domingo, 5 de mayo de 2013

ROSARIO: Club Remeros Alberdi seguirá usando por 10 años una playa pública frente al Paraná


Embestida contra el Plan Urbano. La autorización fue firmada por el ex intendente Miguel Lifschitz poco antes de dejar el cargo y Mónica Fein la ratificó en 2012.
La Capital | 

Club Remeros Alberdi seguirá usando por 10 años una playa pública frente al Paraná
Lejos de respetar el espíritu del Plan Urbano 2007-2017, la Municipalidad le otorgó al Club Remeros Alberdi un nuevo permiso de uso de las tierras fiscales que ocupa sobre la costa norte rosarina. Así, la incorporación de espacios públicos para la ciudad volvió a quedar detrás de los intereses de un minúsculo grupo de socios de una de las entidades náuticas locales y recrudeció la polémica sobre la utilización que los privados le dan a las tierras de todos los ciudadanos. El acuerdo fue firmado entre la Intendencia y la institución deportiva a fines de 2011 (poco antes de que Miguel Lifschitz dejara el municipio). Además, quedó ratificado por la actual jefa del Palacio de los Leones, Mónica Fein, con lo que claramente colisiona contra el proyecto oficial de abrir una comunicación al río Paraná como continuidad de la bajada Puccio.
La noticia, a la que accedió La Capital, se conoció en medio de días con ánimos caldeados tanto en el oficialismo como en la oposición y pocas horas después de la creación en el Concejo de una comisión investigadora de las cuestionadas concesiones municipales: una determinación que irritó a la intendenta y a su secretario de Gobierno, Fernando Asegurado, quienes criticaron el accionar de los ediles que no forman parte del socialismo.
En medio de la polémica, los usos de los terrenos del Estado vuelven ahora a ser eje del debate. Los técnicos de la Intendencia se tomaron años de trabajo para crear el Plan Maestro de la Costa, que comprende el borde la ciudad sobre el río Paraná en toda su extensión y en relación con el territorio metropolitano. "Su finalidad es continuar con el reordenamiento urbanístico del sector y con la incorporación de nuevos espacios públicos a la ciudad", señala el escrito.
Sin embargo, el presidente de Remeros, Guido Ineichen, confirmó a este diario que "se ha logrado obtener un decreto del Ejecutivo que permite el uso de las tierras que ocupa el club por cinco años más (a partir de 2011) renovables por otros cinco".
Y agregó: "Tenemos el documento firmado por Mónica Fein; la tramitación fue iniciada durante la gestión de Lifschitz". En este sentido, el directivo agregó que, respecto de la utilización de tierras fiscales, "había problemas con todos los clubes", pero el panorama quedó zanjado al menos con esta entidad que tiene un acceso exclusivo a playa sobre el Paraná a través de un túnel. Y hay más: Remeros comenzó a construir un amarradero para 30 embarcaciones sobre el espejo de agua cuando todavía no se concretaron los trámites pertinentes ante la Dirección de Vías Navegables, el organismo nacional encargado de autorizar este tipo de obras (ver aparte).
El secretario de Planeamiento municipal, Pablo Barese, confirmó la existencia del acuerdo rubricado en 2011 entre Remeros y la Secretaría de Promoción Social (de la que depende el área de Deportes). "Se trata de un documento que tiene plena vigencia", sostuvo. Pero, si no se hubiera rubricado habría existido la oportunidad de empezar a analizar con la entidad de Alberdi el proyecto de prolongación de Puccio hacia el río.
En efecto, Barese ratificó el plan: "Es un proyecto que originalmente buscaba reordenar la guadería de Remeros para que los rosarinos lleguen hasta el Paraná".
Según se indica en el Plan Urbano 2007-2017, la idea contempla la incorporación de una plaza como gran mirador frente al río en el remate de la avenida Puccio, con el desarrollo de un muelle alternativo de embarcaciones y guarderías náuticas en el sector del Club Remeros.
Según pudo saber este medio, en la zona debería avanzarse sólo sobre esa institución náutica ya que la que está lindera (el club Rowing) es propietaria de las tierras que ocupa, una verdadera excepción a la regla porque la mayoría de las entidades del sector ocupa espacio públicos, como las playas que, con los años, se convirtieron en exclusivas para determinados socios cuando deberían usufructuarlas todos los rosarinos.

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