viernes, 5 de julio de 2013

SANTA FE: "El río es nuestra identidad, es nuestro medio de vida”

Rosa Dorado vive en La Vuelta del Paraguayo. Dijo que el verdadero problema lo tendrán en la próxima inundación, cuando los boliches ocupen los terrenos donde se evacuan en cada crecida.


 Rosa Dorado trabaja en la cantina de una escuela de la ciudad de Santa Fe. Su casa es la penúltima del barrio La Vuelta del Paraguayo. Toda su vida vivió allí y el río forma parte de su familia. “Mis hermanos viven exclusivamente de la pesca. Si a un pescador lo sacás de este lugar, se muere. Porque ésta es su vida, éste es su lugar”, le dijo a Diario UNO.

“Tal vez mi casa es una de las últimas que se inunda, pero lucho por la gente de mi barrio porque acá la mayoría depende del río”, dijo Rosa al tiempo que pronostica que esta crecida no será tan importante como se dijo.

Desde la experiencia, Dorado cuenta que cada vez que viene el agua “la gente lo primero que hace es empezar a ver el punto de salida”. “Hasta ahora siempre fue la ruta 168, al lado de los boliches. Los vecinos lo que quieren es el lugar y si la Municipalidad colabora, mejor. Por supuesto que todo lo que venga de más siempre es bienvenido. Pero siempre, entre comillas, se pelea por el lugar”, explica.
“Hoy la Municipalidad, sin que nadie diga nada, accedió a darnos los terrenos pero con una nueva estrategia que es que ellos van a armar los módulos. La idea de ellos es hacer un módulo largo donde entren cinco o seis familias con una división de una pared de por medio. Yo entiendo que estamos en época de crisis, de inundación, pero acá no tenemos una casita pegada a la otra. La gente lo que quiere es tener su lugar”, agregó.

“Por ejemplo –continuó–, yo siempre que salgo en una crecida voy al lado de los boliches. Bueno, yo quiero que me den ese lugar. Que me armen el módulo ahí, si es que me lo quieren armar, si no nos hacemos algo nosotros. Y eso no es un capricho. Lo que sucede es que yo tengo mi lancha, mi canoa, cuando abro la puerta puedo mirar las cosas. Incluso mucha gente se fue a la isla a cortar palos para poder armarse su rancho. Pero desde la Municipalidad nos dijeron que no quieren que nos armemos ranchos”.

Luego añadió: “Eso nos parece que es una cuestión de cada familia y creemos que se les tiene que respetar su opinión. Todos somos personas civilizadas y todas las opiniones cuentan. La gente ya tuvo una experiencia con los galpones y eso no sirvió porque cada uno tiene sus perros, sus gallinas, sus animales. Todo eso en un galpón es muy engorroso. Es muy incómodo estar conviviendo con los animales. Si bien nosotros lo hacemos en nuestras casas, es diferente porque acá cada uno tiene su terreno”.

Al ser consultada sobre cuál es el motivo de la negativa municipal, Dorado dijo: “Creo, y esto es una opinión personal, que la palabra rancho es mala palabra. Llegado el momento, antes de las elecciones, la foto del rancho da mal aspecto. Toda la vida la gente se arregló de la misma manera. Toda la vida se arreglaron con ranchos, y eso va a seguir pasando en todas las inundaciones. Pero si nos ponemos a ver la situación, el problema no es esta crecida. El problema grave lo vamos a tener en la próxima inundación porque la gente de La Vuelta del Paraguayo no va a tener a dónde salir”.

En ese sentido, la vecina explicó que los terrenos que ocuparán en pocos días son los que se van a destinar a la reubicación de los boliches que hoy están en la ciudad. “En una futura inundación no vamos a tener adónde ir. La gente de La Vuelta del Paraguayo no quiere ser trasladada a ningún otro lugar y quiere que se hagan obras en el barrio. Por eso me parece que es momento que pongan las barbas en remojo y que se haga algo en serio por el barrio”, dijo.

—¿Qué obras piden ustedes para La Vuelta del Paraguayo?
—El camino lo viven alteando y no es la solución. El trabajo de fondo sería hacer un relleno como el que se hizo en el Wal Mart. Con la cantidad de campo que tenemos acá, se tiene que elevar una parte del terreno para que la gente se pueda hacer algo cuando se inunda o que en un futuro se puedan hacer viviendas. Con eso, la gente no molesta más.

“Pero las soluciones las queremos en el barrio. No nos queremos trasladar a otro lugar. Ésta es nuestra identidad. El río es nuestra identidad, nuestro medio de vida. Yo a mi casa no la cambio por nada. Van a venir más inundaciones y yo voy a salir, pero después voy a volver a este lugar. Y eso quiero que me lo respeten. Ése es mi modo de vivir y es lo que elijo”, expresó.

“Pasamos por varios colores políticos y a nadie le interesa. Mientras a nuestro alrededor los avances son gigantescos; ya se trajeron los boliches, la universidad sigue creciendo a pasos agigantados, mientras que nosotros no tenemos ni siquiera luz segura, ni agua buena. Después hablan de igualdad de derechos”, concluyó

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