Cristina de Kirchner rechazó una "compulsiva transferencia" de ingresos y recordó cómo terminaron esos procesos en Argentina. Resaltó que si se aplicara esta postura a países limítrofes, Brasil tendría un atraso del 215 por ciento, Uruguay del 212 por ciento y Chile de 107 por ciento.
La Capital |
La presidenta Cristina Fernández de Kirchner afirmó ayer que "los que pretendan ganar plata a costa de la devaluación y del pueblo van a tener que esperar otro gobierno, no con nosotros". Salió así a marcar la cancha sobre la futura evolución del tipo de cambio. Fue después de una semana en la que el dólar blue, en una fuerte escalada, rozó los 10 pesos y arreciaron las especulaciones sobre medidas económicas que finalmente ayer la primer mandataria echó por tierra.
En ese sentido, la presidenta señaló que si se aplicaran los parámetros de quienes presentan esa postura sobre las cotizaciones de la moneda estadounidense en países limítrofes, Brasil registraría un atraso del 215 por ciento, Uruguay un atraso de 212 por ciento, Chile de 107 por ciento y Perú 81 por ciento.
La presidenta no sólo buscó enviar una clara señal a los mercados, sino que ratificó la política cambiaria y respondió a quienes promueven una devaluación y a las críticas de economistas y dirigentes de la oposición acerca de la fuerte suba del dólar paralelo, que ayer revirtió la tendencia alcista de la última semana y cerró en 9,87 pesos.
"Está visto cómo quedaron los gobiernos que cayeron en las recetas devaluacionistas", enfatizó la jefa de Estado, y agregó que esas versiones "vuelven porque hay un proceso electoral, es típico".
"Nadie espere de este gobierno medidas contradictorias con el corazón del modelo, el corazón del modelo rechaza transferencia de ingresos compulsivas de los sectores del pueblo", expresó la presidenta, quien recordó que el otro día escuchó "a un ex ministro de la Alianza (Domingo Cavallo) que rebajó un 13 por ciento a docentes, a jubilados y empleados públicos".
La mandataria explicó que en las sucesivas devaluaciones de la moneda nacional los sectores de poder financiero "lucraron, y mucho, con el hambre, la miseria y la desindustrialización del país".
"Y no se trata solamente de una cuestión de sensibilidad social ni nada, simplemente inteligencia", subrayó la presidenta en un acto en Casa de Gobierno en el que anunció la creación de un certificado de estímulo a la producción agropecuaria.
En la misma línea, Cristina reafirmó que "se trata de una lectura correcta de lo que ha pasado en la Argentina en los últimos cincuenta años con las devaluaciones". Remarcó que "están de vuelta con eso porque están en período electoral. Cada vez que hay elección están con la economía o los escándalos".
"Hay que acordarse de todo y de todos", reclamó la jefa de Estado, al tiempo que pidió recordar las "crisis recurrentes donde cambiaban los gobiernos pero no las políticas".
"Tengo las mismas convicciones que él (Néstor Kirchner) —enfatizó Cristina—, el eje del modelo, el saber que tenemos que crecer los 40 millones de argentinos, ese es el eje".
"Todos saben lo que pensamos: la necesidad de seguir con un proceso de industrialización, que sea de mayor calidad, y también creemos en la importancia de querer agregar valor", sostuvo Cristina.
Añadió que "no se puede desconocer que somos tal vez los más competitivos, pero es un sector que genera poco empleo".
Al grano. La presidenta formuló estos conceptos en Casa de Gobierno donde anunció que los derechos de exportación de trigo "en lugar de ingresar al Estado, van a ir a un fondo fiduciario" que se va a distribuir a todos los productores del grano a través de la emisión de un certificado.
La primera mandataria reconoció que "siempre ha sido un reclamo de todos los productores el precio del trigo, las retenciones".
La presidenta señaló que la intención del gobierno es "que el pequeño y mediano productor tenga un incentivo y que se incentive la producción, para que no impacte sobre el bolsillo de los argentinos".
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