sábado, 13 de julio de 2013

SANTA FE: La gente viaja menos en colectivo y se complica el tránsito

Más población. Más autos y motos. Menos colectivos que transportan menos pasajeros. La misma infraestructura urbana. Resultado: los embotellamientos son cada vez más frecuentes y abarcan más zonas.

La gente viaja menos en colectivo y se complica el tránsito

 En la última década, la cantidad de autos se incrementó un 25 % en la ciudad de Santa Fe. Y las motos un 40 %. En ese período, la población también creció: hoy hay un 5,8 % más de habitantes que en 2001 (21.642).
Todos se mueven en el mismo espacio urbano, un micro y macro centro con forma de embudo, calles por lo general angostas, casi nulas posibilidades de ampliación, y ya saturadas de tránsito. Son apenas 220 manzanas (entre bulevar y General López y entre avenida Freyre y 27 de Febrero-San Luis) las que aglutinan cada día a los vecinos que llegan masivamente al centro, sede de la administración pública y del mayor sector comercial, a trabajar y realizar compras y trámites.
En números finos, 13.687 autos y 12.199 motos se pusieron en marcha desde 2004, elevando el parque automotor a 125.542 vehículos totales (68.386 autos y 42.027 motos, más camionetas y otros).
Las grandes avenidas que unen el norte con el sur también evidencian síntomas de colapso, motivado por los nuevos barrios que se gestaron en la última década y el crecimiento comercial que experimentaron.
Está comprobado que el transporte masivo, como el colectivo, es una de las mejores opciones para evitar el colapso de la acotada infraestructura urbana frente al boom de autos y motos. Simplemente porque economiza el uso del espacio público, caro y escaso. 
Frente a este panorama, cabe analizar qué pasó con el transporte público masivo en Santa Fe en las últimas décadas y por qué el colectivo viene perdiendo protagonismo.
En una meseta
En la ciudad, hay datos de transporte público disponibles a partir del año 1995, cuando el entonces intendente Jorge Obeid licitó el servicio y modernizó la flota de colectivos. En ese momento se transportaban 55.252.470 pasajeros por año y se recorrían en total 27.488.230 kilómetros de la ciudad, según la información que aportó a El Litoral el Grupo de Estudios sobre Transporte -Getrans- de la Universidad Tecnológica Nacional, Regional Santa Fe.
Esos valores no fueron nunca más alcanzados: desde el ‘96 al 2000 fue bajando año a año la cantidad de pasajeros, experimentando una abrupta caída en el 2002, poscrisis 2001, llegando a 25.500.000 transportados, menos de la mitad que en 1995. "Es evidente cómo la situación económica y la crisis del año 2000 repertucieron negativamente en la evolución de pasajeros transportados porque mucha gente, al perder su trabajo, directamente no tenía motivos para viaja", coincidieron los ingenieros de la UTN, Eduardo Donnet y Fernando Imaz.
En el 2003, con la aparición de los subsidios a las empresas de transporte que implementó Néstor Kirchner -que se sostiene hasta ahora, sin un plan estratégico de transporte- y una reactivación de la economía, la curva empezó a vislumbrar un ascenso, pero con una clara tendencia al amesetamiento: los pasajeros transportados oscilan desde entonces entre los 35 y los 40 millones anuales, entre 15 y 20 millones menos de los históricos de 1995. “Este aplastamiento resulta de la conjunción de varios factores”, deslizan los especialistas para explicar las causas del fenómeno. El más importante es el crecimiento del parque automotor en general, pero más aún de las motos que son un competidor directo de los colectivos, por su bajo costo de acceso y de mantenimiento. En la última década, la circulación de motos en la ciudad creció un 40,9 % (de 29.828 en 2004 a 42.027 en 2013).
En tanto, los kilómetros recorridos -que dan la pauta del nivel de cobertura que tiene el sistema- también fueron en claro descenso. De los más de 27 millones de kilómetros que hacían los 275 colectivos que había en 1995, bajaron a 17.957.616 el año pasado (con 205 coches de flota activa). Sin embargo, al bajar también la cantidad de pasajeros transportados, en Santa Fe el nivel de cobertura alcanza hoy el 80 %, por lo que “puede calificarse como aceptable”, sostienen Donnet e Imaz.
Menor incidencia del boleto en el salario
La caída de pasajeros transportados se dio en un contexto en que el precio del boleto aumentó pero a un nivel mucho menor que el salario. Con lo cual su incidencia en la economía familiar es menor en la actualidad que hace cinco años.
Si se toma como referencia la evolución de los salarios de un empleado de comercio que recién comienza, por ejemplo, desde 2008 a la fecha se observa que creció un 165 % (en junio de 2008 cobraba $ 1.319,56 y hoy cobra 5.276,22). En cambio la tarifa plana del boleto costaba $ 1,50 en 2008 y hoy sale $ 3,25, un 86,63 % más.
Con lo cual, el porcentaje de incidencia del pago del boleto sobre un sueldo de comercio -si se consideran cuatro boletos por día, cinco días y medio a la semana, y cuatro semanas en el mes- era de 10 % en 2008 y es del 5,42% en la actualidad.
Así y todo, no se ha logrado recuperar un uso masivo del servicio de transporte público por colectivo, que está muy lejos de alcanzar su récord histórico de 1995.

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