Los oradores plantearon que una forma de combatir el narcotráfico es no criminalizar el consumo, con regulación estatal. Presentarán un proyecto de ley para que se venda canábis en las farmacias. La marcha superó las cinco cuadras de asistentes.
"De las torres que nos miran, no tenemos nada que ver. El estado tiene que combatir el narcotráfico y una de las herramientas es despenalizar el cultivo y regular el consumo", disparó el presidente de la Asociación Rosarina de Estudios Canábicos (AREC), Ignacio Canabal, y fue ovacionado. Hablaba de las lujosas construcciones ubicadas frente al Monumento a la Bandera, siempre sospechosas de ser levantadas con dinero lavado proveniente del narcotráfico. Además, AREC anunció que presentará un proyecto en la Legislatura santafesina para que el Estado sea el único comprador de canábis y la venda en las farmacias, tal cual se propone en Uruguay. Por otro lado, destacaron lo costoso que es para el Estado seguir criminalizando el consumo y cultivo de canábis, ya que el noventa por ciento de las causas son a consumidores menores y ninguna a narcotraficantes. Los discursos comenzaron en la plaza San Martín, donde desde las dos de la tarde empezó a congregarse gente. Varias fueron las bandas que acompañaron a los activistas. Los oradores destacaron la masiva convocatoria y se impuso la comparación con el inicio de las marchas despenalizadoras, donde se congregaban sólo treinta o cuarenta personas. "Es emocionante ver unas cinco cuadras llena de personas buscando la despenalización. Eramos menos cien a fines de los noventa, cuando hacíamos las primeras marchas", dijo Silvia Inchaurraga, presidente de la Asociación por la Reducción de Daños (ARDA).
Muchas fueron la pancartas que dieron vida y color a la marcha que recorrió todo el centro atravesando el Paseo del Siglo, la peatonal Córdoba y el Monumento. La multitudinaria marcha se instaló sobre las seis de la tarde en el Parque a la Bandera, donde se impusieron algunos discursos. Todos los oradores pidieron desvincular el autocultivo con el narcotráfico, la creación y destino de fondos a programas para enfermos de adicciones como así también a la reducción de daños.
Pablo Ascolani, de AREC, dijo: "Estamos tratando de trasladar el proyecto uruguayo a la provincia de Santa Fe. La idea es la designación de licencias de productores privados y el Estado es el único comprador y distribuidor a través de las farmacias de todo el país con un límite de cuarenta gramos mensuales".
Desde Arec remarcaron datos criminológicos. "Sólo el dos por ciento de las causas de narcotráfico inician por una investigación genuina de las fuerzas de seguridad. El resto de los datos son aportados por ciudadanos o elementos casuísticos", abundó Ascolani. Por su parte, Ignacio Canabal destacó los beneficios del Cáñamo y su uso industrial además de dejar claro que esa variedad no tiene contenido de "thc", razón por la cual no provoca ningún efecto alucinógeno "ni que se fumen una hectárea entera les va a hacer nada. Además pedimos que se contemple la rotación de cultivos y se corte con el negocio de la soja".
Las familias se enfrentan ante un gran y tedioso problema cuando les llega la hora de abordar un caso de adicciones porque solo pueden avanzar pagando los tratamiento debido a que Estado ofrece pocos resortes a la sociedad para paliar ésta situación. Ascolani dijo que "los dispositivos en salud siempre fueron aportados desde el sector privado porque el sistema de salud pública poco aporta. Hay una carencia muy importante y dañina. Es necesario que se apruebe la nueva ley de drogas que no va regular el abuso pero si el aporte en la reducción de daños y el control de la situación".
También ARDA criticó duro las políticas para el abordaje y contención a los enfermos adicciones. "Hay una deuda pendiente y lamentablemente en el tema salud estamos muy atrasados por la falta de política, por ejemplo con la acefalía de la Sedronar. Hay que pensar como se hace de manera urgente una identificación de las necesidades de lo asistencial", apuntó Inchaurraga. Además, planteó que "la ley de salud mental, que es fantástica en sus postulados, pero que no ha sido promulgada y por eso no se contempla la diferenciación de los usuarios de las drogas prohibidas y las legales. Todos somos iguales".
Sobre la cuestión de la salud frente a las adicciones, Oscar Montenegro, referente del grupo Rarus, indicó que "es necesario poder leer las demandas de la sociedad que está diciendo algo, no hay mas que mirar la cantidad de gente que participó de esta marcha" y agregó: "No podemos mirar al costado cuando a diario meten presos a mucha gente de manera injusta por fumar un cigarro de canábis o tener un par de plantas en su casa".
Esta vez ya no llamó la atención la participación de varios sectores políticos como el GEN, Partido Socialista, el PTS, el Movimiento Evita, el Partido Liberal, el FpV entre otros que acompañan las proclamas de las entidades organizadoras.
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