viernes, 13 de septiembre de 2013

SANTA FE: El dilema de las veredas rotas y los tropezones que sí son caídas

La carta de una abuela a Diario UNO llama la atención acerca de un problema que no sólo afecta a los mayores y a los niños, sino que se erige en una trampa para los discapacitados visuales y motrices.
¡Cuidado! La irregularidad de las aceras es moneda corriente en la ciudad.  (José Busiemi)¡CUIDADO! LA IRREGULARIDAD DE LAS ACERAS ES MONEDA CORRIENTE EN LA CIUDAD. (JOSÉ BUSIEMI)
Ponerse en el lugar del otro no siempre es fácil. A veces es necesario un pequeño llamado de atención, como un chasquido de dedos que obligue a abrir los ojos y ver. Esta semana llegó un mail al correo de Diario UNO (redaccion@unosantafe.com.ar) firmado por Rita Bonfanti, una “abuela, caminante y aprendiz de escritora”.


Rita describe un problema cotidiano, urbano, del cual no escapan ni la ciudad de Santa Fe, ni la de Santo Tomé (desde donde escribe la lectora), ni muchas otras más: las veredas en mal estado.


Lo que a simple viste pareciera ser un cuadradito de 10 centímetros que se desplazó de su lugar, para algunos puede ser motivo de un breve tropezón y, para muchos, una caída de gravedad. Es en ese sentido que se expresa esta mujer, ex concejala santotomesina (la primera mujer en una banca en esa ciudad) y actual artista escritora, al decir: “Son muchas las ciudades con poblaciones heterogéneas, que descuidan desde hace años la integridad de los viejos y los niños, principalmente por las veredas deterioradas”.


“Hay baldosas faltantes o rotas que obligan a caminar mirando el piso –además de manipular con soltura los bastones, muletas, sillas de ruedas y otras deficiencias motrices. En cuanto a los niños, a veces se distraen jugando entre ellos y algunos corren y pueden trastabillar, incluso con peligro de fracturas o el sangrado de sus narices”, observa.
Consciente de las recomendaciones médicas difundidas por diversos organismos, Rita repara en que “todas las estaciones climáticas son buenas para caminar, pero principalmente en el otoño e invierno, es saludable recorrer las ciudades durante las horas de sol, para disfrutar el rostro de la población autónoma y de la turística; para contemplar el paisaje de nuestros ríos, las arboledas y los cielos, además de las arquitecturas”, a lo cual acota: “¡Pero hay que mirar el piso! Porque es peligroso distraerse, caer y accidentarse”.


Un pedido concreto
“Asumiendo mi ancianidad y la representación de los niños, les solicito a las autoridades arreglar: las baldosas faltantes, los cordones destruidos, retirar los restos de caños, colocar las tapas de los medidores de agua corriente y no olvidar de hacer las rampas”, reclamó esta ciudadana.


Con respecto a estas últimas, indicó también: “Merecen paradójicamente un capítulo aparte, porque son usadas por todas las personas y en realidad, son para las que padecemos dificultades motrices”.
Y no perdió oportunidad para “retar” a la dirigencia política: “Los intendentes, los secretarios de Obras Públicas y los presidentes de comunas deberían recorrer las calles y avenidas y solucionar mediante el mantenimiento permanente, el mal estado de las aceras”.


Cabe aclarar que en pocos días, del 19 al 29 de septiembre, la VIII edición de la Copa América IBSA se desarrollará en la ciudad de Santa Fe, coorganizada por la Federación Argentina de Deportes para Ciegos junto a la Municipalidad de Santa Fe y la Universidad Nacional del Litoral (UNL), por lo cual se suma un motivo más para reclamar el buen estado de las veredas.


Los responsables
En el caso de la capital provincial, el Reglamento de Edificaciones Privadas establece que el cuidado de las veredas es responsabilidad de sus dueños, por lo cual siempre que se encuentren rotas o generen riesgos para los peatones, es el mismo propietario el encargado de resolver el inconveniente.


Allí se establece también que es fundamental mantener la higiene de la vereda, pero en los horarios dispuestos a tal fin: martes de 0 a 18 y los sábados de 8 a 18. No se puede hacer uso excesivo de jabón o detergente para el aseo, dado que se torna peligroso para los transeúntes.


En cuanto a las obras en construcción que puedan generar peligros o incomodidades a los peatones deben contar con un cerco al frente, que permita el paso y, si se requiere ocupar toda la vereda es obligación realizar una plataforma en la calle, con una baranda de defensa pintada y señalizada. No puede haber materiales o maquinarias por donde deben circular los peatones.


Las multas vigentes: por falta de mantenimiento de las aceras, entre 40 y 275 pesos; por aseo de las veredas fuera de los días y horarios estipulados o por falta de higiene, entre 20 y 160 pesos; por arrojo de residuos y escombros, entre 100 y 240 pesos. Al igual que Rita, los vecinos pueden contactarse con Diario UNO por mail o a través de Facebook (Uno Santa Fe).

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