Las familias que podrían inundarse serían ubicadas a la vera de la ruta 168. El municipio está armando módulos “chorizos” con divisiones de madera. Los vecinos quieren unidades individuales.
Los vecinos de La Vuelta del Paraguayo estiman que en el lugar viven entre 100 y 120 familias. Cada vez que hay una crecida el barrio vuelve a ser noticia y gran parte de sus habitantes tienen que abandonar transitoriamente sus hogares. En la crecida de abril de 2011 cerca de 50 familias tuvieron que autoevacuarse.
Según los vecinos, en esa oportunidad, como en todas las crecidas, las familias ya tenían un terreno determinado a la vera de la ruta 168 –al lado de los boliches bailables– y con la ayuda del municipio se armaban un módulo o un rancho.
El martes pasado el intendente José Corral se reunió con algunas familias y les comunicó cuál era el plan del Ejecutivo para la próxima crecida. Los vecinos aseguran que en ese breve encuentro no consiguieron ser escuchados.
“A partir de esa reunión con el intendente se convocó a una asamblea a todos los vecinos para debatir sobre la planificación del traslado de las familias que se inundan a la vera de la ruta 168”, le dijo Graciela Vera a Diario UNO.
“Lo que nosotros queremos es discutir la forma”, sentenció la vecina que formó parte de la ronda de vecinos que se autoconvocó ayer, a las 16, en el barrio. Luego agregó: “Ellos están construyendo todo sin consultarnos a nosotros si estamos de acuerdo, si queremos irnos, cuál sería la mejor forma para instalarnos allí. Ellos lo único que quieren es armar y reubicarnos, nada más”.
Previendo la rápida llegada de la onda de crecida, el municipio comenzó a construir al costado de la ruta 168 unos módulos “chorizos” que contendrán 12 divisiones –de 15 metros cuadrados–, uno por cada familia.
En total, se están levantando tres de esos módulos (que tendrían una capacidad máxima para 36 familias) más otras dos unidades con tres divisiones cada una ubicadas más cerca del río y que estarían destinadas a las familias de pescadores.
Pero los vecinos sostienen que el municipio no los participó de esa decisión. “No estamos de acuerdo en la forma en la que están armando los módulos. Están haciendo un solo módulo dividido por paredes de machimbre. Más allá de que pueden ser familias conocidas todos quieren tener su intimidad y no estar escuchando al que tiene al lado”, sostuvo Vera.
—¿Qué argumentó el municipio para no armar los módulos de manera individual?
—En realidad no quisieron dar explicaciones. Ayer (por el martes) estuvo el intendente Corral y no quiso dar explicaciones. En un momento, cuando le empezamos a plantear las cosas dijo: «Soy el intendente y yo vengo a ver de qué forma ayudar». Pero en ningún momento quiso escucharnos. Las palabras de él fueron: «Lo que les estamos ofreciendo es lo mejor para ustedes». Pero eso es lo que dijo el intendente. No nos preguntó a nosotros que somos los que estamos y sabemos cuál es la mejor forma”.
Concretamente las familias quieren módulos individuales o construir sus propios ranchos con una pequeña distancia del lugar que escojan sus vecinos. Entre los argumentos se apuntó a que en esta época del año hay varios chicos enfermos y que es difícil “que al lado estén escuchando música fuerte”. Entre otros de los puntos se adujo que muchas de las familias tienen sus animales y que necesitan un espacio donde tenerlos.
En la asamblea que se desarrolló ayer los vecinos siguieron buscando alternativas. “No queremos llegar a cortar la ruta”, dijo María y agregó: “Pero de alguna manera nos tienen que escuchar”.
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