El organismo oficial de estadísticas informó que en el primer trimestre el aumento promedio de precios de la economía se aceleró en más de cuatro puntos en comparación con un año atrás. El consumo del Gobierno convalidó una suba de más de 22%.
Para la determinación del factor de ajuste de los títulos públicos atados a la inflación el Indec estima que la suba del índice al consumidor se ubica actualmente levemente por debajo de 11% anual, similar a doce meses antes.
Por el contrario, cuando estima el valor de la capacidad de generación de riqueza por parte del conjunto de residentes registra un aumento promedio de los precios de 18%, cuando doce meses antes había medido 13,7%, pese a que en ese lapso de doce meses se agudizaron los ya probados fracasados sistemas de precios máximos y subas administradas por la Secretaría de Comercio.
Semejante brecha hace pensar en la suerte de un "default técnico", porque se paga amortización y renta sobre una base actualizada menor a la real.
El cuadro 6 de Actividad Económica que difundió el Indec sobre la evolución de las cuentas nacionales muestra que el principal impulsor la inflación en los pasados doce meses fue el consumo del sector público que toleró alzas de 22,2% interanual, casi tres puntos porcentuales menos que en el primer trimestre de 2012, en comparación con 15,6% del consumo privado. En este caso se acentuó en 2,4 puntos porcentuales.
El alza de los costos convalidados por los sectores exportadores de bienes y servicios fue de 18,9%, frente a 11% de un año antes, mientras que el aumento más acotado fue el que se verificó en caso de la inversión bruta interna fija, con 14,4%, 3,1 punto porcentuales que la tasa que había aceptado en términos anualizados en los primeros tres meses de 2012.
Singular dispersión en bienes y servicios
El denominado índice de precios implícitos en el cálculo del PBI subió más en el caso de los productores de bienes, de 8,2 a 17,3% en el primer trimestre de 2013, en comparación con un año antes, mientras que para los productores de servicios desaceleró de 17,2 a 15,2%, pero siempre superando con holgura a la variación del promedio de precios al consumidor.
Entre los primeros, el Indec midió aumentos extremos de 94,3% en los frutos de mar y 34,7% en el promedio de los productos agropecuarios y un mínimo de 7,6% en el caso de la actividad extractiva de minerales y petróleo.
En el caso de los industriales el aumento medio fue de 13,6%, seguido por 15% de los servicios esenciales de electricidad, gas y agua y 20,3% de la rama de la construcción.
En tanto que entre los servicios, superaron el rango de 20% de precios implícitos los servicios personales (26,5%) y el sector gobierno, en los tres niveles: nacional, provincial y municipal (22,2 por ciento).
Las menores subas se localizaron en la intermediación financiera 5,1% y la actividad inmobliaria y de servicios de alquiler (remises) con 8,9 por ciento.
En el caso del comercio, la inflación que midió el Indec para el cálculo del PBI sectorial fue de 18%, menos de dos puntos mayor que el año anterior, en contraste con la modesta suba de menos de 10% que utiliza para medir el comportamiento del consumo en los shopping y supermercados.
Mientras que el aumento en el caso de hoteles y restaurantes la inflación implícita fue 13,2% y en el transporte y almacenamiento y comunicaciones 15,3 por ciento.
Como se ve son muy contados los casos en que la Dirección Nacional de Cuentas Nacionales pudo detectar una inflación en el rango del que mes a mes informa el Indec, muy lejos de las variaciones de los salarios, de la creación de dinero y de la recaudación tributaria.
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