sábado, 28 de diciembre de 2013

SANTA FE: Notable incremento de la atención médica por el calor

El jueves, el día de mayor temperatura del año hasta la fecha, en la guardia del Hospital de Niños Orlando Alassia asistieron a 360 chicos por cuadros ligados al clima. Inédito: el 107 atendió más casos de éstos que accidentes.
./Diario UNO | 
Notable incremento de la atención médica por el calor

Ni anteayer ni ayer el calor dio tregua a los santafesinos: el jueves se registró la mayor temperatura del año hasta el momento y, el viernes, la mayor sensación térmica. Tal es así que se cumplieron todos los pronósticos y advertencias de los profesionales y del sistema público de Salud. La alerta roja se tradujo en un incremento significativo de las consultas médicas vinculadas al clima de la estación.

En ese sentido, solamente en un día –desde las 0 horas del jueves y hasta las 0 horas del viernes– la Guardia del hospital Alassia debió asistir a 360 chicos por síntomas y manifestaciones vinculadas al golpe de calor, según informaron a Diario UNO desde la admisión de esta área del efector, que lleva el registro exacto de los ingresos.
 

“Nos llamó la atención, a diferencia de lo que sucedía para esta fecha en años anteriores –y fue tema de conversación con los médicos porque nos pidieron las estadísticas–, la cantidad de casos de deshidratación, diarrea, vómitos, fiebre, gastroenterocolitis y otitis –porque los padres los refugiaron en el agua y eso les afectó los oídos–”, todos cuadros compatibles con el altísimo calor y la exposición al sol.

“Llevan los chicos a una pileta o a una playa y la luz solar y todo lo demás que eso acarrea suele, mínimamente, provocarles fiebre”, ilustró el trabajador del mencionado hospital. La misma fuente agregó que ayer viernes, a la hora que fue consultada por Diario UNO (a las 19), ya se registraban 30 ingresos menos por los mismos motivos en la Guardia, comparados con los ocurridos el jueves a la misma hora, aunque el cierre de las estadísticas se haría a las 24. Esto permite especular que a pesar de la sensación térmica más alta, la lluvia y el cielo seminublado trajeron algo de alivio.
 

Capítulo aparte merecen por su singularidad las asistencias realizadas por la Dirección Provincial de Accidentología y Emergencias Sanitarias (Dipaes), organismo que atiende urgencias o descompensaciones de toda índole, ya sea en la vía pública o en los domicilios con ambulancias, cuando la gente llama al 107.
 

Al respecto, la doctora Karina Cerra, del mencionado organismo, dialogó con Diario UNO y expuso los registros de todo el jueves, ya que los de ayer aún no se habían cerrado ni sistematizado, poco antes de las 19. “El 26 de diciembre brindamos 95 servicios (asistencias en la calle o en domicilios), de los cuales 20 fueron por descompensaciones, hipotensión (presión baja), fiebre, cefaleas, vómitos y cuadros asociados a los golpes de calor, mientras que por accidentes fueron 14”, algo que puede leerse como inusual, porque, lamentablemente, estos casos lideran el triste ránking en el día a día de las atenciones de la Dipaes.

En el Cullen
Mientras tanto, uno de los responsables de la Guardia del hospital público referente en el centro norte provincial, el doctor Sergio Medina, coincidió en que los motivos de atención preponderante fueron los
vinculados al calor, aunque no tenía por esas horas los datos exactos. “En estos días asistimos en la Guardia del hospital Cullen descompensaciones hemodinámicas, deshidrataciones, y todos los cuadros vinculados a la estación. Muchos jóvenes o adultos hacen actividad física en horarios y condiciones contraindicados, se exponen al sol, como así también mucha gente se encuentra trabajando en lugares sin ventilación o climatización insuficiente y el cuerpo no resiste”, sintetizó el profesional.
 

Más y más prevención
Es el propio ministro de Salud de la provincia, el doctor Mario Drisun, quien viene insistiendo enfáticamente sobre los riesgos de las altas temperaturas y las medidas esenciales de prevención. En ese sentido, recordó que el golpe de calor sobreviene cuando el cuerpo no puede regular su temperatura. “La misma se eleva rápidamente, los mecanismos para eliminar el calor fallan y el cuerpo pierde la capacidad de enfriarse”, explicó.
 

Mencionó, además, que existen grupos de riesgo más propensos a sufrir golpes de calor, como los ancianos, los niños y quienes trabajan o hacen ejercicios en ambientes calurosos.
Y explicó que las señales varían, pero pueden incluir una temperatura corporal extremadamente elevada (superior a 39 grados), piel enrojecida, caliente y seca, pulso rápido y fuerte, dolor de cabeza palpitante, mareo, náuseas, confusión y pérdida del conocimiento.

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