sábado, 8 de marzo de 2014

SANTA FE: Caso Vera: las fallas que dejo al descubierto la investigación

El juez federal Bustos Fierro, exige saber cómo Gendarmería no pudo dar con su verdadera identidad. Un juez penal cordobés investiga cómo llegó a una cárcel provincial. En Santa Fe también hay dudas


En la edición de la víspera del Diario UNO de Santa Fe, la noticia sobre el arresto dentro de una cárcel cordobesa de Cristían Vera de 28 años, conocido por el apodo de “Gusano”, dejo al descubierto y en crisis al sistema de identificación de personas realizado en un procedimiento en la provincia de Misiones por la Gendarmería Nacional Argentina, como también, a los agentes del servicio penitenciario de la provincia de Córdoba que lo tuvieron alojado con una identidad falsa proveniente de un documento nacional de identidad apócrifo.

Pedido de captura activo
Luego de sucedido el aberrante crimen que le costó la vida a Griselda Beatriz Correa de 26 años, y cuyo presunto asesino con responsabilidad criminal en el suceso, fue su ex pareja Cristian Vera, el juez penal santafesino Jorge Pegassano, ordenó el pedido de captura nacional e internacional con publicación de su rostro en los medios de comunicación gráficos y televisivos.


Se lo había tragado la tierra
Ese pedido de captura ordenado por el juez penal Pegassano siempre estuvo vigente y activo, ya que nunca desde el 20 de agosto de 2013 (día del crimen en El Abasto, en el norte de la ciudad), Cristian Vera logró ser apresado en ninguna parte. Recurriendo a un lugar común,parecía que se lo había tragado la tierra.


La cuestión federal
Ahora, el juez federal Ricardo Bustos Fierro, a cuya disposición siempre estuvo Juan Ignacio Figueroa, quien fuera detenido por agentes de la Gendarmería Nacional Argentina en un procedimiento antinarcóticos en la provincia de Misiones, exige saber cómo no lograron dar con la verdadera identidad de Cristian Vera, valiéndose de las indelebles huellas dactilares, cuyo sistema fue descubierto hace un siglo por el argentino Juan Vucetich, comprobando también que el documento era apócrifo y de donde hubiera podido surgir la verdadera identidad de Cristian Vera, y con ello el consiguiente pedido de captura.


La justicia cordobesa
Por otro lado, la otra investigación será llevada adelante por un juez penal cordobés que exigirá al Ministerio de seguridad de la provincia de Córdoba cómo es el sistema de identificación de personas a la hora de ser alojados en el interior de una penitenciaría provincial, ya que como en el caso del juez federal Bustos Fierro, la investigación de los policías santafesinos pusieron en el tapete la enorme irregularidad.


Investigación en Santa Fe
En el caso de Santa Fe, el juez penal Jorge Pegassano, ya tomó los recaudos investigativos con Unidades Especiales de la Policía santafesina de la UR 1° La Capital, ordenándoles determinar el origen y confección del DNI fue en la ciudad de Santa Fe y en que particulares circunstancias, todo esto en el marco del traslado de Cristian Vera, durante el curso de la semana próxima a la ciudad de Santa Fe, adonde le tomarán declaración indagatoria por el asesinato de su ex pareja, Correa.


Un crimen que era previsible
“Mi hija fue a pedir ayuda a la policía porque yo la mandé. Le dije que si denunciaba, la iban a poder ayudar y que no la iban a dejar sola. Él fue en el auto hasta la comisaría y en la puerta la obligó a subirse.

Cuando llegaron a mi casa, la asesinó a balazos, a mi pies”, recordó ayer Susana Montes, la mamá de Griselda Correa, la joven asesinada por su pareja en agosto del año pasado, en barrio El Abasto.


Pasaron horas entre que Griselda Correa, de 26 años, denunció las agresiones de su ex pareja y papá de su pequeña nena, y el momento en el cual Cristian V. le disparó, al menos seis veces, a quemarropa.


Luego de estar casi siete meses prófugo, varios de los cuales los pasó detenido en una cárcel de Córdoba con una identidad falsa, el hombre de 26 años finalmente llegaría este próximo lunes a Santa Fe, donde será indagado por el juez de instrucción penal de la 1º nominación, Jorge Pegassano, en presencia del fiscal Juan Pablo López Rosas.


Desde que se produjo el crimen, la mamá de Griselda denunció que vivían amenazados y ayer insistió en que persiste el temor en la familia: “durante mucho tiempo recibimos mensajes de textos intimidatorios y llamadas telefónicas desde un número privado. Me decían que venían por mi hijo, por toda la familia. Yo fui la única testigo y él sabe que vi todo. Al día de hoy, necesito asistencia psicológica y mis dos nenas más chicas, de 5 y 10 años también”, explicó la mujer. Griselda y Cristian V. tenían una pequeña hijita, que ya cumplió un año y cuatro meses. “La nena está muy bien de salud. Y los trámites para que yo tenga su custodia formal están avanzando. Mi temor es cómo le voy a explicar por qué quedó huérfana”.


Entre sus antecedentes, Cristian V. tuvo una condena de primera instancia por homicidio, también de una mujer que fue su pareja. Sin embargo, esa sentencia fue apelada y la Cámara le revocó la sentencia. El primero de los hechos por los que fue condenado Cristian V. fue apenas cumplió la mayoría de edad. Cuando tenía 18 años, lo encontraron con armas de guerra en su poder, y cuatro años después lo condenaron a dos años de prisión en suspenso por esa causa.


Sin embargo, antes de esa sentencia, en mayo de 2006, su novia Débora Daperno falleció y él fue sindicado como el homicida. Fue condenado a 16 años de prisión por el crimen de la joven en agosto de 2008. La sentencia, también lo condenaba por el uso de arma de fuego, hurto simple, tentativa de robo calificado reiterado y portación ilegal de arma de fuego de uso civil, todos en concurso real. Tendría que haber salido de la cárcel en septiembre de 2022. Pero la defensa apeló, y la Sala 4 de la Cámara de Apelaciones revocó la acusación de homicidio, por lo que la condena sólo fue a cinco años de prisión, por todos los últimos delitos mencionados. Esa pena sí fue cumplida. Cronológicamente, el último hecho por el cual se le inició una causa penal fue en agosto del año pasado, por robo calificado y estaba en libertad bajo fianza.
DIARIO UNO.

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