domingo, 5 de mayo de 2013

Un camino anunciado: faltan productos en góndolas y los descuentos son muy pocos

Los argentinos notan que las opciones de productos disponibles en el supermercado se redujeron desde el plan "freezer", a pesar de que desde el oficialismo aseguraban que esto no iba a ocurrir. El "lado B" del congelamiento de precios.

A raíz de la implementación del "congelamiento" de precios, los supermercados fueron buscando diversas formas para sortear la difícil situación que implica mantener fijos los valores de los productos que comercializan en un contexto inflacionario.

Y esto ya dejó ver sus efectos. Artículos que introdujeron algún cambio para no quedar atrapados por el convenio, faltantes de mercaderías en las góndolas, ausencia de carteles indicadores de los valores respectivos (principalmente de los más baratos, de modo de escapar al control y a posibles denuncias) y hasta se puede apreciar cómo los descuentos comenzaron a retacear.

Así las cosas, los argentinos advierten un escenario distinto al que, en principio, prometía el Gobierno cuando lanzó la medida.

En este contexto, diversas entidades que defienden a los consumidores avalan las quejas de los clientes y destacan que se trata de consecuencias "casi esperadas", como es el caso de los faltantes,ya que algo similar sucedió en otras oportunidades en las que se recurrió a fijar precios o poner máximos.

Al respecto, el economista Jorge Todesca explicó que "lo que estamos viviendo es un proceso con algún parecido al desabastecimiento de los 80" como consecuencia de esta decisión oficial y de "una capacidad de negociación muy asimétrica".

Y añadió: "Los diferentes eslabones de la cadena industrial y comercial tienden a retener el producto. No tienen la certeza de cuál será el precio de reposición".

Entre la mercadería que escasea, Claudia Collado que preside Acción del Consumidor (Adelco)citó a los aceites, azúcar, harinas, yerba y ciertas galletitas.

En tanto otros expertos agregaron: lácteos(principalmente quesos, cremas y yogures), jugos y gaseosas como así también algunos enlatados.

Asimismo, destacaron que, adicionalmente a los faltantes, hay productos que ya han registrado incrementos de precios pese a la vigencia del acuerdo oficial. En este sentido, mencionaron a determinadas frutas, verduras, productos de limpieza, mermeladas y al café, entre otros.

De esta forma, mientras se espera la llegada de la "Supercard" y en medio de la incertidumbre por saber cómo seguirá el congelamiento y si el Ejecutivo resolverá extenderlo hasta octubre -de este modo o con algunos cambios, por ejemplo, aplicado a ciertas categorías- las familias argentinas prefieren ser cautas a la hora de cargar el carrito.

Así lo aseguró Mariano Otálora, experto en finanzas personales: "Siempre que hay ruido en la economía o existe preocupación, la gente empieza a cuidar más el bolsillo".

Faltantes
Al recorrer los pasillos de los supermercados, es cada vez más común no encontrar ciertos productos o ver carteles que indican "Producto temporalmente sin stock".

Héctor Polino, titular de Consumidores Libres, remarcó que también es posible observar leyendas que señalan: "Hasta dos unidades por persona", como sucede en algunos establecimientos con el azúcar o la yerba.

"Las estrategias de control de precios terminan provocando el desabastecimiento, ya sea porque la producción deja de ser rentable o porque en el tiempo la fabricación de un bien no alcanza a seguir la evolución de la demanda, que es artificialmente impulsada", manifestó Aldo Abram, director de la fundación Libertad y Progreso.

En esta línea, Juan Manuel Primbas, country manager de la consultora Kantar Worldpanel puntualizó: "Las cadenas más chicas son las que se ven más complicadas por el desabastecimiento".

En este sentido, Fernando Aguirre, directivo de la Cámara Argentina de Supermercados, coincidió al afirmar que "los comercios pequeños no pueden almacenar demasiado. No tienen las espaldas -y menos aún en estos casos- ni cuentan con grandes depósitos".

Descuentos "a cuentagotas"
Los argentinos, que le habían tomado "el gustito" a las promociones y a los descuentos ya se enfrentan a otra realidad.

Es que, según afirmaron los especialistas consultados por este medio, estos son "cada vez más escasos".

Por ejemplo, el supermercado Disco ofrecía en 2011 un 15% de descuento por pago en efectivo o con plásticos los fines de semana. Al año siguiente, restringió el beneficio a pagos con débito y respecto de algunas categorías de productos en cuyo caso otorgaba un 20% de ahorro con determinado banco.

Paso siguiente, la misma cadena informaba el mes pasado en su página oficial que no había "promociones financieras vigentes".

En tanto Carrefour, pasó de un 15% de descuento en 2011 -los viernes, con todas las tarjetas de débito, en rubros esenciales- para luego circunscribir el beneficio a clientes de un único banco.

Y algo similar sucedió con Jumbo y Coto que también decidieron recortar las promociones.

Así las cosas, para muchas marcas no resulta posible prescindir plenamente de las rebajas porque están "atadas" al sistema.

Por eso, deciden concederlos pero con un menor margen de ahorro (un 10%, en el mejor de los casos un 15% con ciertos plásticos) y menos cuotas.

"Hay menos promociones y en algunos supermercados, principalmente del interior, han sido sacadas por completo", advirtió Aguirre.

Emiliano Schwartz de la agencia Tomadato también se refirió a la actual situación y destacó que, dadas las dificultades para sostener este esquema de beneficios, hay comercios, como los súper, que en su intención de "desprenderse de los bancos empiezan a plantear su propia estrategia de descuentos".

Esto también se puede apreciar claramente en los shoppings en los que parece que quedaron lejos las rebajas del 30 a 50% y la financiación en hasta 6 o 12 cuotas sin intereses.

En este escenario, hasta apareció la modalidad del beneficio "fraccionado". Por ejemplo, si el descuento total ofrecido es de un 20%, en una primera etapa se otorga la mitad. Para acceder al 10% restante, el interesado tiene que presentar en el comercio un ticket que deberá bajar de la página web del supermercado respectivo.

"Hoy se nota claramente cómo algunos comercios bajaron la cantidad de cuotas y los beneficios que venían ofreciendo", ratificó Schwartz. Y agregó que también se fueron reduciendo los períodos de vigencia de determinadas promociones.

"Lo que ocurre es que los bancos ahora no se quieren arriesgar demasiado, elaboran sus planes más en el día a día porque el panorama hoy es demasiado cambiante", concluyó el experto.

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