sábado, 23 de marzo de 2013

Para la CGT, acercarse al Papa es "una señal de madurez política"

El titular del sindicato de taxistas, Omar Viviani, reconoció que hubo "relación tirante" entre Cristina Kirchner y el ex arzobispo en el pasado. Pero elogió el cambio de actitud oficial. El oficialismo había negado conflictos.

El dirigente gremial Omar Viviani, quien apareció muy cercano a la jefa de Estado durante la misa de asunción de Francisco, sostuvo que el acercamiento de la presidente y el recientemente electo obispo de Roma "es una señal de madurez política".
Viviani, que forma parte de la CGT Alsina conducida por el metarlúrgico Antonio Caló, reconoció que "la relación entre (Jorge) Bergoglio y el Gobierno siempre fue tirante, pero nunca de enemigos". Y elogió positivamente el cambio de postura con respecto al Sumo Pontífice de la Iglesia católica y ex arzobispo de Buenos Aires.
En una entrevista con un matutino porteño, el gremialista que integró la comitiva argentina que viajó a Roma para asistir a la entronización del Papa, afirmó que "antes de conocerse la noticia del nombramiento de Bergoglio, ya estaba resuelto que una delegación argentina iba a viajar a la asunción".
El dirigente sindical alineado con la CGT que conduce Antonio Caló destacó que el Papa "es peronista" por su "cercanía con la gente y la lucha contra la pobreza", al tiempo que remarcó que "defendió los pilares del peronismo".
"Es el primer papa latinoamericano y argentino, algo que no creo que se repita en la historia", evaluó Viviani y confió en que Bergoglio ser un "Papa que quedar en la historia, pero los cambios se darán en el tiempo".

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