sábado, 3 de agosto de 2013

Los rosarinos agotaron las dosis de la vacuna contra la hepatitis B

Una campaña gratuita de detección y vacunación congregó ayer a más de 1.500 personas. La masividad fue tal que se terminaron las dosis.
.La Capital | 
 "Un éxito total". Así calificó el secretario de Extensión Universitaria, Darío Krapf, al operativo de vacunación realizado ayer y, por primera vez, de detección de la hepatitis B. En el día elegido a nivel mundial para tomar conciencia contra este grupo de enfermedades virales con impacto en el hígado, unas 1.500 personas recibieron la primera dosis y cientos quedaron sin hacerlo porque la convocatoria superó las expectativas.
"Rosario está mostrando una actitud que ahora tenemos que canalizar hacia los efectores públicos", anticipó a LaCapital la coordinadora general de la Fundación Hepatitis Rosario, Edith Michelotti. Y anticipó que a pesar de la gente que quedó haciendo cola, no habrá una vacunación masiva, sino que deberán dirigirse a cualquier efector público de la ciudad, donde la vacuna está disponible y es gratuita.
El circuito de salud arrancaba con una entrevista médica. De allí podían surgir dos alternativas, la vacunación directa o ante la sospecha de haber corrido riesgo se derivaba hacia la detección, que no llevaba más de quince minutos. Si resultaba negativo, se vacunaba. Pero si los médicos evaluaban que pudo haber existido algún contagio vía sangre, la derivación era hacia el Hospital Centenario para detectar la hepatitis C.
Ayer, más de 1.500 personas recibieron la primera dosis de hepatitis B y más de un centenar pasó primero por la detección con resultados negativos, muchos de los cuales contenían el aliento durante los minutos de espera. Además, y después de pasar por la evaluación médica, con la que iniciaba la atención, otras 100 fueron derivadas al Centro de Tecnología en Salud Pública, ubicado en el Hospital Centenario, para la detectar si padecen hepatitis C.
Justamente esta institución de salud junto a Hepatitis Rosario y las facultades de Medicina, Odontología y Bioquímica, organizaron la edición 2013 de la jornada de vacunación, a partir de las 10 y hasta las 15, en plaza Montenegro. También participaron el gobierno de Santa Fe y la Municipalidad de Rosario.
Los profesionales no podían ocultar su satisfacción. A las 14.30 no quedaban números y la cola iba desde la escalinata del Centro Cultural Roberto Fontanarrosa, paralela a las calles San Martín y San Luis, hasta Sarmiento. Hombres y mujeres de todas las edades que habían ayunado tres horas. Quienes se vacunaron salieron con un calendario para colocarse la segunda y tercera dosis a los 30 días y seis meses, respectivamente.
Silenciosa. Las hepatitis virales son silenciosas. Cuando los pacientes se enteran de que las padecen ya han desarrollado patologías que pueden ser muy severas y hasta causar la muerte. De este grupo, la hepatitis B, que hasta se puede contagiar con saliva, tiene vacuna; no ocurre lo mismo con la C, que es menos frecuente porque se contagia a través de la sangre y tampoco se puede inmunizar contra la A, que además de más frecuente es también menos dañina.
Según Krapf, una de cada 12 personas puede portar hepatitis B y no saberlo, por lo que no hay prevención para un eventual contagio. "Un beso muy apasionado, muy potente, puede contagiar". explicó el profesional. Y dijo que la toma de conciencia es el único paso a favor de la protección. Los rosarinos que no pudieron vacunarse ayer deberán concurrir a cualquiera de los centros de salud de los seis distritos, los que pueden consultarse en las páginas de internet de la Municipalidad.
"Vengo para prevenir la hepatitis, es una buena campaña, debería ser más seguido", señaló Vilma, de 72 años, También mayor frecuencia pidió Aidé, de 57, que no pasó por alto "la responsabilidad de completar las dosis". Germán y Juan Ignacio, de 27 y 29, valoraron la campaña y la toma de conciencia. La cantidad de asistentes les dio la razón.

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