viernes, 21 de febrero de 2014

ROSARIO: Cayó una de las cabezas de una red internacional de trata

Una mujer que regentaba junto con su pareja una red internacional de trata de personas fue detenida ayer en Rosario, pero no se pudo capturar al hombre. Ambos estaban prófugos y eran buscados también por la Justicia chilena, donde amasaron una fortuna en base a la explotación sexual de mujeres argentinas, ecuatorianas, colombianas y paraguayas.
La Capital | 
Cayó una de las cabezas de una red internacional de trata

 La detención se produjo luego de que Gendarmería allanara departamentos en el Apart Victoria (Pellegrini 1373) y en Balcarce al 600. También quedó detenida una joven trabajaba para la pareja.
Los gendarmes llegaron a esta ciudad con órdenes judiciales expedidas por la fiscalía federal de Córdoba. El objetivo era allanar cuatro departamentos donde se presumía que podría haber actividad de trata de personas.
La investigación en Rosario comenzó en julio del año pasado cuando la Unidad Fiscal de Asistencia en Secuestros Extorsivos y Trata de Personas (Ufase Buenos Aires) solicitó a Gendarmería Nacional, con asiento en Rosario, la realización de una investigación por presunta trata de personas, delito por el cual se involucraba a Luis Alejandro González y Malvina Serrano, una pareja que había regentado una red de trata en Santiago de Chile desde el 2003.
La investigación logró establecer que estas dos personas se domiciliaban en el Apart Victoria ubicado en Pellegrini y Corrientes. Allí contaban con un estudio fotográfico que funcionaba en la misma torre del complejo de departamentos, lugar donde las mujeres eran fotografiadas y posteriormente "ofrecidas" en una página web para brindar servicios sexuales.
A medida que avanzaba la investigación, la unidad de Gendarmería supo que las personas involucradas en la causa estaban siendo investigadas desde el año 2012 por la fiscalía federal Nº 1 de la ciudad de Córdoba, a cargo del fiscal federal Enrique Senestrari, por infracción a la ley 26.364 de prevención y sanción de la trata de personas y asistencia a sus víctimas. Y se descubrió que los investigados tenían vínculos con una red que operaba en Chile.
La investigación continuó a cargo de la fiscalía de Córdoba, ya que llevaba más tiempo con el caso. Las fuerzas federales de Gendarmería coordinaron tareas investigativas entre las ciudades de Córdoba y Rosario para poder desbaratar la red de trata.
González y Serrano estaban involucrados en una causa por trata de personas en Chile y existía un pedido de captura. Ambos se encontraban prófugos de la justicia chilena.
Ayer, el fiscal a cargo de la investigación libró exhorto judicial para que Gendarmería realizara cuatro allanamientos en Rosario, tres de ellos en departamentos del Apart Victoria y el restante en Balcarce 634, cuarto piso, donde se comprobó que los investigados regentaban un departamento en el que tres chicas eran explotadas sexualmente bajo la modalidad "privado".
El operativo contó con la participación de un equipo de psicólogos de la oficina de rescate y acompañamiento a las víctimas de trata, dependientes del Ministerio de Seguridad de la Nación.
Todos los elementos allanados se enviaron a peritar a Córdoba, donde continuará la investigación judicial. Lo mismo sucederá con los informes psicológicos que se realizaron a las personas que se hallaban en los departamentos allanados.

Antecedentes. El Centro de Investigación Periodística de Chile publicó un informe en su página web que detalla el accionar delictivo de González y de Serrano. Allí se explica que el negocio ilegal lo comenzó a desarrollar en 2003 en pleno barrio recoleto El Golf, de Santiago de Chile.
Luis Alejandro González es cordobés y llegó por primera vez a Chile a mediados de 2003 acompañado de su pareja, también de Córdoba, Malvina Soledad Serrano.
Al igual que en Rosario, González armó un estudio fotográfico (que funcionaba en la calle Antonio Varas 1377 de Santiago de Chile) y allí hacía fotografiar a las chicas para luego promocionarlas a través de internet.
En tanto, Serrano administraba el negocio, atendía el celular al que llamaban los clientes, cobraba y se encargaba del lugar donde operaban (Ricardo Lyon 1516).
El informe chileno señala que González fue investigado por el Servicio de Impuestos Internos y la Fiscalía Oriente por lavado de dinero y trata de personas con fines de explotación sexual. El interés de Impuestos Internos se debía a que el negocio le estaba proporcionando ingresos millonarios a sus cuentas bancarias, que no declaraba.
González se vio obligado a abandonar Chile después de que la policía descubrió a una menor de edad ecuatoriana en el local del proxeneta. Continúa prófugo, aunque se presume que habría estado en Rosario junto a su pareja.

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