viernes, 21 de junio de 2013

"En 2015 yo quiero ser jueza, firmar una cautelar y qué me importa lo que digan"

En el palco frente al río Paraná, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner endureció su discurso contra el Poder Judicial y con mucha ironía aludió del rechazo de la Corte Suprema a las reformas al Consejo de la Magistratura.
La Capital | 

En el palco frente al río Paraná, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner endureció su discurso contra el Poder Judicial y con mucha ironía aludió del rechazo de la Corte Suprema a las reformas al Consejo de la Magistrstura.
"Cuando hablan de reforma constitucional, de reelección, la verdad es que en el 2015 yo quiero ser jueza, para qué presidenta. Y no jueza de la Corte sino una de primera instancia, una jueza federal por ahí perdida, para que pueda tener una lapicera, un papel, una cautelar, firmar y que me importa lo que digan la gente, los diputados, los senadores, el presidente...", ironizó la mandataria.
"Hay que tomarlo con humor, aunque si sos juez, no pagás ganancias, no hacés declaraciones juradas, nadie te conoce, viajás cuando querés y adonde querés. A quienes quieran ser legisladores les recomiendo que replanteen sus ambiciones por algo más cómodo y seguro", señaló en un punto alto de la ironía.
"Lo único que tenés que hacer es encontrar algún gil que sea presidente para que junte la guita que te pague los sueldos", sostuvo Cristina al borde del sarcasmo.
"Aprendí a usar el humor y la alegría como el remedio más potente contra los daños que algunos creen que me causan, como si fueran daños a una persona y no a un sistema. Es maravilloso creer que la voluntad popular está por sobre cualquier otro poder y me cuesta creer que estén impidiendo el derecho a votar", disparó la primera mandataria.
También se esperanzó con que "más temprano que tarde vamos a lograrlo porque es un compromiso democratizar los tres poderes del Estado, no es para este gobierno, es para la historia. Para que cuando se sienten frente a un juez sepan que ese juez está controlado, porque ustedes lo votaron".
"Lo digo con mucha tranquilidad, sé que desde los años 40 cambiaban los gobiernos aunque un sector que siempre permanecía cristalizado, entonces sería ingrato cargar todas las tintas sobre esta actualidad, pero qué oportunidad se han perdido de encabezar un proceso de cambios", les dijo a los miembros del Poder Judicial.
"Yo espero, porque siempre hay tiempo para cambiar, nadie puede decir que es el mejor, pero quiero decirles a todos que tengo que gobernar para 40 millones, sé que la carga es pesada y que me la van a querer hacer más difícil, porque cuando uno toca ciertas corporaciones, ciertos poderes, enseguida viene el vuelto, aunque si mi rol en la historia es haber abierto el debate por una Justicia legítima y democrática estoy dispuesta a aguantar todo lo que venga, como siempre lo hice en la vida", sostuvo Cristina.
Con una notable carga de realidad, la presidenta refirió: "Mi compromiso es con la memoria de quienes dieron su vida por una Argentina mejor. Parte de los problemas terribles de seguridad que tenemos en el país, el narcotráfico, la violencia y la trata, también tienen que ver con la Justicia. No hay buena seguridad si no hay buena justicia. Y nadie mejor que ustedes en Rosario para saberlo", señaló.
"No es solamente una cuestión institucional, es la vida de nuestros pibes, que puedan salir a la calle y no les vendan ninguna porquería, o se creen que soy estúpida y no me doy cuenta de que eso atraviesa a todos, justicia y fuerzas de seguridad", razonó la mandataria.
"No es una disputa solamente constitucional es simplemente el derecho a tener una vida mejor Y por eso me voy a seguir jugando como lo hice toda mi vida", cerró su discurso antes del habitual "Feliz Día de la Bandera y Viva la Patria".

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