El asesino quería impedir que la mujer con la que tenía una relación afectiva viajara a Buenos Aires. Cuando llegó el joven, que iba a trasladarla, dijo: "Mirá cómo lo mato" y le disparó. Tenía una orden de exclusión de hogar anterior.
.
Un hombre fue asesinado por la pareja de su suegra, que era víctima de constantes amenazas de muerte de parte del agresor. Ayer por la tarde, personal de la comisaría 11º buscaba en la casa del presunto homicida el arma con la que disparó. Ramona es pareja de Nicolás J. hace ocho años. Anteayer estaban hablando en la vereda de la vivienda de Caupolicán al 500, mientras él intentaba convencerla de que no viajara a Buenos Aires a ver a su otra hija, vio llegar el yerno de la mujer, que la llevaría a la Capital, y le dijo: "Mirá cómo mato a tu yerno"; sacó el arma y le disparó en el rostro apenas Hugo Batalla se sacó el casco y bajó de la moto. "Se ve que tenía el arma escondida en la campera. El me había dicho días atrás que no viajáramos porque algo grave nos iba a pasar", dijo ayer la pareja. Adentro de la casa estaba el hijo biológico del agresor, un empleado policial, que aseguró: "Mi viejo está loco".
"Murió un inocente", lamentaron los propios familiares del agresor, que vivía con su madre en la zona sur de la ciudad. Esas personas aseguraron que el imputado, de 62 años, tenía exclusión de hogar por golpeador.
Roberta se puso de novia con él, pero ella vivía en Villa Gobernador Gálvez. Compungida, ayer aseguró: "Me equivoqué mucho con este hombre. Ahora mi hija está destrozada, con una nena de nueve años y embarazada. Lo mató como un perro". El presunto autor del homicidio 104, en lo que va del año y en la región, está detenido a disposición del juez de Instrucción 3º, Luis María Caterina.
Hugo Batalla tenía 44 años y trabajaba en un taller mecánico. Apenas se bajó de la moto en la casa donde había ido a buscar a su suegra para viajar durante la madrugada a visitar a otra hija de la mujer, recibió un disparo en el rostro, en medio de la calle, donde ayer todavía quedaba un manchón de sangre.
Apenas disparó el arma --que la policía ayer no había hallado-- alrededor de las 19.30 del jueves, Nicolás J. intentó escapar por los techos de las viviendas de esa cuadra de barrio Roque Sáenz Peña, pero personal policía de la comisaría 11º fue alertado y lograron interceptar al hombre, mientras los médicos del Sistema Integrado de Emergencias (SIES) constató que yacía sin vida el cuerpo de Hugo.
Al parecer, el disparo ingresó por uno de los ojos de la víctima, que falleció en el acto. Ayer, los pesquisas intentaban establecer qué tipo de arma utilizó el agresor, ya que ésta no fue hallada. Testigos del hecho indicaron que habría utilizado un arma de caño recortado.
Si bien en las primeras horas de ayer se habló del homicidio como un hecho de defensa del hombre hacia su propia hija, más tarde las autoridades y familiares de la víctima aclararon que el hombre mató al yerno de su pareja porque éste la llevaría de viaje a Buenos Aires, con su hija y nietos. "Me había dicho que si yo viajaba me iba a cortar en pedacitos", dijo Ramona, quien aseguró que el hombre "nunca" le pegó a ella, pero que sí la amenazaba constantemente con que no lo dejara porque la iba a "prender fuego"; y confirmó que el hombre tenía una exclusión de hogar de la casa de la madre de sus hijos.
"Mató a mi yerno", gritó la mujer que presenció toda la escena, en medio de la calle, cuando unas vecinas se asomaron. "Me compadezco con la familia de la víctima, porque este hombre no tenía nada que ver. Lamentablemente, se perdió la vida de un padre de familia", dijo una de las hijas biológicas del agresor, que se sabía violento en el barrio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario