Como tiene 16 años cumplidos, ya es punible. El juez Cristian Fiz, a cargo de Menores durante la feria, le tomó declaración por tentativa de homicidio agravado. Hay otro adolescente prófugo.
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El chico pasó la noche en dependencias de la Sección Seguridad Personal y ayer el magistrado le imputó el delito de tentativa de homicidio agravado por el uso de arma de fuego. Mientras tanto, avanzan las tareas de investigación para dar con otro adolescente, ya identificado, que participó del violento episodio.
Según fuentes de la investigación, hubo testimonios coincidentes de vecinos de la zona que apuntaron a estos dos jóvenes como quienes pasaron en una moto, por la puerta de la casa de Federico y dispararon.
El ataque estaba dirigido a un hombre que logró darse a la fuga. Pero la cuadra estaba llena de gente sentada en la vereda y de chicos jugando, y el proyectil lo hirió a Federico. Horas después del episodio, en un amplio despliegue de agentes de la Sección Seguridad Personal realizaron ayer dos allanamientos. Uno de ellos dio positivo, fue en el pasaje 14 de la manzana 3, en la casa de los padres del adolescente que cayó detenido. Sin embargo, allí no se pudo encontrar el arma utilizada en el ataque. Ahora investigan dónde se podría estar escondiendo el chico que sigue prófugo. Sin embargo, estiman que no estaría lejos del barrio.
Según fuentes judiciales, por el momento no habría indicios que vinculen el ataque con cuestiones gremiales, que fue una de las principales hipótesis luego de que en el caso de Serena Martínez (la niña que recibió una bala perdida de un enfrentamiento en Alto Verde, cuando estaba en Regatas) el trasfondo del tiroteo hubiera estado relacionado con la interna de la Uocra.
Por su parte, el ministro de Seguridad, Raúl Lamberto, se refirió ayer al caso de Federico y reconoció la situación “crítica” que atraviesa Alto Verde en materia de violencia, pero consideró que el problema debe ser abordado en forma compleja y con una mirada de inclusión. “Hay una realidad de violencia en Alto Verde que es indudable y nos preocupa. Nosotros tenemos un destacamento y una unidad móvil que da refuerzo a la zona. De todas maneras, nos parece que las soluciones no son estrictamente policiales, sino también hace falta dar inclusión e integración y centralmente lograr que los índices de violencia y el uso de armas, que es tan cotidiano en esos barrios, disminuya”.
Los menores y la ley penal
Actualmente, la relación entre los menores y la ley penal está regida por el Decreto 22.278 de la dictadura militar, que los divide en dos categorías: menores de 16 años y menores de entre 18 y 16 años. En este momento, la imputabilidad plena en Argentina está establecida en 16 años. En consecuencia, con este régimen penal, cuando un menor de entre 16 y 18 años se le imputa un delito se lo somete a un tratamiento tutelar. Si da buenos resultados, el menor es entregado a sus padres; pero si esto no sucede, cuando cumple 18 años la persona es juzgada como adulto por delitos que cometió siendo menor. El problema es que determinar si el tratamiento tutelar da resultados o no es una subjetividad discrecional del juez que lleva adelante el caso.
Actualmente, la relación entre los menores y la ley penal está regida por el Decreto 22.278 de la dictadura militar, que los divide en dos categorías: menores de 16 años y menores de entre 18 y 16 años. En este momento, la imputabilidad plena en Argentina está establecida en 16 años. En consecuencia, con este régimen penal, cuando un menor de entre 16 y 18 años se le imputa un delito se lo somete a un tratamiento tutelar. Si da buenos resultados, el menor es entregado a sus padres; pero si esto no sucede, cuando cumple 18 años la persona es juzgada como adulto por delitos que cometió siendo menor. El problema es que determinar si el tratamiento tutelar da resultados o no es una subjetividad discrecional del juez que lleva adelante el caso.
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