viernes, 26 de abril de 2013

ROSARIO: Buscan abuelas que tengan ganas y tiempo de leerles cuentos a los chicos


Este sábado de 9 a 10.30 será el primer encuentro en la Biblioteca Argentina convocado por Abuelas Cuentacuentos de la Fundación Mempo Giardinelli para quienes quieran leer cuentos.
La Capital | 
Buscan abuelas que tengan ganas y tiempo de leerles cuentos a los chicos

 El reconocido programa Abuelas Cuentacuentos de la Fundación Mempo Giardinelli se instala en Rosario. Y como su finalidad es promover la lectura entre los más pequeños, viene a sumar personas que quieran destinar un tiempo voluntario a leerles historias a grupos de chicos. Mañana, sábado 27 de abril, de 9 a 10.30 será el primer encuentro en la Biblioteca Argentina (Presidente Roca 731).
La invitación es más que tentadora. La hace un programa distinguido nacional e internacionalmente que dirige la Fundación del destacado escritor chaqueño, Mempo Giardinelli. Está dirigida a “las personas que deseen ser abuelas Cuentacuentos” y “está abierto a cualquier persona dispuesta acompañar con lecturas a un grupo de niños a lo largo de varios años”.
 
En la ciudad la Fundación lo implementará con la Municipalidad de Rosario “que facilitará una coordinación y cuestiones logísticas”, tal como explicó a La Capital, Natalia Porta López, creadora del sistema de gestión de este reconocido voluntariado y coordinadora del Programa en la FMG.
 
Un poco de historia. “Todo lo que requiere es voluntad, persistencia y vocación de servicio. También es requisito indispensable amar la lectura literaria”, se lee en la página oficial de este programa sobre los requisitos para ser una Abuela Cuentacuento..
 
Y se aclara que la actividad no convoca a narradores orales (a quienes mucho respeta) “sino a voluntarios lectores, porque lo que se intenta es transmitir el amor por el libro”, porque “la idea es reproducir ese momento de belleza e intimidad que se da naturalmente entre los abuelos y los nietos al leer juntos”.
 
La idea de instalar el programa en la Argentina surgió luego de visita que hiciera el escritor Mempo Giardinelli a mediados de los ’90 a Alemania, y donde de manera casual se contactó con personas de la llamada tercera edad que visitaban hospitales para leer cuentos y poemas a enfermos terminales, aliviándoles así el dolor de cerrar sus vidas.
 
“Del impacto producido al ver aquella noble manera de ayudar a bien morir, nació la idea de que la lectura de cuentos debía ayudar, también, a bien vivir”, se cuenta al recordar la historia de este plan, en el sitio de las Abuelas Cuentacuentas.
 
La iniciativa comenzó a gestarse en ese mismo momento y se formalizó en 2002 “con la premisa de llevar lecturas a quienes comienzan la vida, otorgándoles una oportunidad de acceder al libro y de ejercer su derecho a la lectura”.
 
La abuela Beby Giardinelli (1936-2005) fue una de las primeras voluntarias del Programa. El primer grupo de Abuelas Cuentacuentos se formó en la ciudad de Resistencia y hoy es uno de los más grandes del país. Su composición oscila entre 40 y 80 voluntarios en acción.
 
Entre los numerosos premios que han recibido, figuran el Premio Bibliotecas Argentinas 2007, otorgado por la Asociación de Bibliotecarios de la República Argentina a la biblioteca de la FMG como sede y sustento del Programa. La distinción Harmony 2006, otorgada por el Fondo Internacional para la Promoción de la Cultura de la Unesco y la Development Asset Management del grupo francés Crédit Agricole. Recompensa las prácticas ejemplares que contribuyen a mejorar la calidad de vida desde propuestas culturales válidas para todo el mundo.
 
También el Calificación Best Practice 2006 otorgada por las Naciones Unidas-Hábitat y la Municipalidad de Dubai (Emiratos Árabes Unidos).

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