La imposición del nuevo nombre está acompañada de la inauguración de dos muestras especialmente pensadas para la ocasión.
La Capital |
El hasta ahora Centro Cultural Bernardino Rivadavia cambia desde hoy su nombre por el del dibujante y escritor Roberto Fontanarrosa
El cambio de nombre fue una decisión del Concejo Municipal “y con la unanimidad de la comunidad rosarina”, dijo el director del espacio, Rafael Ielpi, quien agregó: “Me alegra que el cambio de nombre se realice el Día del Amigo, porque el Negro hizo de la amistad un culto”.
“La Mesa de los Galanes no era otra cosa que eso: como decía el propio Negro, no se juntaban para hablar de la cuadratura del círculo ni del agujero de ozono, sino de fútbol, de mujeres y de la gente que pasaba por la calle”, añadió el director del espacio cultural que desde hoy se llama Fontanarrosa.
La imposición del nuevo nombre, elegido por el Concejo Municipal de Rosario en forma unánime el 27 de septiembre de 2012, está acompañada de la inauguración de dos muestras especialmente pensadas para la ocasión.
“Presentamos dos exposiciones simultáneas, una que se llama `Entre amigos I` y cuenta con ochenta dibujos de ochos talantosos dibujantes argentinos que homenajean al Negro”, explicó Ielpi. Se trata de obras de Quino, Hermenegildo Sábat, Caloi, Crist, Alfredo Sábat, Rep, Tute y el propio Fontanarrosa, que se exhiben en el primer piso del complejo cultural.
El director del Centro Cultural explicó que “en la misma sala presentamos `Entre amigos II`, que es menos convencional, y está conformada por los dibujos que el Negro les regalaba a sus amigos cuando se casaban, cuando cumplían años, y que prestaron generosamente porque es una especie de colección privada”. Una veintena de Mendietas, el perro que acompaña al personaje Inodoro Pereyra de una de las tiras más conocidas del dibujante rosarino, fueron intervenidas por artísticas plásticos locales y dibujantes.
Dispuestas también en el primer piso del Centro Cultural, los Mendietas dan la bienvenida a los visitantes del edificio ubicado en San Martín y San Juan, en pleno centro de Rosario. “Lo más destacable es la unanimidad total de la comunidad rosarina para el cambio de nombre”, dijo Ielpi. En esa línea, agregó que “eso implica el respeto al Negro no sólo como genial ilustrador y narrador, sino por sus dones humanos, su humildad y su culto a la amistad”.
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