Eso dijo Raúl González Montaner, de 69 años, y padre del hombre asesinado en el bar Fiji. "Mi esposa duerme y vive abrazada a una foto de nuestro hijo; esto es tremendo”, indicó González Montaner.
Ayer, Diario UNO de Santa Fe dialogó con el padre de Walter González Montaner, de 37 años, quien fuera herido el domingo a las 9.30, en el interior del bar Fiji, ubicado en la esquina de 25 de Mayo y Santiago
del Estero, y que falleció a las 19 del mismo día en terapia intensiva del hospital Cullen.
Raúl, padre de Walter, tiene 69 años, es jubilado y estuvo presente durante el diálogo su mujer, Luisa Bosco, la madre de la víctima.
—¿Cómo sigue su vida después del crimen de su hijo?
—Mire, la verdad es que antes a todos estos casos nosotros con mi esposa los veíamos por televisión y siempre nos apiadábamos y decíamos lo mismo: “Pobre gente, por la situación que están pasando”, y ahora nos tocó a nosotros y la verdad es que nos parece mentira. Nosotros estamos en el infierno, desde el domingo a la mañana nuestra vida se transformó en un verdadero calvario. Mi esposa desde entonces está bajo los efectos de sedantes, en las últimas horas a raíz de toda esta situación se cayó y se quebró la muñeca,y duerme abrazada a la foto de nuestro hijo Walter.
La verdad es que estamos muertos en vida, esto es tremendo, esto es absolutamente insoportable. Esto no es humano, no se puede soportar.
—¿Usted qué sabe de la investigación sobre el crimen de su hijo?
—Bueno, nosotros seguimos con mucha atención todo lo que está ocurriendo con el caso, hicimos una marcha y pedimos justicia, y respecto de los tres prófugos y en particular respecto a uno de ellos, lo que queremos saber es quién fue el juez que le dio la libertad anticipadamente; cuál fue el fundamento de la medida, porque tenemos entendido que el culpable de asesinar a nuestro hijo estuvo en la cárcel y fue dejado en libertad antes de tiempo, y todo esto terminó con el cruel asesinato de nuestro hijo Walter.
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