sábado, 28 de diciembre de 2013

ROSARIO: Disparos entre barras de Central en Pichincha: un muerto y un herido

Fue a la salida del club Willie Dixon, en Suipacha y Güemes. Walter Larrea, de 33 años, murió con un tiro en el abdomen.
./La Capital | 

Disparos entre barras de Central en Pichincha: un muerto y un herido
Un violento altercado al final de un encuentro de hinchas de Rosario Central denominado "Fiesta Gigante", que se había celebrado en el club nocturno Willie Dixon, terminó a balazos frente del local de Suipacha y Güemes. Walter Larrea, alias "Pacuca", de 33 años, murió como consecuencia de las heridas producidas por un disparo en el abdomen. Otro de los heridos César Ariel Navarro, de 28, quedó internado en terapia intensiva del Hospital del Centenario en estado reservado.
Cientos de simpatizantes, hinchas rabiosos y viejos canayas festejaban en ese club el 124 aniversario de la fundación del Club Atlético Rosario Central. A la salida, cerca de las 4 de la madrugada, en un grupo grande se inició una gresca en el descampado de Suipacha y Güemes, sobre las vías del ferrocarril. Todo terminó cuando alguien desenfundó un revolver y disparó hacia el grupo hiriendo a las dos víctimas. Según fuentes policiales el tirador está identificado.
Frente al carrito. Los hechos se desencadenaron al finalizar la fiesta, organizada por un particular que alquiló el club. Varios jóvenes salieron y se quedaron en un carrito de venta de choripanes que se encuentra en esa esquina. De pronto y por causas desconocidas, un grupo conformado por más de 40 personas, algunas alcoholizadas según fuentes policiales, comenzó a los gritos que acompañaban con cánticos.
En un momento dado un integrante del grupo le asestó un sopapo a otro y comenzaron a volar zarpazos, patadas y trompadas. Durante unos minutos fue una gresca exaltada. Uno de los golpeados tuvo una reacción desaforada. "No se aguantó las piñas, fue al auto y sacó un revolver para tirarle al que le había pegado, pero empezó a tirar y le dio a cualquiera", sostuvo un pariente de César Ariel Navarro. Allí sí se desató el desbande.
Una vez que se vengó de aquel golpe que inició la pelea, el matador corrió hasta su auto y huyó. "Pero todos lo vieron", relató un pariente del muchacho herido.
La fiesta había comenzado a las 22. Un afiche, hasta anoche colgado de una de las puertas del Dixon, enunciaba: "124 años de alegría, vení a festejar el cumple del más grande". Bombas de estruendo, bengalas y el ruido característico de las motos taparon las al menos cinco detonaciones del revólver de bajo calibre que lanzó al grupo a las corridas por el descampado del terraplen ferroviario que se extiende por Suipacha y las vías. Uno de esos disparos terminó con la vida de Walter Larrea e hirió a César Ariel Navarro.
Este muchacho es hijo de un hombre muy conocido en la barra brava de Rosario Central: Julio Navarro, apodado "cara de goma", a quien atribuyen ser lugarteniente de Andrés Pillín Bracamonte. La madre de César Navarro es una agente de la policía provincial.
El muchacho recibió un tiro en la cadera que lo mandó directo al quirófano y a la internación posterior en la Unidad de Terapia Intensiva del Centenario. Ayer por la tarde sus familiares directos estaban en la puerta del nosocomio, pero evitaron hablar con LaCapital, al punto de negar ser sus familiares directos.
En la puerta del Hospital Centenario Gabriel Larrea expresó que su hermano Walter era un fanático de Central. "Seguía al equipo a todas partes y vivía para la cancha. Desde siempre fue así y tenía ya 33 años. Estamos muy golpeados. parece que él intentó separar a un grupo que se estaba peleando, pero un pibe del grupo se enojó, fue al auto, sacó un revólver y empezó a los tiros. Las balas no eran para él, le tiró al grupo, al bulto", dijo muy angustiado.
Robin Hood. "Me llamaron a las cuatro y media. Era tan fanático que cuando trabajaba en Jujuy como mozo le mandó a mi hijo de dos años una camiseta de Central para que no saliera leproso. El era un Robin Hood, siempre quería interceder para que no se armara lío", dijo el hermano de la víctima fatal.
Según fuentes policiales César Navarro tendría antecedentes penales menores al igual que Larrea. "Son hinchas de la barra del club y ambos tienen prontuario", sostuvo otra fuente policial.
A primeras horas de la tarde las puertas de acceso del Hospital del Centenario se asemejaba a la entrada a la cancha: varios integrantes de la barra, vestidos con camisetas auriazules, hacían guardia esperando noticias del estado de salud de uno de los muchachos. Varios patrulleros se encontraban en las puertas para controlar posibles disturbios. Sólo se advertía el sosegado desconsuelo de sus familiares.
“Cara de Goma” en Sudáfrica
El 15 de junio del 2010 siete hinchas de Rosario Central presentaron un recurso de hábeas corpus con la intención de que se les permitiera llegar otra vez a Sudáfrica, donde se disputaba el mundial de fútbol, lo que fue rechazado por la Justicia de Rosario. Entre ellos estaba el barra auriazul Julio Navarro, “Cara de Goma”, padre del joven herido ayer. Una semana antes, el 7 de junio, “Cara de Goma” había sido deportado al llegar al aeropuerto de Johannesburgo. Habían arribado en un contingente de 80 hinchas en un vuelo que procedía de Angola. En el aeropuerto autoridades locales les señalaron que no eran bienvenidos.

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