sábado, 7 de septiembre de 2013

Apropol: DÍA DEL POLICÍA SANTAFESINO CAÍDO EN ACTO DE SERVICIO

Micro del atentado, reconstruído en la gestión como jefe de la UR II de D Mariano Savia
Día del Policía Caído en Acto de Servicio. Lejos de recordar a nuestros héroes y mártires con odios o rencores por lo sucedido lo hacemos con amor, como fue su entrega decidida en pos de la comunidad.

APROPOL adhiere al acto oficial de las 07:00 Hs y al convocado por los compañeros de la Comisión Permanente de Homenaje a las 16 hs del proximo lunes 12/09/2011. 

Lugar: Monumento a los Caídos - Junín y Rawson (Rosario)

Notas relacionadas:
 



Por Alberto Martinez (*)
Hace algunos años iniciamos nuestra tarea con la fundación de APROPOL(sindicato policial santafesino) y nos propusimos que quienes brindamos seguridad publica, podamos contar no solo con los elementos necesarios para brindarlo de la mejor manera, sino también con el apoyo lógico que una tarea semejante implica.

 
Personal policial asesinados en 1976
Allá por el 2001 ya hablábamos de que pretendíamos no solo el salario tradicional acorde a nuestra dugnidad, sino también el salario social que no era ni más ni menos que el apoyo de la comunidad y su reconocimiento, sosteniamos como hoy que además de llevar el pan a la mesa también pretendíamos mostrar orgullosamente nuestra vocación.
Se ha avanzado muchísimo desde entonces: ya a nadie, salvo algunos trasnochados del poder, les llama la atención cuando nos ven expresarnos libremente en cuestiones que hacen a nuestras vidas y profesiones.
Quizás allí encontremos la gran conquista, que significó años de esfuerzos y gente que quedo cesanteada en sus trabajos por iniciar este camino que todos sabemos no tiene vuela atrás.
En ese salario social, que lleva implícito el reconocimiento de la comunidad, esta el que creemos necesario tributar a quienes dieron lo mas valioso: sus vidas en aras de los fines que nos asigna el pueblo que es defenderlo.
Este aspecto, el del reconocimiento que resulta más que obvio y justo, no es una práctica demasiado extendida en nuestra realidad laboral.
Es por ello que desde el gremio hemos tratado el tema y tomando la decisión de instaurar, más allá de la inacción y la ingratitud gubernamental,«El Día del Policía Santafesino Caído en Acto de Servicio» y conmemorarlo el 12 de Septiembre, fecha muy cara para nosotros.
Sin ningún tipo de atadura ideológica a época alguna, pero con la firme convicción de que los trabajadores policiales tenemos nuestros héroes y mártires y debemos honrarlos, es que establecimos esta fecha como tal.
Creemos que debe ser un momento de recordación y superación, nada debe permitirnos quedarnos en el pasado mas que el tiempo necesario para conocer la verdad y pedir la justicia necesaria para todos «sin excepción» que nos debemos, como paso previo para la unidad y pacificación nacional.
Nos resistimos a seguir sin este reconocimiento para ellos, quienes dieron lo que les quedaba: sus vidas y además que sus crímenes sigan impunes. Es por ello que sin odio ni rencor exigimos la investigación del hecho y el juicio
 
a sus responsables. Esto lo hemos solicitado en Septiembre de 2006 ante el Señor Presidente de la Nación y todavia esperamos una respuesta.
Lo ocurrido el 12 de Septiembre de 1976 está enmarcado en una noche sangrienta de la historia argentina que no se inicia ese año y que como una intermitente guerra civil nos sacudio a todos desde los albores de la Patria pero se acentuó en 1955 de una manera despiadada.
En este hecho particular, la mayor masacre de la historia santafesina tiene sindicado como
 
responsable ideológicos (cúpula de la Organización Montoneros) que actuaban en coordinación con los propios sectores golpistas que derrocaron a un gobierno elegido por el pueblo.
Recordemos que quién está sindicado como el armador de la bomba que detonó y mató a nuestros nueve compañeros y dos civiles y dejó un tendal de heridos y posteriores muertos, es el actual Gobernador Jorge Obeid, por entonces «Comandante Cebollita», Jefe de la Columna Norte de Montoneros; ademas de otros «notables lugartenientes» como el actual Secretario de Derechos Humanos Domingo Pochettino, además contaban con un nexo importante con los golpistas, el actual Ministro de Inseguridad Roberto Rosúa.
Estas cuestiones que terminamos de comentar nos hacen pensar que quizás estamos allí frente a la verdadera cuestión de porque en la actualidad los policías santafesinos padecemos el atropello constante del propio gobernador y sus colaboradores.
Quizás allí y no en otra motivación contemplemos el porque de la nueva ley del personal, más conculcadora de derechos que la sancionada en épocas de facto.
 
Es curioso que pretendan seguir manejando la policía de la democracia con leyes cuyos espíritus son dictatoriales.
Es por ello que la ciudadanía debe saber lo que ocurre, las motivaciones reales de revanchismo y odio que animan a estos personajes que se empecinan en agredir a quienes deseamos solamente servir a la comunidad en un marco laboral y de vida justo.
Hoy la institución policial tiene una amplia, por no decir abrumadora mayoría de efectivos que temporal e ideológicamente están muy distantes de lo ocurrido en los 70.
Por esta cuestión es que debemos reaccionar ante lo que sucede, diciéndole basta a quienes pretenden cercenar nuestros derechos y dignidad, entre los cuales están seguramente los derechos de nuestros caídos que son parte de nuestras vidas, historias y a los cuales honramos permanentemente, y todos los 12 de Septiembre declaramos su día.

