jueves, 9 de mayo de 2013

ROSARIO: Vecinos y funcionarios, cara a cara en una tensa cumbre en Ludueña


A pura tensión, unos 150 vecinos de barrio Ludueña denunciaron ayer ante funcionarios y policías la dramática situación que viven en la zona noroeste, marcada por el incremento del delito y la droga. Fue en el primer encuentro del año del Observatorio de Seguridad Ciudadana, espacio de participación creado por el Concejo para interactuar con los actores territoriales de cada seccional. Los testimonios de los vecinos fueron repetidos: denuncias sobre existencias de búnker, robos, homicidios, presuntos delincuentes ya identificados, falta de presencia policial y de mantenimiento urbano por parte del municipio. Las autoridades tomaron nota de las demandas y prometieron diseñar estrategias de prevención en base a esos datos.
La Capital | 
 La pequeña vecinal Ludueña Norte y Moreno, ubicada en Junín al 5100 fue el escenario donde sesionó por primera vez en 2013 el Observatorio de Seguridad Ciudadana. Allí concurrieron vecinos de Ludueña y otras barriadas del Distrito Noroeste.
La asamblea fue extremadamente tensa. Uno a uno los vecinos contaron en primera persona situaciones de inseguridad padecidas recientemente que fueron desde arrebatos, pasando por escruches a viviendas hasta homicidios de personas conocidas por todo el barrio.
También hubo mención a espacios donde se "esconden" los presuntos delincuentes y se identificaron búnker de venta de drogas. Además se denunció la falta de patrullaje policial y de tareas de desmalezamiento, repotenciación de alumbrado público y apertura de calles a la Intendencia.
Todo en tono elevado y ante la mirada atenta de funcionarios del Ministerio de Seguridad de la provincia, de diversas áreas del gobierno municipal, agentes policiales y los concejales Osvaldo Miatello (PJ), Alberto Cortés (PSA), Rodrigo López Molina y Alejandro Roselló (PRO) y Roberto Bruera (PDP).
"Si acá no ponen mano dura a los delincuentes vamos a tener más muertos, más vecinos asaltados y los pibes cada vez más metidos en la droga", advirtió una vecina enfurecida. A pocos metros otra mujer agregó: "Tenemos miedo de todo, de salir a hacer un mandado, ustedes no lo saben porque tienen custodia", le enrostró a los funcionarios.
En ese momento intervino una señora para denunciar que la semana pasada ingresaron a su vivienda a robarle. "Llamamos a la policía y tardaron 40 minutos en venir", disparó.
El director de la vecinal se esforzaba por contener los ánimos ante el murmullo generalizado. Entre quejas y gritos, la lista de oradores se engrosaba y los planteos eran cada vez más enfervorizados.
Un vecino, de profesión arquitecto destacó la importancia de urbanizar el barrio y de abrir calles. Al respecto, contó que hizo gestiones ante Nación para habilitar un paso a nivel sobre las vías del ferrocarril. "En 2007 lo autorizaron pero todavía no se hizo", aseveró.
De inmediato otro lo interrumpió. ¿De qué sirve abrir calles, que tardan años en hacerlo?, le preguntó para después agregar: "Conozco otros barrios donde abrieron calles y los delincuentes ahora entran con sus motos a esconderse".
Un taxista comentó: "Entre las tres y las cuatro de la madrugada cuando salgo a hacer el turno hay pibes en las esquinas drogándose y la policía cuando uno llama le pregunta de dónde llama, a qué se dedica mientras ellos están en banda a punto de actuar".
La reunión ya llevaba más de una hora cuando apareció una señora y a viva voz planteó: "Estoy cansada de estas reuniones que sólo sirven para hacer catarsis. No queremos diagnósticos sino soluciones y plazos concretos", reclamó. Una ovación la acompañó en su moción.
No menos dura fue otra mujer que cuestionó la interacción vía celular con los funcionarios y policías. "Es una falta de respeto que nos pidan que mandemos mensajito de texto al comisario cuando no pasa el patrullero por nuestras casas. El tema es que puede pasar, pero después no, ¿entonces qué hacemos, mandamos mensajitos las 24 horas del día?", ironizó.
La droga también atravesó la cumbre. Ana, una militante barrial contó que tienen identificados "todos los búnker que hay funcionando en el barrio" y ante la inacción judicial y policial junto a otras mujeres han decidido actuar. "Vamos por nuestra cuenta y demolemos las casillas narco, no podemos tolerar que se sigan muriendo nuestros pibes", confió a LaCapital.
Respuesta. El cierre estuvo a cargo del subsecretario provincial de Seguridad Comunitaria, Angel Ruani. Tras escuchar estoicamente los reclamos y denuncias vecinales, el funcionario defendió la continuidad de las instancias de participación ciudadana.
"La participación de ustedes es importante, los datos que nos puedan aportar nos permitirán diseñar estrategias de prevención, direccionar los patrullajes a los lugares críticos. Pero no podemos estar en estado asambleario permanente, necesitamos que cuatro o cinco de ustedes aporten esa información", indicó.
El concejal Miatello, presidente de la comisión de Seguridad del cuerpo, admitió a este diario que el debut 2013 del Observatorio fue "por momentos tenso, con muchos reclamos y demandas ciudadanas que habrá que canalizar, cada uno desde su espacio de responsabilidad institucional para poder mejorar la situación de los barrios más peligrosos de Rosario".

No hay comentarios:

Publicar un comentario