sábado, 18 de enero de 2014

Santa Fe: la más cervecera del país con 80 litros por persona

El primer puesto, la ciudad lo logra al compararla con la media nacional que es de 43 per cápita. En 2013 se consumieron 2.843.100 litros a través de barriles y diciembre fue el mes con más demanda.
/Diario UNO | 

Santa Fe: la más cervecera del país con 80 litros por persona
La ciudad de Santa Fe tiene en su tradición cervecera uno de sus rasgos más distintivos. Una cervecería centenaria, sus patios cerveceros y el liso son parte de una cultura que comenzó a gestarse a fines del siglo XIX con la llegada de los primeros inmigrantes del centro-oeste europeo. Desde aquellas tierras arribaron familias completas, con poco más que sus ganas de trabajar y sus costumbres, entre las que se encontraba la de elaborar y beber cerveza.

A las indiscutidas credenciales que hacen de Santa Fe la ciudad con mayor historia y tradición cervecera, se suma un consumo per cápita de 80 litros aproximadamente que casi duplica la media nacional de 43, poco más o menos. Además, Santa Fe es la única región con consumo de barriles en el hogar. Luis Tula, gerente de Ventas de Cervecería Santa Fe afirma que “la venta de barriles en el resto del país es únicamente en bares o para eventos, sólo la ciudad y la región tiene la costumbre de consumir cerveza tirada en sus casas”.

Cada 10 cervezas que se consumen en la región, 6,5 son elaboradas por Cervecería Santa Fe y el ranking de la más vendida está encabezado por la marca local: Cerveza Santa Fe. Esta preferencia replica una tendencia a nivel mundial, ya que, a contramano de la globalización de la economía y las marcas, en lo que a cervezas se refiere, los consumidores siguen prefiriendo las marcas locales.

Un 15 por ciento del volumen de ventas de Cerveza Santa Fe está representado por el expendio de barriles que en 2013 ascendió a 2.843.100 litros. De ese total, la tercera parte se vendió en diciembre, es decir 837.100 litros, seguido por enero (351.200 litros), noviembre (322.000 litros), febrero (277.500 litros) y octubre (242.500 litros).

Por sus costumbres, porque “pinchar un barril” es sinónimo de reunión en familia o con amigos, porque como en ninguna otra parte del país la chopera es un artefacto más del hogar, porque el santafesino consume, conoce y discute sobre cerveza más que en ninguna otra parte, por eso y porque tienen una marca con nombre propio, Santa Fe es una auténtica Tierra de Cerveceros.

Con un larga trayectoria
Fue sin dudas Don Otto Schneider uno de los principales impulsores de la industria y la tradición cervecera en la región. A los pocos años de llegar a Santa Fe, Otto, junto a un grupo de inversores locales, decidió emprender un proyecto a orillas del Paraná. Precisamente en las aguas de este río residía el secreto para hacer la mejor cerveza: aguas dulces, blandas y de fácil acceso, que permitirían hacer de Santa Fe “la Munich Argentina”, como afirmaría unos años más tarde su hijo, Rodolfo Schneider.

Fue así que en 1912 el primer barril de Cervecería Santa Fe veía la luz. Desde sus primeros días, los santafesinos eligieron a Cerveza Santa Fe, haciéndola parte de su vida cotidiana, de sus celebraciones más felices, sinónimo de familia y de encuentro con amigos. Don Otto, su primer maestro cervecero, supo encerrar en una botella la combinación perfecta de nobles ingredientes que 100 años más tarde seguiría prefiriendo el paladar local.

Originalidad cervecera
Como experto cervecero y alemán, Don Otto trajo junto con su arte para elaborar cerveza, su pasión por disfrutarla de la mejor manera. Fue uno de los promotores más importantes de los Patios Cerveceros, entre los que se encontraba el Recreo Schneider, uno de los más populares en las primeras décadas del siglo XX. En el lugar no sólo ofrece cerveza sino que también difunde las buenas maneras de disfrutarla, con la temperatura correcta y el tiempo de maduración preciso, con la comida adecuada para lograr el balance de sabores exacto, y, sobre todo, con el cuidado de acondicionar el lugar para que sea un centro de reunión y el motivo de una salida familiar.

Alrededor de los años 30 surgió por primera vez el “liso”, la forma que hasta el día de hoy elige el santafesino para disfrutar la rubia bebida. Cerveza tirada de barril, sin pasteurizar, servida en un vaso sin rugosidades, transparente y de 250 cm³. Cuentan que fue Don Otto el primero en pedir su cerveza de esa manera, ya que permitía que el líquido se conserve con la temperatura adecuada para apreciar mejor su color, sabor y aroma. Al poco tiempo la expresión se popularizó entre los patios, bares y choperías; el resto, es historia.

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