El Tate y La Gloria juegan este sábado desde las 19 con arbitraje de Mauro Giannini. El técnico de Unión, Facundo Sava, confirmó el equipo sin cambios.
Se vienen dos partidos bravos para Unión. El de este sábado ante Instituto y el del jueves ante Independiente serán clave para ver si el equipo puede sostener esta posición expectante o si tiene que volver a “remarla” desde más abajo. Obvio que no serán decisivos ni mucho menos, porque en un torneo de 42 fechas donde Unión, recién, ha jugado 11 partidos, nada es definitivo. Pero está claro que dos buenos resultados ante rivales directos y encumbrados como lo son Instituto e Independiente (aunque al Rojo le está costando más de la cuenta esta histórica incursión por el ascenso), podrían otorgarle al Tate la enorme posibilidad de meterse decididamente entre aquellos que hoy lideran la tabla.
A propósito, Defensa y Justicia y Crucero del Norte son dos habitantes para muchos impensado en esas primeras posiciones. Banfield está haciendo lo suyo (es otro grande de la categoría), pero hay que convenir que tanto los de Florencio Varela —equipo al que Unión superó ampliamente el lunes— y los misioneros, se han convertido en una sorpresa.
Unión, el propio Instituto, Talleres, Independiente, entre otros, son los equipos que quieren imponer su historia y su mayor peso propio. En el caso de la Gloria, con un plantel que armó Darío Kudelka con la llegada de muchos refuerzos, con una institución convulsionada por problemas internos, un técnico que se fue cuando la campaña no era mala (más todavía, el equipo ganó de visitante en su despedida) y una realidad que lo coloca en una situación bastante ventajosa en este objetivo de alcanzar los tres primeros lugares de la tabla (que son los que darán el ascenso).
De la mano de Elvio Agüero, hombre de la casa, Instituto se para con un 4-2-3-1 que no sorprende teniendo en cuenta la manera que tiene Kudelka de parar a sus equipos. En Unión, ascendió con un esquema similar, que se convertía en 4-4-1-1 a la hora de defenderse.
Facundo Sava ha conseguido algo que le costó muchísimo: mantuvo el equipo de un partido al otro. Entre las lesiones, suspensiones y dudas en cuanto a la formación de un “11” ideal, el técnico fue cambiando formaciones en todos los partidos. La buena actuación ante Defensa y Justicia, los tres goles que marcó en el primer tiempo con un nivel de eficacia casi total y la solidez en líneas generales que tuvo el equipo, hizo que el técnico decidiera ratificar a quienes se encargaron de protagonizar uno de los mejores partidos hasta el momento.
La idea ofensiva es algo que no se negocia, pero ahora Unión tiene un poco más de equilibrio con Bertocchi, Bruna y Zapata jugando lo más pegados posible, con los dos marcadores laterales aprovechando las bandas para hacer el ida y vuelta por afuera y con un Braian Alemán que ha empezado a mostrar aquellos atributos que lo habían sindicado como uno de los jugadores de mayor proyección del fútbol uruguayo. Ante Defensa jugó un gran partido y fue figura junto al Flaco Bertocchi.
Está linda la previa del encuentro de mañana. Instituto saldrá a atacar y Unión también. Se puede generar, a partir de esta idea futbolística de los dos técnicos, un partido atractivo, de ida y vuelta, con muchas emociones. Esto es lo que se puede decir a priori, porque está sobradamente comprobado que nada es absolutamente previsible en fútbol.
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