Franco Tosi, el joven de Cañada de Gómez, trabajaba desde marzo en la localidad cordobesa de Carrilobo. Apareció muerto a golpes en el cementerio. La manifestación es organizada por familiares de la víctima, con la expectativa de que aparezcan testigos del asesinato.
La Capital |
El anuncio fue hecho ayer por el padre de la víctima, Ricardo Tosi, quien adelantó que se hará un recorrido por las calles del pueblo que terminará en la comisaría, donde habrá un breve acto y se entregará un petitorio. También se repudiarán otros episodios violentos y varios robos ocurridos últimamente en esa localidad.
Franco trabajaba como empleado de una empresa contratista rural con asiento en Cañada de Gómez. La noche anterior al crimen, viajó junto a su patrón desde Pozo del Molle (donde pernoctaban desde hacía más de un mes) hasta Carrilobo, a unos 27 kilómetros, para ir a una fiesta en el club Alianza, donde actuó Banda XXI.
Los familiares de la víctima contaron que a las 5, su jefe le propuso regresar, pero Franco le dijo que se quedaría un poco más. Fue la última vez que lo vio con vida. Horas después, a las 15, el cuidador del cementerio halló el cuerpo del maquinista en el interior de un osario, cuya puerta fue abierta adrede para ingresar.
Estaba tendido en el suelo y con dos golpes mortales: uno en la frente con un hundimiento de 10 centímetros y otro en la parte izquierda de la cara. Ambos fueron propinados con un palo hallado en la escena. De acuerdo al primer informe policial, el crimen habría ocurrido a las 6.30 de la madrugada, en el mismo lugar donde se halló el cadáver.
La autopsia se realizó en la morgue de Villa María.
Testigos. La idea de los organizadores de la marcha es captar testigos de lo ocurrido, ya que hasta el momento son escasos los relatos reunidos. Para el padre de Franco "la gente tiene un poco de miedo porque es una comunidad pequeña y no están acostumbrados a ese tipo de casos. El asesino tiene que ser alguien conocido de Carrilobo o de Pozo del Molle".
"Hacía un mes y medio que Franco no salía, y lo que deseaba era divertirse. Era el segundo año que iba por cuestiones de trabajo y debe haber hecho amistades en el lugar. No se puede entender la violencia desatada contra mi hijo", dijo ayer Tosi a La Capital. Dijo estar conforme con la actuación de la policía cordobesa. "Dan muy poca información, pero es su forma de trabajar". Destacó además que los empleadores de Franco "son buenas personas y están consternados como nosotros".
Incógnitas. "No se sabe el móvil del crimen y tampoco en qué viajó desde el pueblo hasta el cementerio. Hablan de una moto, de un auto negro, pero nada sabemos a ciencia cierta. Se presume que estaban adentro del osario para resguardarse, porque a esa hora estaba lloviendo", comentó Tosi.
"A mi hijo lo mataron con un tutor (de un árbol) recogido a 60 metros del lugar y que, al golpearlo, chocó contra la pared y las astillas quedaron sobre la remera. Por cómo quedaron y a partir del tamaño de las pequeñas manchas de sangre en el piso, se infiere que, cuando recibió el golpe fatal, estaba acostado, en la posición en que lo encontraron", contó Stella, la madre de Franco.
Los detalles de la investigación desarrollada por la División Homicidios y efectivos de la policía judicial de la capital cordobesa, bajo las órdenes de la Fiscalía de Villa María, se mantienen en total reserva. Sólo trascendió que a la fecha se hicieron varias pericias sobre los elementos hallados e la escena del crimen.
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