Se llevó a cabo días atrás la inauguración de la nueva sede de la Asociación Civil de Padres de Niños con Dislexia Aprendamos, en el marco de un convenio de cooperación mutua y asistencia técnica entre dicha entidad y la Municipalidad de Santo Tomé.
Prensa Municipalidad de Santo Tomé |
El nuevo local, ubicado en calle Iriondo 1859, cuenta con talleres de arte, lectura y técnicas de estudio, como así también áreas clínicas de psicopedagogía, psicología y terapia ocupacional.
“Este es un paso más que estamos dando con el objetivo de garantizar la igualdad en el acceso a la educación para todos”, sostuvo en la oportunidad el subdirector de Educación del Municipio, Prof. José Chena, ante un auditorio compuesto por padres, niños, cooperadores de la institución, concejales y funcionarios del gabinete municipal.
“Santo Tomé no escapa a las estadísticas mundiales, que estiman que un 15% de la población escolar sufre de dislexia. Es por ello que primeramente se comenzó a trabajar en los jardines de infantes, a fin de detectar el trastorno antes de que los niños comiencen con el proceso de lectoescritura, que es el principal inconveniente de aprendizaje provoca este trastorno”, explicó el funcionario.
“Desde el gobierno municipal trabajamos para acompañar a las familias de los niños con dislexia, y también para dotar a los chicos que la padecen de las herramientas necesarias para iniciar su alfabetización en igualdad de condiciones con el resto”, afirmó Chena.
A su turno, la presidenta de Aprendamos, Patricia Olivera, destacó que “hace 6 años estamos trabajando en nuestra comunidad y siempre hemos tenido el apoyo del Municipio. Contar con nuestra propia sede nos permitirá ampliar los días de atención para los niños que vienen desde diversos lugares, ya que antes nos encontrábamos limitados en función del tiempo”.
“El año que viene no sólo continuaremos trabajando con los jardines de infantes, sino que proyectamos extender nuestra labor a las escuelas primarias y también a las universidades y profesorados, porque la dislexia es un trastorno que, pese a estar presente en nuestras aulas, no se trataba en los institutos de formación docente”, remarcó Olivera.
“Paralelamente, continuaremos trabajando en pos de la ley de dislexia, para que nuestros hijos y los de muchos puedan tener las mismas posibilidades de aprender como el resto”, completó
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