidores, mayores de 18 años y residentes en Uruguay, deberán registrarse ante el Instituto de Regulación y Control del Cannabis con su documento y huella dactilar. Cada uno recibirá un número de usuario con el que podrá ir a las farmacias habilitadas a adquirir hasta 40 gramos mensuales y un máximo de 10 semanales.
Se calcula que cada gramo de cannabis costará entre 20 y 22 pesos uruguayos, algo menos de un dólar estadounidense. Parte del dinero por la venta se destinará a financiar campañas para informar de las consecuencias del consumo de la droga.
Los autocultivadores de cannabis dispondrán de 180 días desde la entrada en vigor del decreto reglamentario para registrarse. Podrán tener hasta seis plantas y producir hasta 480 gramos anuales. El nuevo marco legal también permite conformar “clubes cannábicos” con entre 15 y 45 socios, que podrán disponer de hasta 99 plantas y cada miembro podrá acceder a hasta 480 gramos anuales. Sin embargo, quienes planten para consumo personal no podrán comprar en farmacias ni formar parte de clubes.
La reglamentación no permitirá consumir cannabis en lugares de trabajo y habilita a los empleadores a realizar controles a su personal. También prohíbe el consumo en centros de educación o de salud y en medios de transporte como autobuses, aviones o taxis.
EL LITORAL.
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