Nosotros... las víctimas
 
Agente Edgardo JorgeFerri, soltero, nacido el 31de octubre de 1948, había ingresado a la institución en febrero de 1975.
Agente Juan Domingo Matiasevich, casado, había nacido el 15 de mayo de 1948, padre de dos hijos, uno de tres años y otro de 8 meses, ingresó a la repartición en julio de 1974.
Agente Domingo Hipólito Alfonso, casado, nacido en 1948, con tres hijos, de 5, 4 años y cuatro meses, ingresó en la policía en marzo de 1972.
Agente Andrés Alberto Acosta, casado, nacido en agosto de 1951, con un hijo de cuatro años y otro de dos.
Agente Carlos González, casado, con una hija de ocho meses, ingresó a la policía en abril de 1975, nació el 12 de junio de 1956.
Agente José Luis Boggino, nacido el 9 de julio de 1952, casado, con un hijo de un año de edad, ingresó a la institución en agosto de 1974.
Agente Hugo Alberto Pellegrina, soltero, ingresó en julio de 1974, había nacido el 27 de agosto de 1950.
Agente José María Gutiérrez, casado, con tres hijos de 5, 3 años y cuatro meses, había nacido el 28 de marzo de 1953. Ingresó a la policía en septiembre de 1974.
Agente Darío Héctor Pietrani, soltero, nacido el 30 de noviembre de 1953. Ingresó a la repartición en octubre de 1975.
 
Junto a ellos una veintena de heridos y mutilados que deambulan por las calles de Rosario, dando lástima como los veteranos de la guerra de Malvinas…Civiles muertos en forma inmediata, luego la lista se engrosó:
Oscar Walter Ledesma, 56 años, casado, fotógrafo social y su esposa Irene Angela Dib, de 42 años. Civiles heridos: Andrea Fabiana Ledesma, de 14 años, Carlos Alberto Galeazzo, vecino del lugar del atentado que se encontraba en la vía pública reparando una moto de su propiedad.
Los funcionarios policiales fueron ascendidos postmortem, pero evidentemente con eso no alcanzaba.
Sus asesinos aún siguen entre nosotros
Por este hecho fueron detenidos Carlos Enrique Pérez Rizzo, (nombre de guerra: «Cabezón» nacido el 18 de marzo de 1953, fué condenado, pero no cumplió dicho castigo. Hoy milita en el Frente para la Victoria con otros ex montoneros y perejiles variados. Graciela Porta (nombre de guerra: «La Corcho»), nacida el 18 de octubre de 1954 no cumplió la condena. Ambos eran integrantes de la banda armada marxista «Montoneros». Todos los demás participantes de la masacre huyeron y el crimen nunca tuvo castigo legal.
Los organismos de derechos humanos jamás se interesaron por estos pobres argentinos olvidados…

Hagamos un poco de historia
Calle Junín y Rawson. Hora 18.15. Vuelve la gente de la cancha de Rosario Central. Estalla una bomba de las denominadas «vietnamitas» en el interior de un vehículo Citroen.
 
Fué detonada a distancia y la orden la impartió Fernando Vaca Narvaja (nombre de guerra «Vasco») a corta distancia, integrante de la Conducción Nacional de Montoneros, una banda subversiva todo terreno nacida al amparo del lonardismo jesuítico que rodeaba al general Juan Carlos Onganía y los «servicios de informaciones» del general Francisco Imaz.
A partir de 1973 muchos de estos siniestros personajes fueron funcionarios y legisladores del camporismo, como Diego Muniz Barreto (el estanciero «comando civil» que colocó una bomba en la sede del Consejo Superior Peronista en 1955) o Juan Manuel Abal Medina (militante de la Guardia Restauradora Nacionalista y conocido como el «Guardia Suizo»).
Esta vez el objetivo era un grupo de uniformados que regresaban de cumplir funciones adicionales en un partido de fútbol. Todos ellos
 
hijos de hogares de humildes trabajadores. Todos ellos con esposas, hermanas, hijos y madres…
La ofensiva guerrillera quería apurar los tiempos. Ya habían logrado, junto a la cúpula militar derrotar al gobierno elegido por el Pueblo.
Ahora venía «la interna» de los que desalojaron al gobierno constitucional. Y dirimían esta «interna», matando y atentando, o sea sembrando el terror, que no es ni bueno ni malo, ni blanco ni rojo, es simplemente terror.

Después de casi 30 años en exclusiva.
Imágenes del horror

Estado del Citroen donde estaba colocado el artefacto explosivo


 
Frente de las viviendas de Junín y Rawson despues del atentado
 
 
Idem anterior
 
 
Idem anterior, se nota como la onda expansiva arrancó la puerta
 
 
Frente del colectivo (móvil policial) despues del atentado
 
 
 
Interior de la parte trasera donde viajaban los policias
 
 
Cabina del conductor
 
 
Lateral interior del colectivo, vease como los fragmentos de esquirlas atravesaron la carroceria
 
Interior del micro policial
 
 
Imagenes despues del salvaje hecho
 
 
Idem anterior
 
 
Idem anterior

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